domingo, 8 de febrero de 2009

De catastrofistas y un monumento a lo mediocre. Periodico La Crónica

Saúl Arellano
Domingo 8 de Febrero, 2009
http://www.cronica.com.mx/notaOpinion.php?id_nota=413646

“Aplicada al espíritu, al lenguaje, al arte, la palabra peligrosa, acusa inmediatamente todo pensamiento regresivo” Roland Barthes
La democracia es en sentido estricto un Discurso que apela a la legitimidad de todos los discursos posibles, excepto aquel que atenta en contra de la propia democracia. En ese sentido resulta poco más que interesante la declaración del Presidente de la República en el evento conmemorativo del Aniversario número 92 de la Promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
De acuerdo con la nota de Cecilia Téllez, publicada el día 6 de febrero en Crónica, el Presidente de México: “Llamó a rechazar el catastrofismo, pues aseguró que esto se ha llevado a extremos absurdos y, consecuentemente, ha afectado la imagen internacional de nuestro país. En el Teatro de la República, el jefe del Ejecutivo aseveró que se debe hacer a un lado el “alarmismo que ignora los esfuerzos que todos hacemos por superar nuestros desafíos”.Vicente Fox se quejó reiteradamente durante su sexenio de que la prensa “no lo comprendía” y llegó a acusar a los medios de comunicación de sólo transmitir noticias “alarmantes y negativas”; e incluso llegó a responsabilizar a la prensa de ser la culpable de la “mala imagen” de algunos aspectos de su gobierno.
No hay nada peor para un país que un gobierno sin capacidad de autocrítica. Y en esta lógica las comparaciones se hacen inevitables. El presidente Obama llamó a todos los norteamericanos a reconocer que pasan por un momento que puede poner en riesgo no sólo su bienestar sino el proyecto del “sueño americano” en su conjunto.
Angela Merkel en Alemania llamó a su país a redoblar esfuerzos para lograr que la crisis no erosione su liderazgo en Europa, y sobre todo para evitar que las estructuras de bienestar social con las que cuentan se “derrumben” debido a la crisis financiera mundial.
Gordon Brown en Inglaterra tomó decisiones inusitadas en el Reino Unido: decretó una reducción al impuesto al consumo para estimular a la economía local e hizo un llamado a los ingleses para enfrentar a esta crisis con el mismo coraje con el que pudieron reconstruir a su país después de los devastadores efectos de la Segunda Guerra Mundial.
¿Podría alguien sensatamente acusar a estos gobernantes de catastrofistas? Son declaraciones que vienen de la jefatura de los gobiernos de las principales potencias económicas y políticas del mundo y al parecer las oposiciones en sus países no han tenido más remedio que asumir la magnitud de los problemas que la crisis global impone a todos, y en función de ello, aún con reservas, respaldar las posiciones de sus gobiernos.México, por el contrario, parece estar viviendo la “historia al revés”.
¿Quiénes son los catastrofistas? El crimen organizado no puede serlo, porque su operación se da desde la clandestinidad y no tiene voz pública; al menos no una voz legítima en el marco del Estado democrático que se asume que somos. ¿Entonces lo son las oposiciones? ¿Los intelectuales? ¿Los medios de comunicación? ¿Cómo puede pretender el gobierno que no haya preocupación y manifestaciones públicas de éstas, cuando las cifras duras de la crisis se nos estrellan todos los días en el rostro?
Las cifras no tienen cualidades morales, pero su magnitud sí puede ser calificada de escalofriante: México decrecerá más de 1% del PIB en 2009, lo cual representa una pérdida de al menos 150 mil empleos directos. Se estima que el número de pobres alimentarios se incrementará en un millón, y que el de pobres de patrimonio en 3 millones. 3.6 millones de niñas, niños y adolescentes trabajan, y se estima que al menos 300 mil más se incorporarán a actividades productivas este año. 1.2 millones de niñas, niños y adolescentes no acuden a la escuela, y se estima que los efectos de la crisis arrojarán fuera de las aulas probablemente a otros 200 mil.Por otro lado, la criminalidad aumenta sin cesar y el número de ejecutados y muertos en la guerra contra el narcotráfico y como efecto de las acciones de otros delincuentes sube día con día: más de 5 mil el año pasado y ya varios cientos en lo que va del 2009.
La pregunta obligada es ¿cómo ser optimista en un escenario así? ¿Cómo no llamar a la responsabilidad de los gobiernos, de todos los niveles, para que redoblen esfuerzos y evitar que el tejido social se siga deteriorando al ritmo que vamos? ¿Cómo no exigir el cese del cinismo, la frivolidad y la irresponsabilidad cuando los partidos políticos se despachan con 3 mil 600 millones de pesos para su gasto de este año? ¿Cómo no preocuparse cuando el IFE es incapaz de ejercer sus funciones a cabalidad?
El Presidente de la República tiene razón cuando dice que hoy más que nunca debemos estar unidos y abonar todos para resolver y hacer frente a nuestros problemas comunes. El problema es que el acuerdo no implica renunciar a la independencia del pensamiento ni mucho menos a la responsabilidad pública de alertar, desde la prensa libre, de los riesgos que nos amenazan como país.Nada le conviene más al gobierno que una prensa libre y crítica.
Nada le conviene más a una democracia que medios de comunicación que no estén sujetos a las cortapisas del poder. Ya suficiente es que diversos organismos internacionales estén advirtiendo, que el nuestro, es el país de mayor riesgo en el mundo para ejercer el periodismo como para que desde la Presidencia se pronuncie un discurso en el que no queda claro a quién acusa ni a quién está dirigiendo el término de “catastrofistas”.
El presidente Calderón parece estar realmente preocupado por consolidar un Gobierno que responda con eficacia al mandato que la Constitución le ordena. Empero, parece ser que cada vez su capacidad de decisión está más acotada y que cada vez más los círculos de su partido lo restringen en la toma de decisiones; y eso sí es peligroso para el país.
Pareciera que la apuesta de este año es ganar la mayoría en el Congreso y desde ahí recomponer el rumbo de la administración. ¿Pero qué va a pasar si, como muestran las encuestas de enero, el PRI logra aventajar a Acción Nacional como primera minoría? ¿Con quién va a gobernar el Presidente?Barack Obama ha cedido 4 Secretarías de Estado al Partido Republicano, incluido el Departamento de la Defensa. En México no hay ninguna de las dependencias federales dirigida por un opositor real al gobierno, que le permita a éste tender puentes de diálogo y negociación con fuerzas que desde distintas visiones buscan construir también un país para todos.
En medio de todo esto, lo que sí tenemos es la propuesta de una obra conjunta entre el Gobierno Federal y el del Distrito Federal para construir un monumento para celebrar el Bicentenario. ¿Un arco para celebrar nuestra Independencia? ¿Con motivo de qué? ¿De que en México los “súper ricos” tienen, como ha señalado el Banco Mundial, ingresos 14 mil veces superiores al promedio nacional? ¿De que en México más de 15 millones de personas no tienen ingresos suficientes para comer? ¿De que en México en los 100 municipios más pobres la esperanza de vida promedio para las mujeres es de apenas 52 años?
Los catastrofistas pensamos que éste, va a ser un monumento a lo mediocre de una visión que no atina a comprender que el modelo de organización política y económica de Occidente, tal y como lo conocimos en el siglo XX, ya no existe, y que más nos vale emprender un proceso de reformas que nos permitan construir una nación para la equidad. De otro modo, estaremos abonando a fincar en el futuro nuestra derrota.

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