domingo, 7 de septiembre de 2008

La Migración y el Programa 3x1. Periódico La Crónica

Por: Saúl Arellano Opinión
Domingo 7 de Septiembre de 2008 Hora de publicación: 00:02
México está viviendo, se ha sostenido en distintos foros y espacios, un éxodo masivo de migrantes que no tienen mayor opción que literalmente huir de la pobreza y la marginación en que están atrapados en sus comunidades de origen.Frente a estas condiciones y ante una crisis mundial en el sector de los alimentos y en el sector energético, que parece será mucho más aguda que lo que las autoridades han querido reconocer y decirnos, las únicas respuestas gubernamentales continúan situándose en los linderos de las políticas que se han dictado desde Washington y desde los principales centros financieros internacionales.La obediencia casi servil de las administraciones nacionales ha llevado a un límite que es preciso revertir y que urge modificar de manera estructural a fin de cerrar, de una vez por todas, las puertas por las que se nos está fugando el bono demográfico, y con ello, nuestras posibilidades de construir un país justo y diseñado para la inclusión social.Hoy es preciso reconocer que nos estamos enfrentando, ya no a una “nueva era de las migraciones” como le llamaría el Conapo, sino a una nueva verdadera estructura y lógica de tráficos internacionales entre los que obviamente se sitúan el tráfico ilegal de migrantes y crímenes extremos como la trata de personas con fines de explotación laboral, explotación sexual comercial e incluso el tenebroso tema del tráfico de órganos o tejidos humanos.La huída de las comunidades sin embargo, está atrapando aquí a los más pobres, y está llevando a los Estados Unidos a los más capacitados, con lo que los patrones demográficos de la migración hoy tienen rostros distintos que están caracterizados por más educación, mejores condiciones de salud y mayores capacidades para insertarse en los mercados laborales de los Estados Unidos de Norteamérica.Raúl Delgado Wise, investigador de la Universidad Autónoma de Zacatecas, advirtió el jueves pasado en el marco de su participación en el Segundo Coloquio Universitario sobre Trata de Personas, que el perfil educativo de quienes migran tiene cada vez más elementos que rompen con las nociones que tradicionalmente teníamos en torno a la figura “del migrante”. En efecto, sostiene el Dr. Delgado, fuera de México hay ya alrededor de 10 mil connacionales con estudios de doctorado o superiores; mientras que el Sistema Nacional de Investigadores tiene apenas registrados cerca de 14 mil investigadores en sus distintas categorías y niveles.De esta forma, tenemos una doble diáspora nacional: la de quienes huyen de la pobreza y buscan al menos mejores oportunidades de desarrollo, y al mismo tiempo la llamada “fuga de cerebros” que se explica simplemente por los niveles de ingreso que se tienen en los países de destino, fundamentalmente los Estados Unidos y Europa, en donde las personas con educación de posgrado perciben hasta 10 veces más que lo que se gana en México.Frente a lo anterior, la agenda de la migración pasó del canto ridículamente “heroico” que intentó construir Vicente Fox, a la ausencia total de la agenda del presente gobierno, la cual sigue y seguirá atrapada y subsumida a la lógica de las encuestas en las que el gobierno está más preocupado por la reducción de sus puntos de popularidad, que por la seguridad y el bienestar de la población.Llama la atención que uno de los gestos de generosidad más importantes de los migrantes y que se percibe en la decisión de destinar recursos para nuestro país, canalizados en su mayoría a través de los clubes de migrantes y las asociaciones de mexicanos en el exterior, a fin de reducir la marginación en sus localidades de origen y detonar programas de obra pública a fin de construir infraestructura básica para el desarrollo.En general, estos recursos se han articulado en el Programa denominado 3 x 1, en el que invierten recursos tanto la federación como de los gobiernos locales, a la par de los recursos que envían nuestros paisanos, básicamente de los Estados Unidos de Norteamérica.A pesar de este enorme esfuerzo de la comunidad mexicana, que siempre ha buscado mantener sus raíces y el apego por sus comunidades, sorprende que en los últimos dos años el gobierno federal ha reducido los recursos destinados a este programa; asunto de gravedad si se considera que en los últimos dos años también, ha iniciado un lento pero progresivo proceso de reducción en el envío de las remesas; hecho explicado en parte por la crisis económica que se vive en los E.U., pero también por el “freno” en la circularidad de la migración, es decir, cada vez son menos los paisanos que regresan y cada vez son más las familias que cruzan o intentan cruzar la frontera para vivir fuera de México.Esta semana recibí un correo electrónico de un paisano del estado de Guanajuato, quien forma parte de uno de los grupos de migrantes en los Estados Unidos; su comentario, al igual que el de otros líderes que viven en California, Illinois, Carolina del Norte e incluso Nueva York, es que están muy descontentos con el funcionamiento del Programa 3 x 1, pues su percepción es que no ha servido sino para “engordar” las carteras de funcionarios municipales, estatales y hasta en algunos casos federales, que al amparo del poder público y la impunidad, han “infectado” de corrupción a uno de los programas sociales más nobles con que contamos en nuestro país.Así pues, entre el año 2006 y el 2007 el Programa 3 x 1 sufrió una reducción de casi 40 millones de pesos, pasando de 586 millones a 525; y entre 2007 y 2008 nuevamente tuvo una reducción a sólo 506 millones de pesos; y a pesar de los datos oficiales, la percepción de los migrantes es que a estas alturas del año hay subejercicios que superan el 60% de los presupuestos asignados; y peor aún, he recibido información, al menos en el estado de Guanajuato, de obras pagadas no ejecutadas, lo cual es resulta criminal, porque se trata no sólo de dinero que proviene de los impuestos, sino también directamente de los bolsillos de quienes tuvieron que salir del país, forzados por la pobreza y la desigualdad. Es tiempo de que revisemos nuestras políticas sociales y con ello es urgente que todos los programas que se generan para lo social entren a un proceso de revisión profunda en sus esquemas de operación, en su estructura y en su concepción.Mario Luis Fuentes sostiene en un artículo recientemente publicado en Excélsior que es preciso desarrollar un método similar al que se diseñó para discutir la reforma del sector energético, para discutir con la misma intensidad, seriedad y alcances la reforma de lo social. De no hacerlo, estaremos condenándonos a una mayor fuga de talentos; a más migración y desde luego, a mayor despoblamiento de municipios y localidades rurales en donde hay cada vez más mujeres, niños y ancianos solos.El ya citado caso de Guanajuato, una de las entidades de mayor intensidad migratoria en el país, es indicativo: tiene desde el 2005 el más bajo índice de masculinidad en México (este índice expresa la proporción de hombres por cada 100 mujeres), y prácticamente todos sus municipios rurales, particularmente los de menos de 50 mil habitantes, ya han iniciado un proceso de decrecimiento poblacional, aún cuando sus tasas de fecundidad se mantienen sumamente altas. Así por ejemplo, el caso del municipio de San Diego de la Unión, el cual presenta un promedio de 3.2 hijos nacidos vivos por mujer, y aún con ello inició un proceso de disminución de su población a partir del 2005.Estos datos deberían obligar a una reconversión del Programa 3 x 1 e incorporar nuevas vertientes de generación de capacidades productivas; de protección y reducción de vulnerabilidad de las mujeres que se quedan solas en las comunidades de alta intensidad migratoria y por supuesto, debería llevar a una revisión profunda de cómo se manejan los recursos y hasta dónde los migrantes, que son aportantes de recursos, tienen la capacidad de decidir qué y cómo se hace con su dinero.A decir de algunos líderes de migrantes, algo anda muy mal con este programa, y en el marco de agudización de la pobreza que estamos viviendo bien valdría la pena hacer una importante revisión de qué está pasando alrededor del 3x1.

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