lunes, 9 de marzo de 2009

Entrevista a Beneditta Da Silva. Periódico La Crónica

Saúl Arellano Mundo
Lunes 9 de Marzo, 2009 Hora de creación: 22:50 Ultima modificación: 00:22
http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=419200

“Convertir lo trágico en bandera social”: Beneditta Da Silva

Beneditta es una de las más destacadas luchadoras sociales en Brasil. Fue la primera mujer de color en conseguir un escaño en el Senado brasileño y de ganar la Gubernatura de Rio de Janeiro.

Valiente, como en casi todas sus acciones de vida hace una confesión pública durante el Segundo Seminario Internacional sobre Mejores Prácticas para Prevenir la Trata de Personas, realizado los días 26 y 27 de febrero, en Villahermosa, Tabasco.

Aquí parte de su historia y sus visiones:

Benedita, mil gracias por aceptar esta entrevista exclusiva con el Periódico La Crónica.

Quisiera comenzar partiendo de esta conmovedora sinceridad con que nos ha estremecido. ¿Cómo logró, después de vivir el abuso en carne propia, construir una vida de lucha social y política?

Benedita Da Silva: Primero quiero agradecerle su interés en mi trabajo y por supuesto la entrevista. Quiero comentarle ante su pregunta que yo logré transformar la tragedia que viví en un mensaje de lucha, en una bandera social de lucha; después de muchos años estoy segura que incluso internacionalmente nuestro trabajo va creciendo cada vez más porque en muchos países cada vez más gente está asumiendo el compromiso de hacer cada día mas, para garantizar los derechos de nuestros niños, niñas y nuestros jóvenes. Cierto que falta mucho para lograr que nuestros niños y jóvenes vean cumplidos sus derechos, en especial en este tema tan duro que es la violencia, la explotación y el abuso sexual, porque en medio de tantos problemas sociales que enfrentamos, es difícil garantizar su derecho al juego, a la educación, a la libertad, en fin, de todo aquello que les puede llevar a ser buenos ciudadanos.

S.A. Desde esta perspectiva, ¿Usted diría que la pobreza, la desigualdad son factores sitúan en mayor vulnerabilidad a las niñas y niños frente al abuso o la trata de personas??

B.D.S Si, definitivamente. Porque la vulnerabilidad es mucho más grande ahí, la probabilidad caer hasta el fondo es en ocasiones mucho mayor que la posibilidad de los seres humanos de buscar una salida. En medio de la pobreza, muchas personas están dispuestas a aceptar determinadas promesas que por supuesto son falsas. En la pobreza las personas aceptando condiciones cediendo a su necesidad. Pero no es imposible cuando hay las oportunidades; en mi caso, después de ser violentada de joven, de padecer hambre en la calle, logré “engancharme” con la primera oportunidad que se me presentó para escapar de la miseria. Cuando tuve acceso a más educación y a informarme, logré tener mayor consciencia de todo lo que podía lograr; en ese sentido, creo que tener acceso a la educación y permanecer en ella es fundamental porque no sólo tiene uno la oportunidad de aprender, sino de estar en un ambiente más seguro, de convivencia y de colaboración con los demás.

S.A. Tú eres una luchadora social, eres una gran líder en tu país y has transitado de la sociedad civil al gobierno; conociendo ambas esferas, ¿cuál sería la clave para poder articular estos dos espacios? ¿cómo se puede lograr que los gobiernos comprendan que la luchas sociales están más allá de las disputas políticas, y que tienen que ver fundamentalmente con los derechos humanos?

B.D.S Yo creo que en primer lugar la clave está en la consciencia de la necesidad de volverse “reales militantes de causas”. Toda mi vida he participado en movimientos sociales, pero ha sido sólo a través de la politización de nuestras banderas, en el sentido más transparente de la política, que logramos defender con mayor éxito los derechos humanos; creo que cualquier iniciativa de organización social necesita de instrumentos que la “empoderen”.
En el caso de Brasil, muchas organizaciones comenzamos a percibir que los movimientos que somos naturalmente excluidos, tenemos que construir acciones mas allá de la movilización en la calle.
Entonces pensamos en un partido político y nos afiliamos, en un partido político en el que nuestras causas fueron escuchadas y sobre todo asumidas. Y encontramos en el PT, el Partido de nuestro Presidente Lula, no sólo conciencia política, sino una posición ética. Creo que eso fue la clave porque permitió que los derechos de los trabajadores, las mujeres, niñas indígenas y todas los otras minorías de Brasil tuvieran un espacio y una nueva voz.
Entonces ahí comenzamos a batallar para tener mayores oportunidades y fuimos descubriendo en los movimientos sociales nuevos liderazgos, entre los que debo decir que Lula era el líder mas grande del movimiento brasileño, de los trabajadores, de la comunidad, de los trabajadores rurales y urbanos.
Fue así que desde la organización social comprendimos que no bastaba con denunciar y avanzar hacia los medios, sino que necesitábamos ocupar los espacios para tomar de decisiones; porque no bastaba que los políticos tradicionales dijeran que iban a votar por nosotros; era preciso que hiciéramos la diferencia. Logramos así, primero una posición para mi en el legislativo, la primera vez que una mujer negra lo lograba; después en el ejecutivo municipal y después en el ámbito federal y fue un aprendizaje muy fuerte porque no existe una contradicción entre militancia de partido y la movilización social; aunque sí existen reglas y límites.

S.A. ¿No ha ocurrido que al momento de llegar al poder se le dé la espalda a las causas sociales?

B.D.S. No, por el contrario, te puedo decir que una de las principales banderas que defendíamos desde nuestro movimiento que inició en las favelas, era la defensa de los trabajadores. Encontramos que era necesario empoderar justamente al trabajador. La manera más eficaz que encontramos fue, ante la realidad de que no podíamos de golpe dar por ejemplo un incremento de 30% en el monto de los salarios, mejorar los servicios públicos; básicamente en el acceso a educación y salud, calidad en el transporte y capacidad de ingreso. En Brasil tenemos 11 millones de familias por debajo de la línea de pobreza. Creamos entonces el Programa “Bolsa de Familia”, un programa de transferencia de ingreso que ha ido mejorándose con la incorporación de servicios específicos dirigidos a mujeres, niñas y jóvenes. Sabemos que por supuesto no es el edén, pero es una iniciativa de compromiso gubernamental que partió de una lucha social en la calle.

Y hay otras demandas en las que debemos avanzar: estamos hablando por ejemplo de seguridad alimentaria; los derechos humanos; la protección de las mujeres indígenas; salario igual para hombres y mujeres. Junto con el Presidente Lula hay muchos que estamos trabajando sobre esos temas.

S.A.. Pensando en que México y Brasil, junto con América Latina compartimos en buena medida lo que algunos autores han llamado “la tragedia del subdesarrollo, ¿Cuáles serian las acciones que frente a la crisis debieran asumirse como las más urgentes de los gobiernos para evitar que la crisis lleve a más gente a vivir en pobreza y miseria?

B.D.S. El gobierno de Lula ha sido criticado porque ha planteado que si bien la crisis existe, ésta no va a cambiar el rumbo que ha tomado Brasil. Brasil ha logrado estabilizar su economía y debo enfatizar que no hay FMI ahí. Brasil abrió muchas frentes de trabajo, muchos temas, ha invertido en la construcción civil de una manera inteligente; el gobierno brasileño pensó que si el mercado de trabajo ofrecido se colocara en otro nivel no lograría incluir a la base de la pirámide social, que es la que menos estudios tiene y que por o tanto es a la que se le abren menos oportunidades. Entonces el gobierno abrió una gran oportunidad en esta área de construcción civil, dando empleo a los más pobres en sus propias localidades, y complementando esas acciones con programas de formación, de educación y capacitación. Volteamos el principio: invertimos en la gente para crear infraestructura, y no al revés.

Asimismo, en Brasil retomamos el liderazgo en campos en los que tenemos una experiencia histórica importante, por ejemplo, la industria naval. En Brasil también conseguimos explorar el tema de tecnología de petróleos en aguas profundas. También trabajamos con la producción de etanol.

En Brasil existe una diversificación para la implementación del desarrollo económico; y por supuesto reconocemos que hay una crisis pero ella no va a tener impacto en la estrategia que ya fue montada. Vamos a seguir implementando nuestra propia noción del desarrollo, porque si bien es cierto hay focos rojos por el desempleo, también hemos logrado entendimientos entre los empleadores y los empleados con la mediación del gobierno. Por supuesto que la crisis va a afectarlos pero como decisión de gobierno no pensamos en cómo nos afectará la crisis, sino en cómo se nos abren oportunidades para resolver de fondo nuestros problemas.

S.A. ¿O sea que la clave está en la inversión social, teniendo como palanca la creación de infraestructura social en lo local?

B.D.S. Sin duda; el plan de desarrollo económico que estamos impulsando por ejemplo en el Gobierno de Rio de Janeiro está dirigido a la infraestructura social; pero no sólo para poner pavimento en las calles, sino para lograr entrar al corazón de las favelas e impulsar junto con la gente programas para una mejor urbanización, saneamiento y capacitación para los trabajadores de menos recursos a fin de fortalecer las economías locales.

S.A. ¿Y la gente de verdad cree y participa en estos proyectos? ¿Hay evidencia ya de resultados positivos frente a la crisis?

Yo no quiero darte una imagen triunfalista del gobierno de Lula y del que estamos haciendo en Rio de Janeiro. Lo que sí puedo decir es que el esfuerzo que estamos realizando está enfocado para lograr que haya más fuerza social; que la gente participe más y que haya más cohesión comunitaria. A eso se dirigen nuestras políticas sociales, a integrar a la gente.

Los medios en Brasil son tan críticos o más como aquí en México; y en las encuestas que han hecho en las últimas semanas, nos ha sorprendido que aún en medio de la crisis, Lula tiene un 83% de aprobación.

S.A. Una última pregunta, ¿cuáles serían las tres claves que podrías identificar para que un gobierno prevenga con eficacia, en medio de la pobreza y la desigualdad, este terrible crimen de la trata de personas?

B.D.S. Primero, hay que hacerlo una prioridad en la agenda gubernamental y tiene que existir una “complicidad positiva” entre los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

En segundo lugar, la agenda de combate a la trata de personas tiene que vincularse necesariamente con el tema del desarrollo, porque donde hay pobreza y hambre, habrá la posibilidad de que la gente sufra más abusos y engaños.

Y en tercer lugar, debe impulsarse una poderosa red internacional de ejecución de políticas, principalmente para enfrentar el complejo fenómeno de la migración. Hay muchos desafíos, pero es lo que yo pienso que tenemos que hacer prioritariamente.

S.A. Benedita muchas gracias por esta interesantísima charla, ¿algo más que quisieras agregar?

Sólo decirte que estoy feliz de poder de participar en este Seminario, y estoy segura de que no será la última. Gracias a ti por la charla y al Periódico La Crónica por su interés en mis opiniones

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