domingo, 30 de mayo de 2010

El ridículo contador de empleos del Gobierno. Periódico La Crónica

Saúl Arellano
Opinión Domingo, 30 de Mayo, 2010
http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=509441

“Sería cómico, si no fuese trágico”, reza un dicho popular. Así puede resumirse el contador electrónico de empleos que presentó el secretario del Trabajo, Javier Lozano, en su última conferencia de prensa, anunciando que en lo que va del año, se han creado cerca de 400 mil puestos de trabajo “con nombre y apellido”, presume el funcionario, como si los más de 2.4 millones de “desocupados”, fuesen seres anónimos o entes imaginarios.

He sostenido a lo largo de los dos últimos años, que la estrategia propagandística del gobierno, además de mentirosa es abusiva, porque en lugar de advertirle a la población que la situación por la que atravesamos es crítica, quieren hacernos pensar que todo va bien; que si pensamos “en positivo” las cosas van a mejorar en automático, como si la realidad social respondiera a los postulados de los libros de superación personal.

Pareciera pues que el secretario Lozano basa su pensamiento en ese tipo de textos, y cree que mostrándonos “cifras maravillosas”, los mexicanos saldremos al día siguiente alegres de tener la oportunidad de buscar cómo paliar el hambre, ya sea vendiendo piratería en la mejor esquina posible, o “fayuca” en el tianguis más cercano, al fin y al cabo, la informalidad también cuenta en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo.

Lo peor de todo este entuerto es que pareciera que el Gobierno ya entró a un juego perverso en el que sus funcionarios intentan vendernos “cifras alegres”, mientras que los investigadores seguimos insistiendo en que no están diciendo la verdad completa, en una espiral que parece funcionar bajo el principio de a “ver quién se cansa primero”.

Así las cosas, el secretario Lozano no dice que “falta mucho”, pero que vamos por la ruta correcta. Nada más falso: sostiene que la creación de 400 mil empleos es sinónimo de inequívocos signos de recuperación. Sin embargo, lo que no nos dice, es que esos 400 mil empleos no alcanzan ni para cubrir el crecimiento natural de la Población Económicamente Activa (PEA).

Es decir, es cierto que se ha creado esa cantidad de empleos, pero lo es también el hecho de que la demanda de puestos de trabajo le supera con mucho.

Una de las lecciones elementales en los cursos básicos de estadística, consiste en advertir que se debe tener sumo cuidado en la distinción de cuándo “mucho es poco, o poco puede ser mucho”. Y aquí no depende de la perspectiva, sino de las dimensiones y proporciones con respecto a las cuales se presenta un dato o una cifra.

Para ilustrar lo anterior, veamos lo que dice el comunicado número 148/10, fechado el 25 de mayo por el INEGI: “Con datos desestacionalizados, en el mes en cuestión (abril) la Tasa de Desocupación (TD) a nivel nacional fue de 5.53% con respecto a la PEA, tasa que superó a la tasa de marzo pasado en 0.58 puntos porcentuales. La comparación anual muestra un incremento en la tasa de desocupación (5.45% vs 5.25%) y una disminución en la subocupación (9.4% vs 12%), durante abril de este año, con relación al mismo mes (sic) de un año antes”.

En función de lo anterior, vale la pena plantear una cuestión meramente lógica: según los datos oficiales, en abril de este año, en materia de desocupación, estamos peor que en el mismo mes de 2009; y también estamos peor con respecto al mes de marzo de este 2010. Luego: si estamos peor ¿cómo es que vamos por el camino correcto? Desde mi perspectiva, sostener que estamos mal, pero que vamos bien, es producto de una mente que ha perdido la razón.

Porque como muestran los datos, no es que nos estemos recuperando lentamente y de lo que se trata es de acelerar la marcha; muy por el contrario, hay retrocesos constantes. De este modo, lo evidente es que no contamos con datos que permitan afirmar que en los próximos meses, sin modificar las políticas públicas en materia económica y social, habrá una tendencia sostenida y creciente de reducción de la desocupación y con ello, de mejoramiento de las condiciones de vida de los mexicanos.

Por ello resulta ofensiva la propuesta del señor Lozano de “flexibilizar” el mercado laboral, porque simplemente a estas alturas no hay mercado laboral al cual podamos hacer más flexible. Para sostener este dicho, apelo a la cifra de la propia Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, del Primer Trimestre de 2010: de los 43.63 millones de personas ocupadas, el 64.3%, es decir, más de 28 millones, no tienen acceso a servicios de salud por el trabajo que desempeñan.

A lo anterior hay que agregar que más de 2.66 millones perciben ingresos inferiores a un salario mínimo al día, es decir, el 9.2% del total de personas ocupadas como subordinados o asalariados; de este mismo segmento, sólo la mitad cuenta con un contrato escrito.

Por todos estos datos, si el próximo mes, con información similar el secretario Lozano vuelve a presentarnos su “contador electrónico de empleos”, alguien de su equipo debería considerar seriamente recomendarle la visita a un psiquiatra.

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