lunes, 25 de febrero de 2008

La cuestión social en Celaya: Tan cerca del desarrollo... y de la criminalidad

Por: Saúl Arellano, Lunes, 25 de Febrero de 2008
http://www.correo-gto.com.mx/notas.asp?id=59385

INTRODUCCIÓN:

Celaya es el tercer municipio más poblado de la entidad: de acuerdo con el Conteo Nacional de Población y Vivienda de 2005, en ese año contaba con una población de 415,869 personas, de las cuales, cerca del 75% vivía en la cabecera municipal, esto es, 310, 413 personas, lo cual implica que en el sector rural viven cerca de 106 mil personas.
De las localidades pertenecientes a Celaya, las más pobladas son: San Miguel Octopan, con poco más de 11 mil habitantes; Rincón de Tamayo, con cerca de 10 mil habitantes y; San Juan de la Vega, con 8, 800 habitantes.
Debe destacarse que estas comunidades tienen más población que municipios enteros de nuestro estado, como Atarjea o Santa Catarina.
Celaya es uno de los municipios con mayor desarrollo económico de la entidad, y por ello ha logrado situarse entre las ciudades más competitivas del país, en términos de capacidad de generación económica y oportunidades para hacer negocios.
Empero, el municipio se enfrenta a severos problemas de seguridad pública y ocupa, de acuerdo con los datos aportados por INEGI en 2007, el segundo lugar estatal en criminalidad, con una alta tasa de robos a casa habitación, a transeúntes y robos de vehículos.
Sólo en 2006 INEGI reporta que de los 80,181 delitos registrados en el estado, 13,322 fueron cometidos en Celaya, esto es, más del 15% de los delitos totales de la entidad.
Ocupa asimismo el segundo lugar estatal en delitos relacionados con la violencia familiar, y el segundo en delitos sexuales. Estas condiciones delictivas sin duda afectan no sólo las condiciones de competitividad, sino sobre todo los derechos humanos de los más vulnerables.
Otro problema grave que enfrenta la Ciudad de Celaya es el elevado número de suicidios, pues de acuerdo con INEGI, en 2006 se registraron 31 casos de suicidio, mientras que en León, un municipio con 3 veces más población, se registraron 54 casos.

1. LA POBREZA Y LA DESIGUALDAD EN CELAYA

De acuerdo con el CONEVAL, en Celaya se detectó que el 11.5% de la población se encontraba en condiciones de pobreza alimentaria, esto es, 47,824 personas (población similar a la de todo el municipio de Jerécuaro); y 41.3% de la población se encontraba en pobreza de patrimonio, esto es, poco más de 170,500 personas (cifra superior a toda la población del municipio de Guanajuato).
Debe señalarse que de acuerdo con INEGI, 10,800 familias recibían en Celaya a diciembre de 2006 el Programa Oportunidades, ubicadas en un total de 96 localidades del municipio.
Asimismo, los datos de Conapo recogidos por IPLADEG, indican que de la población ocupada en Celaya, el 38.07% percibe ingresos de hasta 2 salarios mínimos. Debe señalarse además que en Celaya se estima que más de 6,900 hogares son perceptores de remesas, y que más de 8 mil hogares cuentan con algún o algunos de sus miembros en los Estados Unidos de América.
Por otra parte debe destacarse que al igual que en todo el país, en Celaya se presentan amplias brechas de desigualdad entre su mancha urbana y las localidades rurales; pues mientras que en la cabecera municipal sólo cerca del 4% de la población en edad escolar no asiste a la escuela, en Rincón de Tamayo o San Juan de la Vega, los porcentajes son del 7% y del 8%, respectivamente, o bien en localidades como Estrada o San José el Nuevo, que superan los mil habitantes, los porcentajes son de 11 y 12%.

2. LA MARGINACIÓN EN CELAYA

De acuerdo con Conapo, Celaya tenía en 2005 un grado de marginación muy bajo; aún con ello, en ese año, el 9.19% de los ocupantes de las viviendas del municipio habitaban en piso de tierra, esto es más de 37,800 personas.
Asimismo, más del 31% de las viviendas vivía con algún grado de hacinamiento y el 36.4% de la población mayor de 15 años no había concluido los estudios de educación básica completa.
La desigualdad en el acceso a los servicios al interior del municipio es aún muy grande pues mientras que en la cabecera municipal se han logrado abatir prácticamente todos los indicadores de marginación, en localidades como San Juan de la Vega, el porcentaje de población con viviendas de piso de tierra en 2005 era de 36.6%, esto es, 3,169 de los 8,803 habitantes de esta localidad.
Otro ejemplo de la desigualdad se encuentra en el hecho de que en 2005, de acuerdo con el Índice de Rezago Social, mientras que en la cabecera municipal sólo el 3.6% de las viviendas carecían de excusado o servicios sanitarios, en una localidad como San Miguel Octopan (una localidad de más de 11 mil habitantes) el porcentaje era de 10.71%.
Lo mismo ocurría en el caso del porcentaje de viviendas habitadas que no disponían de agua entubada pues mientras en la cabecera municipal era de sólo 1.85%, en San Miguel Octopan era de 13.24%.

3. EL DESARROLLO HUMANO EN CELAYA

De acuerdo con el Índice de Desarrollo Humano Municipal, ajustado a 2006 por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en Celaya se tenía un Índice de Desarrollo Humano de .8193, similar al de países de Europa como Bulgaria o cercano al promedio nacional alcanzado por nuestro país en 2007.
A pesar de lo anterior, Celaya tiene rezagos pendientes en dos de los componentes esenciales del índice, que son la educación y la salud. De acuerdo con el Anuario Estadístico en educación 2007 de INEGI para el estado de Guanajuato, de los 365,951 personas mayores de 5 años que hay en el municipio, 23,693 carecen de toda escolaridad, esto es, el 6.48% de esta población.
Asimismo, en el municipio se estima que poco más del 4.6% de la población entre 6 y 14 años no asiste a la escuela, esto es, más de 4 mil niñas y niños que se ven privados de su derecho a la educación.
Lo mismo ocurre en educación media superior y en educación superior: así, de las 252,082 personas mayores de 18 años que hay en el municipio, en 2005 se tenía un registro de 208,105 que no han tenido la oportunidad de acceder a este nivel educativo; y de los 43, 977 que en ese año se detectó que habían logrado acceder a la educación superior, sólo 3,697 lograron completar 3 grados de la educación profesional.
Esto significa que si en el municipio hay 415, 869 mil personas, sólo el 0.8% de la población ha logrado aprobar 3 o más grados de educación superior, lo cual es una catástrofe en términos de equidad y desarrollo humano en Celaya.

CONCLUSIONES

1.Nuevamente en Celaya se demuestra que el desarrollo económico no basta para alcanzar el pleno desarrollo humano. Las estadísticas de delincuencia, suicidios y rezagos en educación, muestran que es necesario repensar la política social, tanto en el municipio como en el estado.
2.Una política social que no logre generar la integralidad en el combate a la pobreza, la desigualdad y el acceso a servicios sociales básicos, incluido el acceso a servicios de salud, es una política que estará incompleta, como es el caso de Celaya.
3.Es necesario que haya una urgente revisión de la política de superación de marginación y hacia dónde se están dirigiendo los recursos para verificar si las localidades mayormente pobladas, y que presentan rezagos como San Miguel Octopan, están logrando superar los rezagos o si bien la desigualdad persiste.
4.Una lección que debe aprenderse es que mientras sigan manteniéndose los niveles de desigualdad entre las cabeceras municipales y las localidades rurales o pequeñas, el mensaje que se seguirá enviando indirectamente a la población es que tiene que emigrar para tener acceso a condiciones de vida digna.

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