sábado, 21 de marzo de 2009

¿El desarrollo social cuándo, Sr. Gobernador? Periódico Correo

Saúl Arellano
Viernes, 20 de marzo de 2009
Durante 2008 publiqué en el periódico correo toda una serie con 48 artículos en los que describí, con base en indicadores oficiales, las condiciones del desarrollo humano para el estado de Guanajuato en general, y para cada uno de sus municipios en particular.
Dado que la información disponible provenía de fuentes, en su mayoría de 2005 y 2006, las autoridades argumentaron –en particular el titular de la Secretaría de Desarrollo Social- que se trataba de "buenas fotografías, pero de películas viejas" y que con el paso de los meses se percibirían los "importantes avances" que la presente administración estatal estaba logrando en materia de desarrollo social.
La realidad es dura y ante los datos no hay muchos argumentos qué esgrimir. Esta semana el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo publicó el segundo Boletín sobre Competitividad Social en México , en el cual se muestran los resultados de la medición que hizo este organismo, no sólo para ciudades y zonas metropolitanas, como lo hizo en 2007 en su primera medición, sino que ahora logró un importante avance al ofrecer información para las entidades federativas.
Para vergüenza de las autoridades del estado, sobre todo considerando su enorme arrogancia al haberme acusado de "mentir"; desvirtuar" y "sesgar" la información, los datos lamentablemente me dan la razón, y deberían llevar a una profunda reflexión sobre las pésimas políticas y la nula comprensión del desarrollo social que hay en las estructuras del actual gobierno.
Como en su momento el Secretario de Desarrollo Social lanzó el reto de que en 2009 se percibirían los "avances" en materia de cumplimiento de derechos sociales y humanos, lo invito de manera respetuosa a revisar el boletín del PNUD que a continuación voy a describir, en cuanto a su contenido para el estado de Guanajuato, y a reconocer que se equivocó en sus argumentos y descalificaciones a mis dichos y a mis artículos.
Destaco en ese sentido, los datos con respecto a la ciudad de León, la primera en importancia en cuanto a su población y dimensión económica en Guanajuato. De acuerdo con los datos que en su momento aporté sobre desarrollo humano, León tuvo una estrepitosa caída entre los años 2000 y 2005 en el Índice del Desarrollo Humano Municipal, al pasar del lugar 58 en el primer año de referencia, al 135 en el segundo. Pues bien, en la nueva medición del Índice de Competitividad Social que presenta el PNUD, León aparece como una de las ciudades que más rezagos presentaron en todo el país.
Lo anterior significa que León está avanzando mucho más lento que otras ciudades importantes del país, y que hay probablemente rezagos de magnitudes relevantes. Juzgue por sí mismo el lector lo que afirma el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo:
"Utilizando la información de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), el boletín confirma a Chihuahua como el área metropolitana más competitiva y a Tlaxcala como la que ocupa el último lugar en esta categoría. Entre 2006 y 2007 las ciudades de Tampico, Guadalajara y Toluca presentaron un avance notable, mientras León, Durango, Villahermosa y Colima experimentaron rezagos significativos.
Así, de las 32 zonas metropolitanas evaluadas por el PNUD, León retrocedió 6 lugares entre 2006 y 2007, datos que corresponden ya plenamente a la presente administración, situándose en el lugar 24 de las 32 ciudades observadas.
Visto por entidades, Guanajuato dista mucho de ser el "paraíso" que el anterior y el actual gobierno de la entidad han querido hacernos creer. El estado es clasificado como de competitividad social media; sin embargo, cuando se cruza la información de la competitividad social con los rendimientos asociados a los niveles de educación, los indicadores literalmente se colapsan y hacen que la entidad se ubique en la lista de entidades con competitividad baja, lo que evidencia el rotundo fracaso de las políticas sociales de la entidad.
En efecto, una de las razones de este estancamiento es el prácticamente nulo avance en los ingresos que la población obtiene por cada año de escolaridad adicional cursado; de esta forma, mientras que en promedio los ingresos que los hombres obtienen en Guanajuato, en relación con su nivel educativo, fue en el año 2000, de 278 pesos mensuales; y para el año 2007 fue de 279 pesos; es decir, apenas ¡un ridículo peso adicional! Para las mujeres el panorama tampoco es alentador pues mientras que en el año 2000 los ingresos por la causa señalada fueron de 283 pesos mensuales; en el año 2007 fueron de 294 pesos por mes; es decir, un "fabuloso" incremento de ¡9 pesos mensuales!
Lo patético de este caso es que al promediar los ingresos imputados para hombres y mujeres en relación con su grado educativo y años de escolaridad adicionales cursados, Guanajuato es la segunda entidad en el país con peores rendimientos, sólo por arriba del estado de Guerrero, y por debajo incluso de Oaxaca y Chiapas.
En términos generales, y en congruencia con el estancamiento que he venido señalando los últimos dos años en los indicadores sociales, Guanajuato retrocedió un lugar más en este Índice de Competitividad Social, al pasar del lugar 18 que ocupaba en 2005, al lugar 19 en 2007. Estos datos nos sitúan en niveles similares de competitividad social a los que presentan entidades como Campeche y Nayarit.
En la lógica de los datos señalados, Guanajuato pierde en el rubro de rendimientos económicos asociados a la educación tres lugares con respecto a su posición general en el Índice de Competitividad Social, lo que significa que si de por sí en éste ya había retrocedido del lugar 18 al 19 entre 2005 y 2007; al incluir la variable de ingresos obtenidos gracias a una mayor educación, cae al lugar 22 a nivel nacional.
Conclusiones En cualquier democracia avanzada del mundo estos desastrosos resultados implicarían la renuncia del funcionario responsable del área del desarrollo social y humano. Más aún, si éste ha alardeado y retado públicamente a verificar datos relativos a su gestión.
La información que presenta el PNUD es sin duda de lo más serio y consistente que hay en México, y no puede tachársele de "tendenciosa", en tanto que proviene de un organismo internacional sin fines políticos en el país.
Lo tendencioso ha sido en este gobierno la necedad de maquillar cifras; utilizar tácticas de propaganda para tratar de engañar a la ciudadanía e intentar hacerle creer que todo va bien; y sobre todo, la enorme indolencia ante los mares de pobreza y desigualdad que campean por todo el estado de Guanajuato.
El problema es que en nuestro estado el gobierno no puede ser calificado como realmente democrático, en tanto que no ha logrado generar equidad, bienestar y desarrollo para todos; con un asunto adicional: hay una oposición política paralizada y silenciosamente cómplice de una administración incompetente y sin sensibilidad ante las necesidades y urgencias de la población.
En efecto, ni el PRI ni el PRD –por mencionar sólo a los partidos con mayor representatividad en el estado, de los demás ni qué decir- han construido una alternativa seria de gobierno que le dé a los empresarios, a las clases medias, a los trabajadores y a los campesinos, alternativas viables para el desarrollo social y económico.
Ante estos datos es de esperarse al menos una reacción de la Procuraduría Estatal de los Derechos Humanos, pues la Corte dictaminó recientemente que los derechos humanos (entre los que se incluyen evidentemente los sociales), se violan también por omisión o irresponsabilidad pública.
Es lamentable constatar que el cinismo nos ha invadido y ha "secuestrado" a la política en la entidad. Es hora de exigirle a todos los partidos que trabajen, y en serio, a fin de evitar el sufrimiento, el dolor y la frustración en las que se traducen los indicadores que aquí presento.

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