lunes, 1 de diciembre de 2008

Victoria: la historia de vivir sin saneamiento. Periódico el Correo

Por: Saúl Arellano, Lunes, 01 de Diciembre de 2008
http://www.correo-gto.com.mx/notas.asp?id=94859
(La cuestión social en Victoria)

INTRODUCCIÓN:

Este municipio fue fundado originalmente con el nombre de Xichú de Indios; después de distintas confrontaciones entre chichimecas y españoles, en 1550 el Virrey Luis de Velasco y en 1847 le es cambiado el nombre por el de Victoria, el cual conserva hasta la actualidad.
Victoria colinda con los Municipios de Xichú, Santa Catarina, Tierra Blanca, Doctor Mora, San Luis de la Paz y con el estado de San Luis Potosí.
Según datos de INEGI, Victoria tenía en el 2005 una población de 19,112 habitantes, de los cuales, 9,185 eran hombres y 9,927 mujeres, con lo que su índice de masculinidad fue de 92.5 hombres por cada 100 mujeres.
Asimismo, en ese año el municipio mantenía una tasa de crecimiento por arriba tanto de la media estatal como de la nacional, la cual fue de 1.31% anual.
Debido a este nivel de crecimiento poblacional, Victoria tendrá en el año 2012 a 20,836 habitantes, de los cuales 9,890 serán hombres y 10,946 mujeres, con lo que su índice de masculinidad será de 90.3, es decir, a pesar de mantener su tendencia creciente de población (la cual se mantendrá más allá del 2030, según las proyecciones de CONAPO), la proporción entre hombres y mujeres seguirá decreciendo.
Victoria fue considerado en el año 2000 como un municipio con un grado de intensidad migratoria "Medio", el cual es probable que haya crecido a "alto" en los años recientes.
La población de Victoria estaba agrupada en 2005 en 4,037 hogares, de los cuales, 3,169 tenían jefatura masculina y 868 jefatura femenina (21.5%), un porcentaje relativamente bajo, comparado con los municipios de mayor migración en el estado.
De estos hogares, 1,935 tenían 5 o más integrantes, en los que se concentraban 12,838 personas, es decir, el 67% de la población vivía en hogares de 5 miembros o más.
Así, estos hogares habitaban en 3,839 viviendas, de las cuales 3,378 tenían 4 cuartos o menos, es decir, 87% de las viviendas. Así, en 2005, habría en Victoria 1,690 viviendas con 5 o más ocupantes, en las que se concentraron 13,281 personas, es decir, 68% de la población, además de que destaca el hecho de que 403 viviendas tenían 9 o más ocupantes, es decir, 3,627 personas concentradas en esas viviendas.

LA POBREZA
Victoria es un municipio eminentemente pobre. Tiene el cuarto porcentaje más alto de pobreza alimentaria en la entidad, sólo después de Xichú, Atarjea y Tierra Blanca.
De acuerdo con CONEVAL, en 2005 el 47% de su población vivía en condiciones de pobreza alimentaria, es decir, 8,892 personas en situación de hambre.
También CONEVAL calculó en 55.4 el porcentaje de población en pobreza de capacidades, es decir, sin los recursos para satisfacer sus necesidades de alimentación, educación y salud; mientras que el 73.2% de la población, es decir, 13, 760 personas vivían en pobreza de patrimonio, lo que significa que tres de cada cuatro habitantes de este municipio eran en 2005 pobres; y dadas las condiciones de crisis económica, es probable que rumbo al 2009 esta cantidad se mantenga estable o incluso pueda llegar a incrementarse.
Esto se refleja en un ingreso per capita en 2005 de 4,500 dólares al año, nivel similar al que tenía como promedio el país en el año 1993, es decir, este municipio presenta al menos un atraso de 15 años en el desarrollo, al menos visto desde la perspectiva del ingreso, con respecto al promedio nacional.
Esto se refleja en el hecho de que del total de la población ocupada, el 60% percibía 2 salarios mínimos o menos al mes.
LA MARGINACIÓN
CONAPO identificó que en 2005 Victoria era un municipio con un "Alto Grado de Marginación". De sus 111 localidades, 32 presentaron un "Alto grado de marginación", y en las cuales vivían 1,908 personas, esto es, el 10% de su población total; asimismo, CONAPO identificó a 73 localidades en "Alto grado de marginación", con 13,236 habitantes, es decir, el 69% de la población en alta marginación; 5 localidades más fueron catalogadas como de "marginación media"; y 1 localidad con un "bajo grado de marginación".
Debe destacarse que en Victoria en el año de referencia no se identificó a ninguna localidad de "muy bajo grado de marginación".
Esto implica que el 43.8% de la población carecía de drenaje o servicios sanitarios; que el 13.5% careciera de energía eléctrica; que el 33.6% careciera de agua potable; que el 25.6% habitara en viviendas con piso de tierra; y que casi el 60% habitara, como ya se vio, en viviendas con alto hacinamiento.
EL DESARROLLO HUMANO
Victoria es uno de los pocos municipios de Guanajuato que logró avanzar en su posición relativa en el IDH a nivel nacional entre el año 2000 y el 2005, pues pasó del lugar 1829 al 1742.
Aun con ello se mantiene entre los mil más rezagados del país y a más de 500 lugares de estar siquiera en la media nacional. Al ritmo que va el municipio, le tomaría al menos otros 10 años colocarse en esa posición, por lo que es evidente que debe hacerse mucho más y más rápido si se quiere sacarlo del atraso en el que se encuentra.
En primer lugar, debe considerarse el atraso educativo que persiste en este municipio, pues en 2005 el 17.33% de su población mayor de 15 años no sabía leer ni escribir; esto equivale a una suma de 2,020 personas, de las cuales 740 eran hombres y 1,280 eran mujeres.
Igualmente, había un total de 97 niñas y niños entre los 8 y los 14 años que no sabían leer ni escribir; así como un 7.22% de niñas y niños de 6 a 11 años que no asistían a la escuela, lo que equivale a 60 niñas y niños en ese grupo de edad que se veían privados de su derechos a la educación.
Así, en general, CONAPO detectó que el 38.6% de la población mayor de 15 años, esto es, casi 5 mil personas, no habían concluido los estudios de educación primaria, mientras que otro 68.23% de ese mismo grupo de población, no había concluido los estudios de la educación básica completa, es decir, más de 9 mil personas sin haber terminado la secundaria.
Todo esto tiene como resultado que Victoria tenga un bajísimo grado promedio de escolaridad, pues apenas llegó en 2005 a 5.76 grados, esto es, ni siquiera la educación primaria completa.
En materia de salud, los pésimos indicadores de Victoria se sintetizan en su altísima tasa de mortalidad infantil, la cual a pesar de haber disminuido entre el año 2000 y el 2005 se situó en 29.9 muertes por cada mil nacidos vivos, tasa de casi el doble de la media nacional, y similar a la que presentó ese mismo año un país como Kenya.
En materia de desigualdad de género se registró que mientras que los hombres percibían un ingreso de 6,950 dólares promedio al año, las mujeres tenían ingresos equivalentes a 2,234 dólares, es decir 3.11 veces menos que los hombres.
Como resultado de todo lo anterior, Victoria presentó en 2005 un IDH de .7221 en una escala que va de 0 a 1, el cual fue similar al que tuvo en promedio Chiapas en 2004 (el más bajo del país); y si se compara a nivel internacional, es semejante al que obtuvo un país como la República Árabe de Siria, la cual ocupó el lugar 107 a nivel mundial en 2005.
CONCLUSIONES
Es evidente que la tasa de mortalidad infantil se asocia a condiciones insalubres; si el gobierno estatal y municipal comprendiera la importancia que tiene el saneamiento en esta materia, hubiera ya desarrollado mecanismos alternativos para el manejo de desechos sólidos, como la instalación de biodigestores ecológicos para resolver simultáneamente la solución a la imposibilidad de llevar electricidad a las localidades más apartadas, así como resolver las necesidades calóricas.
4 No lo hacen, obvio, porque no es negocio, y aún cuando la inversión requerida por cada 10 familias no rebasa los 20 mil pesos.
Vivir sin saneamiento condena además a la malnutrición. Si no hay agua para el aseo mínimo, es altamente probable que las niñas y niños tengan, cuando menos, amibiasis, lo cual en medio de la pobreza alimentaria, es una crueldad que impide el adecuado desarrollo de niñas y niños.
Plantear que Victoria es un "municipio alejado", es un argumento a todas luces falaz. Ante estas ideas hay que preguntar ¿alejado de dónde? Esto implica modificar la noción del desarrollo regional, y modificar los criterios del desarrollo desde un enfoque basado en el territorio.
Para esto se requiere sin embargo estudiar, y es algo que al parecer no se les da a los funcionarios estatales.

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