miércoles, 28 de noviembre de 2007

Guanajuato: la competitividad en riesgo. Publicado en El Correo 28-11-07

Por Saúl Arellano
Miércoles, 28 de Noviembre de 2007
Guanajuato es una entidad que ofrece, de acuerdo con distintos índices, pocos niveles de competitividad para la inversión de empresas de alta tecnología, que son a final de cuentas las que mayor riqueza están generando a nivel mundial y hacia las cuáles se están moviendo los flujos de capital y de inversión. Actualmente, hay a escala global un movimiento denominado "Offshoring", un término para determinar los destinos de "reubicación" o "relocalización" de empresas y de "clusters" productivos, en países en donde los costos de producción, distribución y embarque de productos sean de menor costo. A nivel global, hay distintos centros que se dedican a la construcción de índices para medir a los países mejor preparados para recibir empresas de alta productividad, diseñadas para la competitividad global y que hoy requieren, ya no de la mano de obra barata, sino condiciones de infraestructura básicos para la inversión, y más aún, de la existencia de una planta laboral con capacidades para insertarse en dinámicas de alta competitividad, así como con altos niveles de capacitación y formación técnica de niveles superiores. AT Keany, una de las casas globales más reconocidas en el establecimiento de "rankings" empresariales para la asesoría de empresas en busca de oportunidades para el offshoring señala en su índice 2007: "Hoy, el offshoring es mucho más que un aspecto laboral. Las compañías que estén buscando un lugar para llevar a cabo procesos de relocalización deben sopesar una serie de factores sobre disponibilidad, calidad de los trabajadores y entornos de negocio. Así, en su índice 2007, AT Keany sitúa a México en el lugar 10 a nivel global como uno de los mejores destinos para el offshoring, sin embargo, cuando se desagregan los componentes del índice, lo que se encuentra es que en el componente de "trabajadores y habilidades laborales", México se sitúa en un índice apenas a la mitad de lo que se encuentra en China e India, y desde luego, los Estados Unidos de Norteamérica. A pesar de lo anterior, de acuerdo con este índice, son Brasil y Chile los países mejor posicionados de Latinoamérica, y aunque los costos de Chile son considerados más altos que los de Brasil, se considera que el gobierno chileno está asumiendo políticas para mejorar los climas de negocio e incrementar la competitividad de sus trabajadores, elemento que no es tan evidente ni en Brasil ni en México. Debe señalarse pues, que el componente de la competitividad y de las capacidades de la planta laboral está directamente relacionado con la educación, punto central para el desarrollo del país y de nuestra entidad. En esa lógica, si se analizan las oportunidades y la competitividad por regiones en México, lo que podrá encontrarse es una profunda desigualdad: un norte altamente desarrollado y con amplias franjas de competitividad; un centro estancado y un sur sumido en la pobreza y la marginación. Para nuestro estado, el problema está en la fractura de la educación básica y los rezagos educativos que tenemos. Pero peor aún es la falta de decisión de las autoridades, de todos los niveles, de revertir la situación y de avanzar a la velocidad que requerimos para generar mayor competitividad y resolver los rezagos en el área de la ciencia, del conocimiento y en general de la educación. De acuerdo con el Conteo Nacional de Población y Vivienda de 2005, Guanajuato tiene el 5to peor porcentaje de población de 6 a 14 años que asiste a la escuela, con un pobre 93.1%, mientras que entidades como el DF y Sonora han llegado a promedios superiores al 96%. Y lo peor es que Guanajuato está en un vergonzoso último lugar a nivel nacional, en porcentaje de población de 15 a 19 años que asiste a la escuela, porcentaje menor al que presentan los estados más pobres del país como Chiapas, Guerrero y Oaxaca. Con estos resultados, no es de extrañar que Guanajuato tenga, junto con Zacatecas, el quinto peor promedio de educación a nivel nacional, con sólo 7.2 grados por persona, esto es, ni siquiera el 2° grado de secundaria, frente a entidades como el DF y Nuevo León, que tienen promedios de 10.2 y 9.5 años, respectivamente; ni tampoco es de extrañar que Guanajuato tenga el 9° lugar nacional en mayor porcentaje de población analfabeta. Si los datos del Conteo de Población son correctos, es preciso señalar que en la entidad los gobiernos han sido ofensivamente irresponsables e ineficientes, y que es preciso cambiar el rumbo en el diseño e instrumentación de políticas educativas y en general de políticas para el desarrollo social y humano, que es mucho más que el combate a la pobreza o la dádiva, que los últimos gobiernos han pretendido hacer pasar por asistencia social Mejorar nuestra competitividad será imposible si continuamos por esta ruta, pues las brechas que se están abriendo entre las entidades con mayor desarrollo de infraestructura y educación, con entidades como la nuestra, son cada vez más grandes. Requerimos otro modelo de desarrollo, que haga énfasis en la garantía y cumplimiento de los derechos sociales de las personas; en la formación del capital humano; que aproveche las ventajas competitivas y comparativas de nuestra entidad y que sobre todo, ponga como eje de las políticas públicas, una noción de desarrollo sostenible con equidad y generoso con todos. Lo que se ha hecho en los últimos 20 años ha mostrado un profundo fracaso y es preciso exigir un "golpe de timón" en el diseño de las políticas y programas de gobierno: lamentablemente hoy lo que puede verse en el Presupuesto de Egresos para el siguiente año fiscal, es que continuaremos por el mismo rumbo: beneficiando a unos cuantos y excluyendo de mejores oportunidades a la mayoría.

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