domingo, 20 de diciembre de 2009

El desempleo y las mentiras del gobierno. Periódico La Crónica

Saúl Arellano

Opinión Domingo 20 de Dic., 2009
Hora de modificación: 02:11
http://www.cronica.com.mx/notaOpinion.php?id_nota=476986

Uno de los cuestionamientos que con mayor validez se puede hacer a cualquier gobierno es el relativo al uso de los recursos públicos para generar propaganda engañosa, y eso es precisamente lo que el Gobierno de Felipe Calderón está haciendo con respecto a la economía del país y los efectos de la crisis en la economía de las familias.

Los medios de comunicación electrónicos han sido saturados con mensajes en los que se sostiene que la economía se está recuperando, pues en los últimos meses —reza el credo calderonista— se han creado cerca de 500 mil empleos lo cual, según siempre el gobierno, es signo inequívoco de la recuperación y el fin de la crisis.

La primera “mentira verdadera” en tal despropósito comunicacional, es la que se refiere a la creación de los dichosos 500 mil empleos. La parte cierta del dato es que entre el segundo y tercer trimestre del año, la población ocupada en el país pasó de 43.34 millones, a 43.91 millones de personas.

En sí mismo, el dato podría ser hasta impactante y probablemente hasta sorprenda a los no enterados; sin embargo, como dicen los clásicos, “el diablo está en los detalles”. Y el primero de ellos se encuentra en la definición de “Ocupación”. INEGI considera que una persona está “ocupada”, en los supuestos de que: a) tiene un empleo permanente, remunerado o no; b) ha trabajado al menos dos horas a la semana o; c) si en las últimas dos semanas ha buscado trabajo activamente, lo haya encontrado o no. De este modo, habría que preguntar a INEGI cuántas de las personas que denomina como “ocupadas” se encuentran buscando trabajo, y restarlas del número de los que se dice “están ocupados”.

El segundo “detallito” está en que al cuarto trimestre de 2007 había en el país poco más de 44 millones de personas ocupadas, es decir, casi 80 mil personas más registradas en algún nivel de ocupación que las contabilizadas al cierre del tercer trimestre de 2009, o lo que es lo mismo, a estas alturas habría menos ocupación que hace dos años.

Ahora bien, hay un dato que salta a la vista y que hace trizas el intento del Gobierno de hacernos creer que las cosas ahora sí van bien, y que a pesar del mal diagnóstico del “catarrito”, ahora sí sabemos que “tenemos cáncer” y del cual nos vamos a curar simplemente porque el gobierno dice que así será.

El dato aludido es el relativo a que la cantidad de personas desocupadas en México pasó de 1.61 millones en el cuarto trimestre de 2007 a 2.92 millones en el tercer trimestre de 2009, es decir, 1.31 millones de personas más en lo que llama INEGI “desocupación”, que hace dos años.

Aquí es donde la estrategia de mentira de la Presidencia de la República se hace evidente. Esto, porque lo que no se dice en su publicidad engañosa es que la cantidad de personas en edad de trabajar se incrementa año con año en casi un millón de jóvenes, lo que implica que la economía debería ser capaz de mantener los empleos existentes, pero también de crecer con la intensidad necesaria para generar los nuevos puestos de trabajo que se requieren.

Lo anterior se verifica en el hecho de que en el citado cuarto trimestre de 2007, la población económicamente activa (PEA), era de 45.62 millones de personas, mientras que al tercer trimestre de 2009 había crecido a 46.84 millones; esto es equivalente a un crecimiento de 2.61% en dos años.

Esto debe contrastarse con el promedio de crecimiento de la población ocupada y desocupada, para terminar de desvelar la actitud mentirosa del “gobierno” de Calderón. Así, mientras que la población ocupada decreció en .2% entre el cuarto trimestre de 2007 y el tercero de 2009, la desocupación creció en el orden de 55.2% en el mismo periodo.

A todo ello deben agregarse dos factores adicionales. Los empleos que se han generado son para “trabajadores por cuenta propia”, lo que muy seguramente puede significar ambulantaje y comercio informal; y por otro lado el número de personas “trabajadoras no remuneradas” se ha mantenido prácticamente constante desde 2007, lo que significa seguramente trabajo y explotación infantil y adolescente.

El Gobierno parece asumir la actitud de la propaganda nazi en la que regía el famoso dictado de Goebels: “una mentira, repetida cien o mil veces, se convierte en verdad”. Así, el gobierno de la República asume que si nos dice una y mil veces que ya no hay desempleo, éste desaparecerá.

Cuando vino la epidemia de la influenza, el Rector de la UNAM hizo un llamado para que, en su prevención, todos nos apegáramos más al pensamiento racional y científico, antes que al “pensamiento mágico”.

Sin duda, lo mismo aplicaría hoy para el gobierno en materia de desempleo, pues lo urgente es pasar de una actitud desde la que se asume que la crisis se combate con discursos, a otra mucho más pro-activa avocada a la transformación de las condiciones estructurales de pobreza y desigualdad que persisten en el país.

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