domingo, 5 de abril de 2009

Tres asuntos realmente vergonzosos. Periódico La Crónica

Saúl Arellano Opinión
Domingo 5 de Abril, 2009 Hora de modificación: 03:18
Algo, en realidad muchas cosas, están podridas en la forma gobernar y de hacer política en México. En los últimos días se han dado a conocer hechos que así lo confirman, tres de los cuales resultan emblemáticos de situaciones de verdadera vergüenza nacional.El primero de ellos ha sido protagonizado por el presunto delincuente –Miguel Ángel Almaraz– que el PRD había postulado a diputado plurinominal por el estado de Tamaulipas, y a quien, por la información disponible, le han sido detectadas numerosas cuentas bancarias con un saldo acumulado de varios cientos de millones de pesos.Muchos lo habíamos advertido: el riesgo de infiltración del crimen organizado es real y no hay “blindaje” de las malogradas instituciones con las que contamos, que alcance. Este asunto demuestra que ningún partido está a salvo de que sus candidatos tengan nexos con delincuentes, con lo que trágicamente los ciudadanos hoy sí estamos ante el riesgo de comenzar presenciar el inicio de un “narco-Estado”. ¿Qué pasaría si logran infiltrarse en el Congreso, uno, dos o más diputados federales, vinculados o financiados por el crimen organizado? Es una pregunta que hoy nadie puede decir que es descabellada y antes bien hay que planteárnosla en serio, todos, para tratar de evitarlo a toda costa.El segundo asunto de vergüenza nacional es el de los jornaleros guanajuatenses que, por los testimonios de la prensa local y nacional, vivieron un calvario de explotación digno de las narraciones más crudas del México Bárbaro de Kenneth Turner. La ONU sostiene en el marco de su campaña Global Iniciative to Fight Human Trafficking (UN-GIFT, por sus siglas en inglés), que el crimen de la trata de seres humanos es un hecho que debería avergonzarnos a todos. Pues eso es justamente lo que parece que ocurrió en contra de 200 campesinos que fueron reclutados, asómbrese usted, por el propio Servicio Nacional de Empleo, en sus oficinas en el estado de Guanajuato, y enviados a trabajar al estado de Sonora, a los viñedos Las Mercedes, en donde a decir de las víctimas, se les pagaban 200 pesos diarios por jornadas de trabajo de hasta 15 horas, y de los cuales les eran descontados hasta 180 pesos por comida y alojamiento. Esto sin duda es indignante.Lo es más si se considera que el subprocurador de los Derechos Humanos en el estado de Guanajuato, al recibir la queja de los dos campesinos que denunciaron inicialmente los hechos, les dijo que lo que les había pasado era “¡un castigo de Dios!”. Lo peor es que ese sujeto, en lugar de actuar como le obliga la ley, se comportó como un militante de secta del siglo XII.Más hechos bochornosos sobre el tema: el gobierno del estado se lavó las manos y dijo que era un asunto federal; mandaron unos autobuses viejos a recoger a los otros jornaleros explotados a Sonora, uno de los cuales, según me contó uno de sus pasajeros, se descompuso en Guadalajara cuando venían de regreso. En lugar de abrir una averiguación previa; en lugar de cesar al encargado de la Oficina del Sistema Nacional de Empleo; en lugar de iniciar pesquisas para determinar si había funcionarios involucrados y cómplices; y sobre todo, desarrollar acciones para atender a las probables víctimas de trata de personas, como marca la ley, el gobierno del estado se limitó a hacer “lo mínimo”, y es fecha en que el gobernador que no ha dado la cara al respecto.La tercera de las acciones vergonzosas de esta semana se encuentra con el caso del probable uso de los recursos de la Lotería Nacional con fines electorales, para beneficiar al candidato del PAN a la gubernatura de Campeche. No es la primera vez que la Lotenal es usada con fines políticos y de beneficio personal. Hay que recordar el escándalo de “Vamos México”, protagonizado por la señora Martha Sahagún, con la complicidad de su marido, quien trabajaba como coordinador nacional electoral de Acción Nacional, pero que cobraba como Presidente de la República.De todo esto, lo más grave y peligroso para México es que sólo hay un consignado ante las autoridades. ¿Y los demás? ¿No habrá consecuencias para quienes explotaron hasta la infamia a los campesinos de Guanajuato en el Viñedo Las Mercedes? ¿Es ético que el director de la Lotenal sea mantenido en el cargo, gozando de salario y prestaciones ante la magnitud de las que enfrenta?La política nacional es realmente una desgracia. Y para colmo, el reparto de las “pluris” en todos los partidos no deja ver sino que los próximos tres años vamos a tener un Congreso que va a seguir siendo de pena ajena. Mientras tanto, el cinismo y la impunidad seguirán campeando; en serio, ¡qué vergüenza!

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