domingo, 28 de diciembre de 2008

La crisis vista desde Manhattan. Periódico La Crónica

Saúl Arellano
Domingo 28 de Dic., 2008 Hora de modificación: 01:49
La crisis financiera no ha tocado fondo y ya dejó un saldo importante de gente que ha perdido sus empleos, sus seguros médicos y en numerosos casos hasta la parte sustantiva de su patrimonio al haber tenido que rematar o malbaratar sus coches, bienes primarios para el hogar o bien, hasta sus propias casas. En efecto, de acuerdo con algunas cifras no oficiales, el 35% de la población tiene que elegir entre pagar la renta de sus viviendas o comer.Y si alguien cree que este diagnóstico se refiere a alguna de nuestras ciudades en México, quizá sea más angustioso darse cuenta que el dato se encuentra en múltiples anuncios en autobuses o postes de la ciudad de Nueva York, no en los suburbios, sino en las mismísimas 5ª o Broadway Avenue.Lo angustioso proviene del hecho de pensar que si esto está ocurriendo en pleno “ojo de la tormenta”, en donde todo engañosamente parece no ser tan grave, habría que ir tomando previsiones mucho más aceleradas y realistas que las que se han generado hasta ahora, considerando que las redes de protección con que contamos en México son mucho más inapropiadas, débiles y cortas que las existentes en los Estados Unidos de Norteamérica.Nueva York es sin duda una de las principales metrópolis planetarias, no sólo por su dimensión y densidad poblacional, sino porque es la sede de uno de los ejes fundamentales del poder económico regional y global. Para ponerlo en perspectiva, el PIB de la zona metropolitana de Nueva York era hasta mediados de 2008 ligeramente superior al de todo Hong Kong, y mayor que la suma de las economías de todos los países de Centroamérica.Aún con ello, las perspectivas no son nada halagüeñas para su población. Una encuesta presentada el 23 de diciembre, fecha en la que de acuerdo con el canal de televisión 1NY, la gente, incluidos los no cristianos (que aquí son muchos) suele “estar mucho más confiada” debido a la proximidad de la Navidad, más del 60% de la población de Nueva York estaba convencida de que 2009 será un peor año en lo económico que el 2008, considerando además que cerca del 70% de la misma población considera que 2008 ha sido un “mal año económico para todos”.Con estos datos a la mano, decidí salir a la calle y preguntar la opinión de gente común y corriente sobre lo que creen que está por venir en los siguientes meses respecto de su bienestar económico, su calidad de vida y la calidad de vida de los demás. De las breves entrevistas que realicé he seleccionado cuatro testimonios que, me parece, dan cuenta del estado de ánimo general de la población:Amy Brewer, de Arkansas, sostiene: “Estoy aquí (en Nueva York) de vacaciones; lo que yo creo es que el próximo año será muy duro. La gente está perdiendo sus empleos en todas partes y será seguramente en enero o febrero que agoten sus ahorros cuando comiencen a desesperarse. Yo pienso que habrá más gente pidiendo asilo en los albergues, y que más va a perder sus cosas, sus coches para poder atender su salud o para poder seguir mandando a sus hijos a las escuelas. Creo que el próximo año va a ser seguramente más difícil que éste”.Zosia Roscislaw de Polonia, quien es propietaria de una tienda de regalos en la 7ª Avenida: “lo que estamos sintiendo es que aún cuando sigue viniendo mucha gente, ya no está comprando tanto como antes. Vienen y buscan principalmente las ofertas, y si antes llevaban dos o tres cosas, ahora llevan una o quizá dos. Y estamos en las fechas fuertes de regalos; no quiero pensar cuando termine la temporada y baje el turismo”.Sandra San Juan, de Ecuador: “Yo llegué aquí hace dos años y agarré un buen jale, pero ahora ya nos anunciaron que sólo vamos a trabajar tres o cuatro horas diarias, y que nos van a pagar si bien nos va a cinco (dólares) la hora. Y si reclamas, pues es muy simple; te dicen: sabes qué, con la crisis hay mucha gente que anda buscando así que si lo quieres, si no habrá mucha gente que prefiere tener cinco dólares a no tener nada”.Miguel López, de Puebla, México: “Nosotros estamos tratando de organizarnos más con los clubes que hay de poblanos por acá. Ya sabes, que aquí Nueva York es ya como la segunda casa del mole. Entonces lo que estamos haciendo es tratar de organizar colectas para cuando algunos de los compañeros se queden sin casa, pues tratar de ayudarles con la renta o ya por lo menos para un taco. Aquí la cosa ya se puso fea, y algunos ya mejor se regresaron. Nosotros trabajamos más en la construcción, y ahorita no están dando trabajo. Y ya casi ninguna empresa te está dando tiempo extra, que era lo que generalmente mandábamos a nuestras casas. Ahora ya no se puede, y ni cómo mandar traer a la familia. A qué la traes nomás a pasar frío y hambre”.A estos testimonios hay que agregar la innumerable lista de negocios con el fatídico anuncio en sus entradas: “going out off the business”; la gran mayoría, de acuerdo con una nota del New York Daily News debido a la imposibilidad de continuar pagando rentas, la caída de las ventas o simplemente, la imposibilidad de mantener el nivel de inventarios requeridos en una tienda de una zona tan tradicionalmente dinámica como Times Square.La desesperación está en todos los niveles. El caso del inversionista francés Rene-Thierry, quien la semana pasada se quitó la vida cortándose las venas de las muñecas de ambas manos, es el caso más reciente y sonado de la ya larga lista de corredores de bolsa, asesores e inversionistas que han perdido dinero y que han decidido suicidarse ante la magnitud de las pérdidas.La gente está improvisando como puede, y la única estrategia que han encontrado a la mano, a decir de muchos de los encargados de tiendas con los que he podido hablar en los últimos días, es reducir los precios y tratar de sostener ganancias bajas hasta que lo peor pase y comience la recuperación de la economía lo cual, la gran mayoría cree que no va a ocurrir sino hasta dentro de quizá un año y medio o dos.Frente a todo esto, quizá la lección más poderosa que podemos aprender en México es que lo peor que podemos hacer es cruzarnos de brazos. Sin embargo, a pesar de que sí tenemos posibilidades de aprovechar toda esta turbulencia y transformarnos estructuralmente, los fundamentalistas del mercado siguen actuando como fieles ayatolas de la mano invisible y las ventajas competitivas, sin terminar de comprender que la globalidad tal y como la entendíamos hasta el presente año deberá transformarse si quiere tener viabilidad y permanencia.En este inédito escenario, los catecismos de la Secretaría de Economía y Hacienda siguen con sus viejas y desgastadas letanías, mientras un nuevo catálogo de ficciones se apodera de nuestra realidad llevando a más gente a la pobreza en todos sus alcances y dimensiones: Rolando Cordera nos dice que el investigador emérito del SNI, Fernando Cortés, calcula que habrá a principios de 2009 un millón más de pobres alimentarios con respecto a los contabilizados en 2006, es decir, más de 15 millones de personas hambrientas en México, que claman por justicia y dignidad, mientras la ineficacia y la estulticia en la SRA, en Sagarpa y en otras dependencias responsables de las políticas de atención a muchos de los más pobres, siguen de la mano con cifras récord de subejercicio y manejos sospechosos de los recursos frente al escenario electoral del 2009.La tragedia no es nuestra única alternativa y en nuestras manos está avanzar hacia nuevas y más profundas reformas, que permitan construir puentes de solidaridad, justicia y dignidad para todos. Mientras tanto la crisis, vista desde Manhattan, se ve peor de lo que allá nos cuentan …

lunes, 22 de diciembre de 2008

Yuriria: rezago ecológico y social. Periódico Correo

Por: Saúl Arellano, Lunes, 22 de Diciembre de 2008
http://www.correo-gto.com.mx/notas.asp?id=97613

El nombre de este municipio proviene de la voz purépecha "Yuririapúndaro", que significa "lugar de sangre". Fue fundada en 1540 y en 1852 fue nombrada como Villa por el Congreso del estado.
El 01 de enero de 1914 le fue otorgado finalmente el título de ciudad, con el nombre que lleva hasta ahora.
Yuriria limita con los municipios de Valle de Santiago, Jaral del progreso, Salvatierra, Santiago Maravatío, Moroleón, Uriangato y con el estado de Michoacán.
En este municipio se encuentra la denominada "Laguna de Yuriria", la cual fue la primera en su tipo en toda América Latina, pues se trata de una construcción humana, y la cual fue nombrada en 2004 por la Convención Ramsar, como uno de los 112 humedales mexicanos de importancia internacional.
También es considerada por el Instituto de Ecología del Estado como área natural protegida, pues es uno de los embalses clave en la ruta migratoria de aves entre aviar México, Estados Unidos y Canadá.
A pesar de lo anterior, la laguna ha estado amenazada desde hace años en su viabilidad por la prácticamente inexistencia de una política ambiental en la entidad, así como las pésimas políticas agropecuarias y medioambientales que anteponen los intereses de empresarios amigos de los gobernantes, al interés planetario de conservar todos los "cuerpos de agua" del planeta, ante la crisis del calentamiento global.
Para corroborar lo anterior basta con que cualquier lector intente comunicarse a los números de Ecología o de Ciencias Agrícolas del Estado, para darse cuenta de que los teléfonos nunca son contestados o bien los correos electrónicos jamás son atendidos.
Ya no se diga en la Secretaría de Desarrollo Agropecuario donde los directores de área asumen que por el sueldo que perciben no tienen responsabilidad de atender a la población, pues tampoco toman nunca las llamadas.
Así las cosas, la crisis ecológica que atraviesa el municipio desde hace ya al menos dos décadas, se sitúa en un contexto social en el que INEGI contabilizó en 2005 que había 63,347 habitantes, de los cuales 28,923 eran hombres y 34,524 eran mujeres; con una tasa de decrecimiento poblacional de -2.63% anual, como el segundo municipio con mayor porcentaje de pérdida de población por año en el estado.
Con esta composición poblacional, Yuriria presentó un índice de masculinidad de 83.8 hombres por cada cien mujeres, la cual es la cuarta tasa más baja de la entidad.
Con esta tasa de pérdida de población, CONAPO estima que en 2012 habría en Yuriria sólo 55,254 habitantes, es decir, una reducción de 8,093 personas en sólo 7 años, lo que representaría, de confirmarse la tendencia, el equivalente a la pérdida del 12.7% en el lapso señalado.
Así, en 2012 habría 24,917 hombres y 30,337 mujeres, con lo que su índice de masculinidad se situará en 82.13 hombres por cada 100 mujeres, lo que implica que se acentuará la pérdida de población masculina.
LA POBREZA
Yuriria es un municipio con mucha pobreza. En 2005 CONEVAL identificó que el 27.2% de su población estaba en condición de pobreza alimentaria, es decir, 17,257 personas en situación de hambre.Asimismo, este organismo detectó que el 36.4% de la población, es decir, 23,094 personas en condición de pobreza de capacidades; mientras que otro 61.7% de sus habitantes, es decir, 39,146 personas estaban en condiciones de pobreza de patrimonio.
Estos niveles de pobreza son realmente inauditos, sobre todo por la disponibilidad de alimentos que podría haber si se desarrollasen proyectos acuícolas respetuosos del medio ambiente en la Laguna.
Sin duda alguna este cuerpo de agua podría garantizar "hambre cero" no sólo para Yuriria, sino para al menos todos los municipios colindantes, pero para ello se requiere de talento, voluntad y capacidad de generar una nueva batería de políticas públicas para el desarrollo basada en una noción de justicia social y de gobierno responsable; y de esto es justamente de lo que carece tanto Yuriria como el estado de Guanajuato.
Los datos de CONAPO confirman los niveles de pobreza del municipio: en 2005, CONAPO estimó que el 56.5% de la población ocupada en el municipio percibía 2 salarios mínimos o menos al mes, es decir, de la gente que logra conseguir empleo, más de la mitad gana apenas alrededor de 180 pesos diarios.
LA MARGINACIÓN
De las 88 localidades que integran al municipio, el Índice de Marginación 2005 de CONAPO identificó a 4 en condiciones de "Muy Alta Marginación"; 54 localidades más en condiciones de "Alta marginación", en las que habitaban 18,927 personas; 23 localidades en "Grado medio de marginación"; 7 con "Bajo grado de marginación"; y destaca que Yuriria es uno de los 10 municipios de la entidad que en 2005 no tenían a ninguna localidad en "Muy bajo grado de marginación".
Lo anterior implica que en el año de referencia, en Yuriria el 17% de la población carecía de servicios sanitarios o de drenaje; que el 4% careciera de agua potable, lo cual, una vez más, con la presencia de la Laguna de Yuriria, es simplemente inconcebible; que el 7.8% de la población habitaba en viviendas con piso de tierra y que el 41.7% de la población habitaba en viviendas con hacinamiento.
EL DESARROLLO HUMANO
Además de pobre, Yuriria es un municipio con retrocesos importantes en desarrollo humano. De acuerdo con el Índice de Desarrollo Humano Municipal del PNUD, Yuriria tuvo en el 2005 una tasa de asistencia escolar de apenas 57.7%.
Esto es reflejo y causa del enorme analfabetismo que persiste en el municipio, pues el 16.24% de su población mayor de 15 años no sabía leer ni escribir en el año referido, es decir, 6,897 personas en esta condición, de las cuales 2,961 eran hombres y 3,936 mujeres.
Asimismo INEGI identificó que en 2005 había 317 menores de entre 8 y 14 años que no sabían leer ni escribir, de los cuales, 182 eran niños y 135 niñas. Por otra parte, ese mismo organismo detectó que había 234 niñas y niños entre los 6 y los 11 años que no asistían a la escuela, en una grave violación a sus derechos humanos fundamentales.
Por si fuera poco, CONAPO estimó que en 2005 había en este municipio un 44.7% de la población mayor de 15 años que no había concluido sus estudios de educación primaria; y CONEVAL estimó por su parte, para ese mismo año, que en el municipio había un 64.43% de la población mayor de 15 años que no había concluido estudios de educación secundaria, dato alarmante pues implica que 2 de cada 3 personas mayores de 15 años en Yuriria no han concluido siquiera la educación básica.
Por todo lo anterior, Yuriria alcanzó en 2005 apenas un promedio de escolaridad de 5.54 grados.
En materia de salud, las cosas no han mejorado mucho. La tasa de mortalidad infantil en el municipio sigue muy por arriba de la media estatal y de la nacional. En el 2005 se situó en 22.57, tasa similar a la que presentó en ese mismo año un país como El Salvador.
En materia de equidad de género, Yuriria es uno de los municipios con mayor desigualdad en el ingreso que perciben los hombres frente al de las mujeres. En 2005 se estimó que los hombres ganaban en promedio 8,747 dólares, mientras que para las mujeres el ingreso promedio fue de 2,644 dólares, es decir, 3.3 veces menos.
En síntesis, Yuriria tuvo un tremendo retroceso en su posición en el índice del desarrollo humano, pues cayó del lugar 937 a nivel nacional en el año 2000, al lugar 1,358 en el año 2005, con lo que se situó muy carca de los mil más rezagados en México.
Con esto, su índice de desarrollo humano fue de .7494, similar al que en 2005 presentó un país como la República Islámica de Irán.
CONCLUSIONES
Con este artículo concluye esta serie "Viaje al centro de la desigualdad". Quiero dejar constancia de mi agradecimiento al periódico Correo por la confianza en este proyecto y por el espacio y el trabajo de todo el equipo de reporteros que han dado seguimiento a los temas en las comunidades más pobres en el estado.
Después de 46 artículos es evidente que Guanajuato requiere de otras políticas, más aún en el contexto de la crisis económica global que estamos viviendo. Al inicio de la serie, el Gobierno del Estado ofreció mostrar datos de una realidad distinta, y es fecha que no lo han hecho.
La desigualdad es la peor amenaza a los derechos humanos en nuestro estado. Los indicadores de migración, pobreza y marginación, lejos de disminuir significativamente, se han agudizado en la mayoría de los casos, y seguramente la situación lamentablemente será peor por los efectos de la crisis.
Es hora de exigir al Gobierno del Estado y de los municipios que modifique sus estrategias, sus metas y sus objetivos, si realmente ha de cumplir con el mandato que la Constitución y las leyes le han asignado.

domingo, 21 de diciembre de 2008

El escándalo del trabajo infantil



Saúl Arellano Opinión
Domingo 21 de Dic., 2008 Hora de modificación: 02:02
El estudio de las estadísticas sociales tiene al menos un doble propósito: 1) conocer las dimensiones de un fenómeno y; 2) construir proyecciones sobre cómo este fenómeno podría “comportarse” dadas ciertas condiciones. Desde el punto de vista de la política pública, ambos propósitos son esenciales.El primero sirve para elaborar diagnósticos más allá de las meras percepciones de los gobernantes. Esto es fundamental, porque si algo hemos padecido en nuestro país es precisamente el “voluntarismo” de los políticos que, dicho coloquialmente tomaron, y en muchas entidades y municipios siguen tomando, decisiones “a la buena de Dios”.El segundo propósito está relacionado con las capacidades de planeación, es decir, con la posibilidad de proyectar, nuevamente con base en la evidencia que existe sobre las dimensiones de un problema, la acción pública tanto en el corto como en el mediano y largo plazos.Como suele ocurrir también en nuestro país, en la construcción de políticas gubernamentales vamos dando tumbos de un extremo al otro. Hoy lo que ocurre es que en aras de la “planeación estratégica” y una supuesta “cientificidad a prueba de todo” en el diseño de las políticas públicas, se ha olvidado que la acción del gobierno debe ser esencialmente ética, y que en esa medida, debe poner al servicio de las instituciones, instrumentos de la mayor precisión posible, pero con el objetivo último de cumplir con los mandatos que la Constitución, sus leyes, y hoy los acuerdos y tratados internacionales, les asignan.De manera lamentable, desde hace ya casi 15 años se instauró en los gobiernos de todos los colores y posiciones, una moda tendiente a llevar a las instituciones al ámbito de la gerencia; y en ese sentido, de pronto se asumió prácticamente que el fin último del gobierno era “gerenciarse a sí mismo”, dejando de lado los valores más poderosos que se han construido en la modernidad y en otras épocas para construir y garantizar la legitimidad del Estado, sobre todo cuando de lo que se trataría hoy es de avanzar hacia un modelo de acción pública cada vez más incluyente y democrático. Todo lo anterior es importante porque hay temas que han dejado de formar parte de las prioridades públicas en nuestro país, las cuales, aún con la información disponible, deberían obligar a generar más estudios para aproximarnos a la dimensión que tienen, y al mismo tiempo, para plantear metas en el mediano plazo que tengan como propósito reducir la desigualdad, la pobreza y la vulnerabilidad de las personas. Uno de los casos más preocupantes es el del trabajo infantil. Es una realidad que en medio de la pobreza en que vivimos, se ha convertido en una práctica socialmente tolerada que constituye sin duda alguna un obstáculo a la vez que una renuncia a la búsqueda de una sociedad solidaria con los más vulnerables, pero sobre todo, una sociedad que tenga como fundamento de sus acciones, poner siempre a los niños primero.El módulo sobre trabajo infantil de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 2008, muestra una tremenda realidad que constituye de verdad un escándalo: en México hay 3.9 millones de niñas, niños y adolescentes que trabajan, de los que cerca de 250 mil tienen menos de nueve años, y que viven una tragedia cotidiana que los aleja de ver cumplidos de manera integral sus derechos humanos.Las niñas y los niños, independientemente de las tradiciones, usos y costumbres de la sociedad o cultura de que se trate, tienen derecho a estar protegidos contra toda forma de explotación, de abuso, de maltrato o de situaciones que pongan en riesgo sus vidas, y en México éste y otros derechos son pisoteados todos los días en detrimento de la integridad y dignidad de nuestras niñas y niños, comprometiendo con ello una buena parte de nuestro futuro como sociedad nacional y también global.Los basureros de todo el país, los campos agrícolas, cantinas, bares, restaurantes y muchos otros lugares inapropiados, no sólo para el trabajo, sino para la sola presencia de las y los niños, son lamentablemente espacio para la ignominia y la explotación, ante las miradas ya no sólo ausentes, sino indolentes de autoridades de toda laya, las cuales prefieren voltear la mirada hacia otra parte y simplemente negar la brutal realidad en que viven miles de niños. Sin duda es más fácil repartir cheques y despensas, que detonar procesos de inclusión social.El actual Ejecutivo federal prometió ser el “Presidente del empleo”; y en efecto lo está siendo, pero de cada vez más niñas y niños que en lugar de estar laborando, con o sin salario, deberían encontrarse en escuelas de calidad, en espacios deportivos, recreativos o culturales; deberían estar en librerías o bibliotecas, o simplemente conviviendo en sus hogares.Por el contrario, nuestro país sigue sin ratificar acuerdos internacionales, como el Convenio 138 de la OIT, el cual insta a todos los Estados-parte a elevar la edad mínima de ingreso al trabajo a cuando menos 16 años, aunque diversos documentos señalan que la meta a la que deberíamos aspirar es a situarla en un futuro no muy lejano, en 18 años. Tampoco se han tomado todas las medidas necesarias para adecuar el marco jurídico para reglamentar al trabajo nocturno como aquel que se realiza de las 20:00 horas a las 06:00 horas del día siguiente, y no de las 22:00 a las 06:00 horas, como actualmente está reglamentado en nuestro país. Esta medida debería permitir, por ejemplo, que las niñas y los niños no estuvieran explotados en los supermercados, en trabajos que se diga lo que se diga, sí pueden atentar en contra de su integridad física y los sitúa desde luego en condiciones de riesgo a los que simplemente no deberían estar expuestos.Hay entidades de la República en las que en sus códigos penales no se han prohibido explícitamente los castigos corporales (el trabajo o algunas formas de trabajo incluidos) en contra de los niños, y tampoco se han llevado a cabo las modificaciones necesarias para que explícitamente la Ley Federal del Trabajo prohíba que a las mujeres se les paguen menores salarios por trabajos similares a los desempeñados por los hombres.Estas condiciones, además de las oprobiosas circunstancias de pobreza que viven las niñas y niños indígenas, constituyen ámbitos propicios para continuar tolerando su explotación. No es casual en este contexto, que más del 60% de las niñas y niños que trabajan en los campos agrícolas del país provengan de comunidades indígenas y que más de la mitad de las niñas, los niños y los adolescentes que no van a la escuela sean también pertenecientes a pueblos indígenas.La última medición que se había hecho con respecto al trabajo infantil data de 2002, año en el que se identificó que 3.2 millones de niñas y niños trabajaban en nuestro país. La cifra se elevó trágicamente a 3.9 millones al mes de agosto del 2008, cuando todavía los efectos de la crisis no comenzaban a arrojar a la gente de sus trabajos a la calle, lo que seguramente llevará a que más niños y jóvenes tengan que incorporarse al mercado laboral para contribuir a la supervivencia de sus familias.Todo esto, debe decirse, no es sino resultado de la perversa lógica económica que hoy nos tiene entre la angustia y el susto, a pesar de los ridículos comerciales de televisión que nos llaman a no tener miedo. México requiere modificar sus patrones de crecimiento y desarrollo económico y refundar el pacto social que nos da cohesión como país.No es exagerado sostenerlo de este modo: el trabajo infantil evidencia que nuestro pacto social está fracturado; y que hay unos cuantos que se han apropiado casi de todo, dejando en el hambre, la pobreza y la enfermedad a millones de mexicanos a los que no les queda siquiera la alternativa de la migración, esa enorme fuga de humanidad que nos ha “desangrado” y que se está llevando a muchos de los mejores talentos que tenemos en México.

jueves, 18 de diciembre de 2008

Participación de Saúl Arellano en el Programa Mujer y Justicia

Les invito a escuchar el programa "Mujer y Justicia" que se transmitió por Radio Educación, el pasado 27 de noviembre, con motivo del Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres, y en el cual tuve oportunidad de participar

La Entrevista puede escucharse en el PODCAST de la estación, en el siguiente enlace:

http://www.radioeducacion.edu.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=1664&Itemid=194

lunes, 15 de diciembre de 2008

Xichú, un llamado a la vergüenza y a la dignidad. Periódico Correo

Por: Saúl Arellano, Lunes, 15 de Diciembre de 2008
http://www.correo-gto.com.mx/notas.asp?id=96699

Maxichú es un término chichimeca de cual deriva el actual nombre del Municipio de Xichú. Fue fundado en el año de 1585, con la finalidad de construir una base de control y de resistencia a los constantes embates que emprendían los Chichimecas contra los recién establecidos pueblos españoles en la región.
Xichú contaba en el año 2005 con 10,592 habitantes, de los cuales, 5,089 eran hombres y 5,503 eran mujeres, por lo que su índice de masculinidad se situó en 92.5 hombres por cada 100 mujeres, con una tasa negativa de crecimiento de 1.19% cada año, debido a los altos índices de migración que se registran desde hace 10 años.
En efecto, desde el año 2000 CONAPO identificó que Xichú es uno de los municipios con un índice de intensidad migratoria alto, pues el 15.28% de sus hogares contaban con un familiar en los Estados Unidos y dadas las tendencias, es probable que al 2010 este porcentaje haya rebasado el 20%.
Debido a estas tendencias demográficas, se prevé que para el año 2012 en Xichú habrá sólo 9,564 habitantes, de los cuales 4,536 serán hombres y 5,028 mujeres, con lo que su índice de masculinidad bajará a 90.2 hombres por cada 100 mujeres.
INEGI registró, que en 2005, el total de la población de Xichú se encontraba agrupado en 2,275 hogares (78.46%), de los cuales 1,785 eran jefaturados por hombres, y 490 (21.5%) por mujeres.
De estos hogares, 1066 tenían 5 miembros o más, en los que se concentraron 7,145 personas, es decir, 67.5% de la población en hogares de más de 5 integrantes. Sobresale el hecho de que 212 hogares tenían a 9 integrantes o más, es decir, cerca del 20% de la población, en sólo el 9% de los hogares.
Asimismo, estos hogares vivían en 2,234 viviendas, de las cuales, 1,973 tenían 4 o menos cuartos. Asimismo, INEGI detectó que de estas viviendas, había 1,079 con 5 ocupantes o más, entre las que se destacaron 219 viviendas con 9 ocupantes o más, en las que se concentraron 1,971 personas, es decir, nuevamente, cerca del 20% de la población hacinada en menos del 10% de las viviendas disponibles.
LA POBREZA EN XICHÚ
Xichú es el municipio de la entidad con mayor porcentaje de población en pobreza alimentaria. De acuerdo con el CONEVAL, en 2005 el 60.8% de la población se encontraba en esa circunstancia, es decir, casi 2 de cada 3 personas vivían en situación de hambre.
De acuerdo con el mismo organismo, 68.5% de sus habitantes vivían en condiciones de pobreza de capacidades, lo que significa que carecían de los recursos suficientes para satisfacer sus necesidades de alimentación, educación y salud.Finalmente, CONEVAL detectó que el 83.6% de los habitantes de Xichú vivían en condiciones de pobreza de patrimonio, es decir, personas que carecían de los recursos suficientes para satisfacer sus necesidades de alimentación, educación, salud, vivienda y transporte.
Estos datos coinciden con la información del Índice de Marginación, en el que se detectó que en 2005, en Xichú el 71.56% de su población ocupada (el porcentaje más alto del estado), percibía ingresos por debajo de los 2 salarios mínimos, esto es, menos de 90 pesos diarios, los que, distribuidos en hogares con alta densidad de población, implican que la mayoría de los hogares del municipio perciben menos de 10 pesos diarios por persona.
LA MARGINACIÓN
Además de ser el municipio con mayor población en pobreza, Xichú es también el municipio con mayor población en condiciones de marginación. De las 72 localidades con las que cuenta, 21 se encontraba, según el Índice de Marginación de CONAPO, en condiciones de "Muy alta marginación", en las que vivían 1,885 personas; otras 49 localidades fueron catalogadas como de "Alta marginación", en las que habitaban 7,305 personas; estos datos significan que 9,190 personas, es decir, 86.76% de la población total del municipio.
En contraste con lo anterior, Xichú no tenía en 2005 ninguna localidad en "Muy baja marginación"; y sólo 7 en "Baja marginación" con un total de 1,294 habitantes.
Estos datos implican que en Xichú, en 2005, el 45% de la población carecía de servicios de drenaje; que el 13.3% de sus habitantes vivían sin servicios de energía eléctrica, que el 40.4% de su población no tenía acceso al de agua potable al interior de sus hogares, que el 38% habitaba en viviendas con piso de tierra; y que más del 55% de la población viviera en condiciones de hacinamiento.
EL DESARROLLO HUMANO
Xichú es el municipio con menor grado de desarrollo humano en la entidad. Esto es producto de las condiciones de atraso en el cumplimiento de los principales derechos humanos.
Por citar sólo los más importantes debe destacarse que en 2005, el 23.69% de la población mayor de 15 años era analfabeta, es decir, 1,470 personas de las cuales 553 eran hombres y 917 mujeres.
Asimismo, INEGI detectó que en ese mismo año, 98 niñas y niños entre los 8 y los 14 años no sabían leer ni escribir; y CONEVAL estimó que el 8.46% de las niñas y niños entre los 6 y los 11 años no asistían a la escuela, esto es, 81 niñas y niños privados de su derecho constitucional a la educación.
Por otro lado, CONAPO estimó que el 49.57% de la población mayor de 15 años no había concluido los estudios de educación primaria; y CONEVAL estimó que el 76.03% de este grupo de edad no había concluido sus estudios de educación secundaria.
Como resultado, en Xichú se tuvo una tasa de asistencia escolar en 2005 de apenas 64.4%, y en general, se estimó que en el municipio el promedio de escolaridad de sólo 4.67 grados de estudio por persona.
Esto implica que por el simple hecho de nacer en Xichú, las niñas y niños de este municipio tendrán 4 grados menos de educación que en Celaya, lo cual evidencia las enormes injusticias que persisten en Guanajuato y ante las cuales, desde la indolencia de las autoridades, poco o nada se ha hecho para erradicarlas.
En materia de salud las cosas no están mejor. La tasa de mortalidad infantil registrada en 2005 en Xichú fue de 33.40 muertes por cada mil nacidos vivos. Esta tasa de mortalidad es similar a la que en ese mismo año se registró en un país africano como Argelia.
Por otro lado, los ingresos promedio de Xichú en 2005 fueron de 2,795 dólares por habitante y año; aunque la diferencia entre géneros debe destacarse pues mientras que los hombres de este municipio tuvieron ingresos promedio de 3,368 dólares, los ingresos reportados para las mujeres fueron de sólo 1,122, es decir, ingresos 3 veces menores a los de los hombres.
Con todos estos lamentables datos, Xichú tuvo en 2005 un IDH considerado por el Programa de las Naciones Unidas como "bajo", con un retroceso en la posición que ocupaba este municipio en la escala nacional del lugar 1,985, al lugar 2,167, lo que lo sitúa entre los 500 más rezagados del país.
Con ello, el IDH de Xichú fue en 2005 apenas similar al de un país como Vanatu, el cual ocupó el lugar 119 (entre 177) a nivel mundial en ese mismo año.
CONCLUSIONES
Este artículo sobre Xichú es el penúltimo de esta serie "Viaje al Centro de la Desigualdad". Los datos evidencian que es necesaria otra política social, que se plantee metas serias a cumplirse en 2012.
Lo mínimo debería ser que todos los municipios que están en estos grados de pobreza, recibieran recursos, programas y acciones, para al menos, situarlos a los niveles de los "promedios" estatales que hoy tenemos.
Es inaceptable que en un solo estado haya tales contradicciones: Celaya tiene niveles similares de desarrollo humano que países europeos; y municipios como Xichú a los de África.
Las autoridades pueden decir lo que quieran, pero esta realidad es de una injusticia atroz.
Hay datos que muestran cómo la nueva crisis económica global va a agudizar las condiciones de atraso en los municipios más pobres, y llevará los de desarrollo medio a mayores niveles de pobreza.
A la fecha no hay propuestas específicas de acción para enfrentarla, y lo más preocupante es que las autoridades continúan simplemente negando las evidencias bajo la lógica de que "si la teoría no se adapta a la realidad, pues peor será para la realidad".

domingo, 14 de diciembre de 2008

Profundamente Tristes ... Periódico La Crónica

Saúl Arellano Opinión
Domingo 14 de Dic., 2008
Hora de creación: 02:02 Ultima modificación: 02:02
México tiene comprometido su futuro. La cita para llegar a “mañana” se pone en duda cotidianamente, y las expectativas en todos los renglones se sitúan a la baja, en una espiral hacia ninguna parte a la que los mercados de todos lados nos arrastran.Los espacios de la subjetividad son por necesidad inasibles. Empero, hay datos que permiten aproximarnos a ese mundo complejo del “mundo interior” de las personas, en el que los sentimientos operan y mueven; oprimen y liberan, y sin duda alguna, cobran efectividad en las elecciones y en las acciones de las personas.La alegría, por ejemplo, es definida por el diccionario de la Real Academia de la Lengua, como un “sentimiento grato y vivo que suele manifestarse con signos exteriores”. Es por ello que este sentimiento y su presencia ha intentado ser medido en muchas sociedades; así por ejemplo, en Europa, a través del llamado “Eurobarómetro”, se incluye una pregunta sobre el “grado de felicidad en el que se identifican a sí mismas las personas”.En 2007, la mayoría de los entrevistados a través del instrumento señalado declararon sentirse felices, con casos sorprendentes como el de Dinamarca, en donde sólo el 3% de las personas declaró “no sentirse felices”. En segundo lugar se encontraron los irlandeses, seguidos de los finlandeses, los suecos y los noruegos.Es seguro que como lo he señalado en múltiples ocasiones, en el conocimiento de lo social no se pueden establecer relaciones lineales. Sin embargo, es de llamar la atención que precisamente los países señalados con altos “niveles de felicidad” en sus poblaciones, no son los más ricos del mundo, sino las sociedades con mayor equidad del plantea, esto si el Informe sobre el Desarrollo Humano del PNUD tiene razón.Como contrapartida, España, Grecia y Portugal se situaron por debajo de la “media de felicidad” europea; y los países del este de Europa, en particular Bulgaria, es en donde menos personas se declararon como “felices”. Joan Subirats, catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona, destaca la relación que puede existir entre los niveles de felicidad “identificados” por el Eurobarómetro, con los sistemas de bienestar, los niveles de equidad de género alcanzados, así como la ausencia de pobreza y desigualdad, y encuentra que en efecto son los países con Estados sociales más fuertes en los que la gente se declara más feliz.En nuestro país carecemos de instrumentos suficientes para medir el grado de felicidad de nuestra población; y por ello es de destacar la importante encuesta que impulsó el Dr. Miguel Széckely en la Subsecretaría de Educación Media-Superior (SEMS), relativa a los niveles de exclusión, intolerancia y violencia en las escuelas públicas de educación media-superior en el país.En esta encuesta se muestran dos ámbitos preocupantes: un tremendo entorno de violencia y discriminación entre los jóvenes que cursan el bachillerato; y un entorno de profunda tristeza entre los jóvenes que tienen entre los 15 y los 19 años de edad.En el primero de estos ámbitos, la encuesta destaca que al 54% de los estudiantes del nivel bachillerato “no les gustaría convivir con enfermos de sida”; a otro 52% “no le gustaría convivir con personas no heterosexuales”; a un 51% le disgustaría convivir con personas con discapacidad y a un 47% le disgustaría convivir con un indígena.Estos niveles de discriminación y de intolerancia ante la diversidad lo que nos evidencian es una terrible fractura del tejido social y la enorme ineficacia del sistema educativo nacional para cumplir con lo que establece la Constitución en su artículo 3º, en el sentido de promover una educación que contemple la inclusión social, la paz, la convivencia y los derechos humanos.En el segundo de los ámbitos señalados, es de destacarse que se haya incluido un módulo en el que se buscó conocer los niveles de depresión y de estrés que persisten entre los estudiantes. Los resultados de la encuesta son abrumadores: 75% de las mujeres, y 46% de los hombres manifestaron que “en el último mes habían sentido ganas de llorar”; 60% de las mujeres y 40% de los hombres declararon “haberse sentido solos”.Adicionalmente, destaca el hecho de que igualmente, “en el último mes” el 45% de las mujeres y el 37% de los hombres afirmó haber sentido que “su vida había sido un fracaso”; 80% de las mujeres y 61% de los hombres dijo haberse sentido triste; y 61.5% de las mujeres y 47.2% de los hombres declaró “no poder dejar de estar triste”. ¡Dramática diferencia con los países nórdicos!¿Y cómo no estar tristes? Al tercer trimestre de 2008, 3.9 millones de niñas y niños entre los 5 y los 17 años trabajan en nuestro país, según los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 2008; y otros 3.2 millones de niñas, niños y adolescentes entre los 5 y los 17 años no asisten a la escuela. Por otro lado, las cifras sobre mortalidad de jóvenes son escalofriantes: las primeras causas de los decesos de los jóvenes han sido desde 2005 las causas violentas, es decir, los homicidios, los accidentes (fundamentalmente los de tránsito), los suicidios y en quinto lugar ya, el VIH-sida, si se incluye a la población que tiene hasta 29 años.Sólo por destacar un dato relacionado con estos ámbitos de “muertes a destiempo”, en 2007 hubo en México casi 2,400 casos de suicidios registrados (a ello habría que agregar las estimaciones del sub-registro), es decir, una suma similar a la que se da en el país por cáncer de mama o por cáncer de cérvix. Estamos hablando de 12 muertes por suicidio al día, dato realmente trágico pues literalmente, las muertes se cuentan por horas.La Encuesta realizada por la SEMS nos dice que el 46% de las mujeres y 28.7% de los jóvenes entrevistados declaró que en algún momento ha tenido la percepción de que “no vale la pena vivir”; 46% de las mujeres y 29% de los hombres declararon que han pasado por situaciones en la vida que les han hecho “desear dejar de existir”; 30% de las mujeres y 19% de los hombres declaró que han pensado en ocasiones que “vale más morir que vivir”; y lo terrorífico de los datos: 16.8% de las mujeres y 8.9% de los hombres declaró “haber estado a punto de intentar quitarse la vida”; y 11.9% de las mujeres, y 5.0% declaró haberse hecho daño al intentar quitarse la vida.Para finalizar con esta macabra danza de cifras, UNICEF estimó que en México el 60% de las niñas, niños y adolescentes del país viven en pobreza; y otros organismos nos advierten que la desigualdad, la marginación y la pobreza tienen las más severas consecuencias sobre este sector de la población.Frente a ello nuestra oferta pública y privada de políticas y programas es tremendamente limitada y a todas luces insuficiente. Haber realizado la Encuesta citada y haberla hecho pública es un gran avance; la pregunta que queda es ¿y ahora qué sigue? ¿Cómo hacer para que menos jóvenes se sientan tristes, solos y sin ánimo de vivir? Y sobre todo, ¿cómo vamos a hacer para asemejarnos un día a Dinamarca y podamos despertarnos todos, un día, preocupados sólo por el 3% de nuestros compatriotas que no se sienten felices?Tremendo reto tenemos, y tremenda responsabilidad ineludible. Lo inabarcable de los conceptos que implican estos temas debería hacernos conscientes de la inmensa tarea que tenemos por delante, y es hora de asumirlos.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Villagrán: desarrollo estancado; violencia y contaminación crecientes. Periódico El Correo

Por: Saúl Arellano, Lunes, 08 de Diciembre de 2008
http://www.correo-gto.com.mx/notas.asp?id=95731
La cuestión social en Villagrán

INTRODUCCIÓN:

El municipio de Villagrán fue fundado en 1721 con el nombre de "Comunidad del Aguaje". Posteriormente, en 1910, le fue cambiado el nombre al de Villa Encarnación Ortiz, y en 1930, por Decreto del Congreso del Estado, fue elevado a la categoría de municipio con el nombre que hasta hoy lleva, en honor del Insurgente Julián Villagrán.
Colinda con los municipios de Cortazar, Santa Cruz de Juventino Rosas, Celaya y Salamanca.
En Villagrán, como en muchos otros municipios, el problema ecológico es fuerte. Es atravesado por el Río Laja, el cual presenta altos niveles de contaminación, y dado el uso intensivo de fertilizantes y otros químicos, el suelo y los mantos freáticos del municipio se encuentran altamente contaminados, esto además de la extinción de muchas especies locales, como el águila, la codorniz, el gavilán, los venados y los ciervos, de los cuales es prácticamente imposible ya encontrar este tipo de especies en el municipio.

En cuanto a su situación demográfica, según datos de INEGI Villagrán tenía una población de 49,653 habitantes en 2005, de los cuales, 23,627 eran hombres y 25,956 eran mujeres, lo que arrojaba un índice de masculinidad de 91.3 hombres por cada 100 mujeres.

Según las tendencias de población registradas en este municipio, su tasa de crecimiento en ese año era de 1.38% anual, por lo que CONAPO estimó que en 2012 su población sería de 53,053 habitantes, de los cuales 24,994 serían hombres y 28,059 mujeres, esto es, una tasa de masculinidad de 89.07 hombres por cada 100 mujeres.
Estas cifras indican una reducción muy acelerada, sobre todo si se considera que el municipio continuará creciendo hasta al menos el año 2030.
Esta población se agrupó en el 2005 en 11,314 hogares, de los cuales, 8,720 de ellos tenían como jefe del hogar a hombres, mientras que 2,594 (29.7%) eran encabezados por mujeres, porcentaje similar al promedio estatal.
De estos hogares, 4,809 tenían 5 o más integrantes, es decir, 29,016 personas, lo que equivale a 58.4% de la población en el 42.5% de los hogares.
En 2005, INEGI contabilizó que en el municipio había 10,174 viviendas (mil menos que el número de hogares), de las cuales, 8,016 (78.78%) tenían 4 cuartos o menos construidos.
Del total de viviendas, 5,101 (50.1%) tenían 5 habitantes o más, lo que significa que en ese año en Villagrán había 32,206 personas que habitaban en viviendas de 5 o más ocupantes, de las que destacan 711 con 9 ocupantes cada una, en las que había 6,399 personas.
LA POBREZA
A pesar de ser un municipio con un relativo desarrollo, Villagrán mantenía en 2005 altos niveles de pobreza, sobre todo considerando que se sitúa en el pleno "corredor industrial" de la entidad, y su cabecera municipal justo en medio de la autopista Querétaro- Irapuato, y la carretera libre de 4 carriles que va de Celaya a Salamanca.
Así, CONEVAL detectó que en ese año, 20% de su población padecía pobreza alimentaria, lo que equivale a 9,930 personas en situación de hambre. El mismo organismo contabilizó al 29.7% de la población en condiciones de pobreza de capacidades, lo que equivale a 14,746 personas sin los ingresos para satisfacer sus necesidades de alimentación, educación y salud; y finalmente, a un 58.6% de la población en condiciones de pobreza de patrimonio, es decir, 29,096 personas pobres en todo el municipio.
Esto se combina con una creciente migración catalogada en 2000 como de "intensidad media" por el CONAPO con un 11% de los hogares como receptores de remesas. Se compara, además, con los datos de la población ocupada con bajos ingresos pues, de acuerdo con el mismo organismo, de la población ocupada en el año 2005, el 45.4% percibía ingresos por debajo de los dos salarios mínimos mensuales.

LA MARGINACIÓN
Villagrán fue catalogado en 2005 como un municipio con un grado de marginación "bajo", pues se ha logrado avanzar en la dotación de servicios básicos a su población.
El mayor problema que se enfrentaba en el municipio en ese año, de acuerdo con CONAPO era la cantidad de personas que habitaban viviendas con piso de tierra, pues de acuerdo con ese organismo equivalían al 13.28% de la población, es decir, 6,554 personas en este tipo de viviendas.
Así, de las 39 localidades del municipio, ninguna estuvo catalogada como de "muy alta marginación"; 9 fueron identificadas como de "alta marginación"; 14 con "grado de marginación medio"; 13 con "bajo grado" y 3 con "muy bajo grado de marginación".
EL DESARROLLO HUMANO
Destaca el hecho de que Villagrán ha logrado avanzar en la reducción del analfabetismo; sin embargo, el porcentaje de población mayor de 15 años en esa condición sigue estando por arriba de la media tanto estatal como nacional, pues es de 10.85%, lo que implica que en 2005 había en el municipio un total de 3,523 personas en esa situación, de las cuales, 1,307 (37.09%) eran hombres y 2,216 mujeres (62.1%), lo que implica que 2 de cada 3 analfabetas son mujeres.
A esas cifras hay que agregar los 177 menores entre ocho y 14 años que no sabían leer ni escribir (80 niñas y 97 niños); así como el 4.28% de niñas y niños de 6 a 11 años que no asistían a la escuela en el 2005 (equivalente a 194 infantes en ese rango de edad).
Finalmente debe destacarse que del total de la población mayor de 15 años, el 27.20% no había concluido en 2005 la educación primaria; y que el porcentaje de personas mayores de 15 años sin secundaria concluida fue de 49.82%.
Con todo esto
Villagrán logró llegar a 7.01 grados de escolaridad promedio, es decir apenas la primaria terminada, si se considera que el pre-escolar es constitucionalmente obligatorio.
Este promedio es apenas superior a los alcanzados en promedio por los estados de Guerrero y Michoacán en el mismo año de referencia.
Con todo y los indicadores tan regulares de este municipio, en 2005 logró ubicarse en el 9º lugar estatal en IDH, pues avanzó de manera importante en la reducción de su tasa de mortalidad infantil, pues ésta se ubicó por debajo del promedio estatal.
Esa importante reducción es la que movió positivamente a ese indicador, aunque debe señalarse que según el PNUD, en 2005 la tasa de asistencia escolar del municipio fue apenas de 57.48%, mientras que el ingreso per cápita entre los años 2000 y 2005 se redujo de 9,269 dólares a 8,607.
Esta reducción se reflejó sobre todo en un fuerte impacto en la desigualdad que existe entre hombres y mujeres en 2005, mientras que los primeros obtuvieron un ingreso promedio de 16,353 dólares por año; para las mujeres los ingresos llegaron apenas a 4,557 dólares por año (3.5 veces menos que los hombres), es decir, ingresos apenas similares a los que se tenían en promedio en el país hace 15 años.

CONCLUSIONES
Municipios como Villagrán muestran cómo aún en el corredor industrial hace falta mucho por hacer para lograr un desarrollo integral con enfoque humano. De acuerdo con CONAGUA, el 60% de las aguas superficiales de la región en la que está situado Villagrán están "muy contaminadas", otro 25% están "contaminadas" y sólo 15% presenta niveles adecuados para los usos a que se destina.
Pagar el costo de la contaminación a cambio de migajas del desarrollo no es aceptable. La extinción de especies, la falta de empleos suficientes y de calidad, y la desigualdad entre hombres y mujeres, son la realidad de todo el estado, y realidad de la que obviamente, Villagrán no escapa.
La cercanía de Villagrán con Celaya y Salamanca lo ha convertido además en un municipio con una delincuencia creciente: en 2006, con cifras consolidadas, se registraron según INEGI 458 delitos, de los cuales 172 fueron robos, delito que según las cifras preliminares de 2007 y 2008 va en aumento.
Lo más grave es la impunidad que se da en el municipio al igual que en todo el estado y el país: en ese mismo año sólo fueron consignados 52 "presuntos delincuentes", de los cuáles no hay datos de cuántos fueron efectivamente juzgados y sentenciados.

domingo, 7 de diciembre de 2008

Asumir el Debate: un no rotundo a la pena de muerte. Periódico La Crónica

Saúl Arellano
http://www.cronica.com.mx/notaOpinion.php?id_nota=402442
Domingo 7 de Dic., 2008 Hora de modificación: 02:18
Pensar lo social es uno de los más formidables retos que puede asumir cualquier persona. A lo largo de los siglos, hay quienes han asumido que las sociedades pueden ser pensadas y estudiadas con el mismo método y reglas con el que se estudian las plantas, la tierra y los animales; en contraposición, hay quienes han asumido que el mundo de lo social es tan complejo, que no hay modo alguno de establecer patrones lineales ni de análisis ni de proyección. Desde esta perspectiva, a lo más que podemos aspirar es a comprender algunas características de lo que está a nuestro alrededor, y que el mundo del espíritu tiene su propia “lógica”.El debate que inició con respecto a la pena de muerte el gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, secundado por el Congreso de su estado, es de la mayor seriedad, más aún cuando los argumentos que ha esgrimido este gobernador para defender su posición reflejan una enorme ignorancia y parecen ser producto sobre todo de una mentalidad autoritaria; y cuando otros dos gobernadores priistas han dicho estar de acuerdo con esta propuesta. Pero vayamos por partes.Asumiendo que, como se dijo arriba, hay en lo general dos perspectivas desde las cuales se puede abordar el conocimiento de lo social, habría que preguntarse cuáles son las consecuencias de pensar en uno u otro sentido con respecto a temas que están necesariamente vinculados a posiciones éticas.Así, desde la posición en la que se asume que hay “leyes” que rigen al comportamiento de las personas, y que es posible conocerlas y determinarlas, la propuesta de aplicar la pena de muerte a secuestradores se sostendría tanto lógica como éticamente.Lo anterior es porque en todas las teorías funcionalistas y positivistas sobre el mundo de lo social, se asume que las personas cumplimos, ya bien un “rol”; una “función”, o incluso se ha llegado a plantear desde el organicismo que las sociedades somos como grandes “organismos”, cuyos integrantes tenemos y desempeñamos un papel similar al de las células.La consecuencia lógica de lo anterior puede perfilarse de inmediato con respecto al tema de la pena de muerte: si los individuos cumplimos roles y funciones, existe la posibilidad de que en ciertas circunstancias los individuos puedan llegar a dejar de cumplir con esos roles y funciones (de ahí la noción de individuos disfuncionales); que pueden también negarse a cumplirlas (de ahí la noción de “desadaptados”), y más aún, que pueden llegar a atentar en contra del cumplimiento de las funciones y roles de los demás, trayendo consigo una “anomia” generalizada o la pérdida de la funcionalidad de la sociedad (de ahí la noción de la criminalidad).Thomas Hobbes, uno de los principales precursores de esta visión, sostenía que el hombre era el lobo del hombre; en función de esto, el primer derecho ciudadano es el de la seguridad, y por lo tanto, la primera responsabilidad del Estado es precisamente la de garantizar tal seguridad para evitar la “muerte prematura y violenta de los ciudadanos”. El hombre es tan “malo”, asumía Hobbes, que sólo el miedo podría detener sus impulsos violentos, por lo que el Estado debía tener tanta fuerza y poder para inhibir la acción criminal de los individuos, o para sancionarla cuando ésta fuera cometida. En consecuencia, el sistema penal debería ser ejemplar para que la sociedad tuviera pleno conocimiento de que al actuar con violencia en contra de lo que establece la ley, tendría costos muy altos.Esta es la base general sobre la que se sustentan los sistemas contemporáneos de procuración de justicia y persecución del delito; aunque traducido al lenguaje del gobernador Moreira la posición deja mucho que desear: “no les vamos a dar de nalgadas, hay que fusilar a estos desgraciados (a los criminales)”, declararía el flamante gobernador.En contraposición de esos argumentos, la perspectiva que asume que no hay manera de conocer la complejidad de lo social en su totalidad, y que por lo tanto ni el comportamiento, ni las reacciones ni las formas de decidir de los sujetos son predecibles, la pena de muerte es un contrasentido civilizatorio y una aberración ética.Lo es, por distintas razones. La primera es un asunto de lógica. Si el comportamiento y la toma de decisiones de los individuos no son predecibles, como lo han mostrado Freud y Lacan, entonces no hay manera de sustentar que un Estado amenazante va a inhibir el delito y la violencia. Por el contrario, quizá el establecimiento de mecanismos represivos, sobre todo frente al crimen organizado, incremente los niveles de violencia; pensando como criminal ¿qué más da?; por lo que si el costo de cometer el delito es mayor, pues el sadismo y el intento de cobro de rescates puede ser mayor. No hay nada que permita saber si dejarán de delinquir.Por esta razón, el argumento del gobernador de Coahuila y del Congreso de ese estado es a todas luces equívoco. Más aún cuando se establecen gradaciones en la penalización; es decir, si la pena de muerte se aprueba, debería aplicarse, en todo caso, a todos los que cometen un delito. Lo otro es una “robinsonada”, pues implica asumir que hay “secuestradores malos”; y otros “muy malos”, y es a éstos a los que habría que aplicarles la pena de muerte para que a los “no tan malos” no se les vaya a ocurrir mutilar o asesinar a sus víctimas.Visto incluso desde la perspectiva del cristianismo, el budismo o más aún, desde algunas tradiciones islámicas, la pena de muerte es un sinsentido. Los evangelios canónicos son tremendamente claros al respecto: “poner la otra mejilla” es una de las formas de mostrar cómo el cristianismo se basa en una filosofía del perdón, y el “nuevo mandamiento” que Jesús de Nazaret dio a sus seguidores es demoledor: “amar los unos a los otros”.En la lectura de los textos evangélicos, se encuentra la recriminación del Jesús de Nazaret a sus adversarios: “hasta los fariseos pueden amar a sus amigos”, dice el texto, el reto está en lograr amar a sus enemigos.Desde una posición radicalmente opuesta, Nietzsche profundizará una noción mucho más apegada a lo humano. Nos dice: se nos ha enseñado que debemos hacer el bien a quien nos hace el bien, y el mal a quien nos hace el mal; pero, replica el filósofo, ¿por qué precisamente a quien nos ha hecho el bien, o nos ha hecho el mal?Estos ejemplos son importantes, porque retraen la discusión del ámbito frívolo e insulso con que se ha abordado por los políticos. Por ello es importante la posición que asumió el senador Manlio Fabio Beltrones: que se debata el tema, y que sea a través de un diálogo civilizado como se llegue a una decisión que apele, no a las encuestas, sino a un proyecto nacional basado en las nociones de la justicia, la democracia, el respeto irrestricto a los derechos humanos y desde luego, la defensa de la dignidad de la vida.Y es que ahí está el quid del asunto. Tenemos a muchos gobernantes, en todos los niveles, que creen que de verdad se puede “gobernar con y para las encuestas”. Gobernantes como los de Puebla, Oaxaca, Jalisco, o en municipios como en León o Tala, y ahora desde luego el gobernador de Coahuila, se han decidió a ingresar a la lista de lo que alguna vez llamé en este mismo espacio en Crónica, los seguidores del poder infame.La pena de muerte es un contrasentido a todo principio civilizatorio. La “Ley de Talión” o el llamado “principio retributivo”, es simplemente absurdo. Los partidos políticos tienen enfrente una responsabilidad mayúscula, pues estamos ante la posibilidad de cerrarle de una vez por todas la puerta a los autoritarios y a quienes creen que asesinando, y no generando un sistema de justicia con equidad, basado en la honestidad y la capacidad sancionadora del Estado, sin violentar la dignidad humana, es como se van a abatir los índices de delincuencia en el país.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Victoria: la historia de vivir sin saneamiento. Periódico el Correo

Por: Saúl Arellano, Lunes, 01 de Diciembre de 2008
http://www.correo-gto.com.mx/notas.asp?id=94859
(La cuestión social en Victoria)

INTRODUCCIÓN:

Este municipio fue fundado originalmente con el nombre de Xichú de Indios; después de distintas confrontaciones entre chichimecas y españoles, en 1550 el Virrey Luis de Velasco y en 1847 le es cambiado el nombre por el de Victoria, el cual conserva hasta la actualidad.
Victoria colinda con los Municipios de Xichú, Santa Catarina, Tierra Blanca, Doctor Mora, San Luis de la Paz y con el estado de San Luis Potosí.
Según datos de INEGI, Victoria tenía en el 2005 una población de 19,112 habitantes, de los cuales, 9,185 eran hombres y 9,927 mujeres, con lo que su índice de masculinidad fue de 92.5 hombres por cada 100 mujeres.
Asimismo, en ese año el municipio mantenía una tasa de crecimiento por arriba tanto de la media estatal como de la nacional, la cual fue de 1.31% anual.
Debido a este nivel de crecimiento poblacional, Victoria tendrá en el año 2012 a 20,836 habitantes, de los cuales 9,890 serán hombres y 10,946 mujeres, con lo que su índice de masculinidad será de 90.3, es decir, a pesar de mantener su tendencia creciente de población (la cual se mantendrá más allá del 2030, según las proyecciones de CONAPO), la proporción entre hombres y mujeres seguirá decreciendo.
Victoria fue considerado en el año 2000 como un municipio con un grado de intensidad migratoria "Medio", el cual es probable que haya crecido a "alto" en los años recientes.
La población de Victoria estaba agrupada en 2005 en 4,037 hogares, de los cuales, 3,169 tenían jefatura masculina y 868 jefatura femenina (21.5%), un porcentaje relativamente bajo, comparado con los municipios de mayor migración en el estado.
De estos hogares, 1,935 tenían 5 o más integrantes, en los que se concentraban 12,838 personas, es decir, el 67% de la población vivía en hogares de 5 miembros o más.
Así, estos hogares habitaban en 3,839 viviendas, de las cuales 3,378 tenían 4 cuartos o menos, es decir, 87% de las viviendas. Así, en 2005, habría en Victoria 1,690 viviendas con 5 o más ocupantes, en las que se concentraron 13,281 personas, es decir, 68% de la población, además de que destaca el hecho de que 403 viviendas tenían 9 o más ocupantes, es decir, 3,627 personas concentradas en esas viviendas.

LA POBREZA
Victoria es un municipio eminentemente pobre. Tiene el cuarto porcentaje más alto de pobreza alimentaria en la entidad, sólo después de Xichú, Atarjea y Tierra Blanca.
De acuerdo con CONEVAL, en 2005 el 47% de su población vivía en condiciones de pobreza alimentaria, es decir, 8,892 personas en situación de hambre.
También CONEVAL calculó en 55.4 el porcentaje de población en pobreza de capacidades, es decir, sin los recursos para satisfacer sus necesidades de alimentación, educación y salud; mientras que el 73.2% de la población, es decir, 13, 760 personas vivían en pobreza de patrimonio, lo que significa que tres de cada cuatro habitantes de este municipio eran en 2005 pobres; y dadas las condiciones de crisis económica, es probable que rumbo al 2009 esta cantidad se mantenga estable o incluso pueda llegar a incrementarse.
Esto se refleja en un ingreso per capita en 2005 de 4,500 dólares al año, nivel similar al que tenía como promedio el país en el año 1993, es decir, este municipio presenta al menos un atraso de 15 años en el desarrollo, al menos visto desde la perspectiva del ingreso, con respecto al promedio nacional.
Esto se refleja en el hecho de que del total de la población ocupada, el 60% percibía 2 salarios mínimos o menos al mes.
LA MARGINACIÓN
CONAPO identificó que en 2005 Victoria era un municipio con un "Alto Grado de Marginación". De sus 111 localidades, 32 presentaron un "Alto grado de marginación", y en las cuales vivían 1,908 personas, esto es, el 10% de su población total; asimismo, CONAPO identificó a 73 localidades en "Alto grado de marginación", con 13,236 habitantes, es decir, el 69% de la población en alta marginación; 5 localidades más fueron catalogadas como de "marginación media"; y 1 localidad con un "bajo grado de marginación".
Debe destacarse que en Victoria en el año de referencia no se identificó a ninguna localidad de "muy bajo grado de marginación".
Esto implica que el 43.8% de la población carecía de drenaje o servicios sanitarios; que el 13.5% careciera de energía eléctrica; que el 33.6% careciera de agua potable; que el 25.6% habitara en viviendas con piso de tierra; y que casi el 60% habitara, como ya se vio, en viviendas con alto hacinamiento.
EL DESARROLLO HUMANO
Victoria es uno de los pocos municipios de Guanajuato que logró avanzar en su posición relativa en el IDH a nivel nacional entre el año 2000 y el 2005, pues pasó del lugar 1829 al 1742.
Aun con ello se mantiene entre los mil más rezagados del país y a más de 500 lugares de estar siquiera en la media nacional. Al ritmo que va el municipio, le tomaría al menos otros 10 años colocarse en esa posición, por lo que es evidente que debe hacerse mucho más y más rápido si se quiere sacarlo del atraso en el que se encuentra.
En primer lugar, debe considerarse el atraso educativo que persiste en este municipio, pues en 2005 el 17.33% de su población mayor de 15 años no sabía leer ni escribir; esto equivale a una suma de 2,020 personas, de las cuales 740 eran hombres y 1,280 eran mujeres.
Igualmente, había un total de 97 niñas y niños entre los 8 y los 14 años que no sabían leer ni escribir; así como un 7.22% de niñas y niños de 6 a 11 años que no asistían a la escuela, lo que equivale a 60 niñas y niños en ese grupo de edad que se veían privados de su derechos a la educación.
Así, en general, CONAPO detectó que el 38.6% de la población mayor de 15 años, esto es, casi 5 mil personas, no habían concluido los estudios de educación primaria, mientras que otro 68.23% de ese mismo grupo de población, no había concluido los estudios de la educación básica completa, es decir, más de 9 mil personas sin haber terminado la secundaria.
Todo esto tiene como resultado que Victoria tenga un bajísimo grado promedio de escolaridad, pues apenas llegó en 2005 a 5.76 grados, esto es, ni siquiera la educación primaria completa.
En materia de salud, los pésimos indicadores de Victoria se sintetizan en su altísima tasa de mortalidad infantil, la cual a pesar de haber disminuido entre el año 2000 y el 2005 se situó en 29.9 muertes por cada mil nacidos vivos, tasa de casi el doble de la media nacional, y similar a la que presentó ese mismo año un país como Kenya.
En materia de desigualdad de género se registró que mientras que los hombres percibían un ingreso de 6,950 dólares promedio al año, las mujeres tenían ingresos equivalentes a 2,234 dólares, es decir 3.11 veces menos que los hombres.
Como resultado de todo lo anterior, Victoria presentó en 2005 un IDH de .7221 en una escala que va de 0 a 1, el cual fue similar al que tuvo en promedio Chiapas en 2004 (el más bajo del país); y si se compara a nivel internacional, es semejante al que obtuvo un país como la República Árabe de Siria, la cual ocupó el lugar 107 a nivel mundial en 2005.
CONCLUSIONES
Es evidente que la tasa de mortalidad infantil se asocia a condiciones insalubres; si el gobierno estatal y municipal comprendiera la importancia que tiene el saneamiento en esta materia, hubiera ya desarrollado mecanismos alternativos para el manejo de desechos sólidos, como la instalación de biodigestores ecológicos para resolver simultáneamente la solución a la imposibilidad de llevar electricidad a las localidades más apartadas, así como resolver las necesidades calóricas.
4 No lo hacen, obvio, porque no es negocio, y aún cuando la inversión requerida por cada 10 familias no rebasa los 20 mil pesos.
Vivir sin saneamiento condena además a la malnutrición. Si no hay agua para el aseo mínimo, es altamente probable que las niñas y niños tengan, cuando menos, amibiasis, lo cual en medio de la pobreza alimentaria, es una crueldad que impide el adecuado desarrollo de niñas y niños.
Plantear que Victoria es un "municipio alejado", es un argumento a todas luces falaz. Ante estas ideas hay que preguntar ¿alejado de dónde? Esto implica modificar la noción del desarrollo regional, y modificar los criterios del desarrollo desde un enfoque basado en el territorio.
Para esto se requiere sin embargo estudiar, y es algo que al parecer no se les da a los funcionarios estatales.