martes, 2 de septiembre de 2008

Salvatierra o de los gobiernos mediocres. Periódico Correo

Por: Saúl Arellano, Lunes, 01 de Septiembre de 2008

INTRODUCCIÓN
Salvatierra es la primera ciudad que recibió ese título en el estado de Guanajuato, pues le fue concedido por Cédula Real el 9 de febrero de 1644. Fundada en una localidad otomí, llamada San Andrés Chochones, ubicada en el Valle de Güatzindeo (en algunos textos aparece escrito como Huatzindeo), que significa "lugar de hermosa vegetación" o "lugar de sauces"; adquirió desde su fundación el nombre de San Andrés de Salvatierra.
Este municipio es uno de los que tiene mayor número de colindancias en la entidad, pues es vecino de Tarimoro, Cortazar, Acámbaro, Yuriria, Santiago Maravatío, Jaral del progreso y el estado de Michoacán.
Y Aunque geográficamente no es colindante de manera estricta con Celaya, es otro municipio con el que guarda una estrecha relación y cercanía comercial y laboral.
En 2005 tenía 92,411 habitantes, de los cuales sólo 36,306 vivían en la cabecera municipal, lo que muestra el carácter predominantemente rural del municipio. Cuenta con 2 localidades de más de 5 mil habitantes (Urireo y San Nicolás); más otras 12 localidades entre mil y cinco mil habitantes cada una.
De acuerdo con INEGI, Salvatierra presentó en 2005 una tasa de decrecimiento anual de 0.40%; y el INEGI registró un promedio de 4.7 habitantes por vivienda.
CONAPO proyectó que para 2008 Salvatierra tendría una población de 89,548 personas; y que para el 2012 descendería drásticamente a 83,045; lo que representa una pérdida de más del 10% de población en menos de 7 años.
Esta pérdida se dará a pesar de que Salvatierra presenta un promedio de hijos nacidos vivos por arriba de la media estatal (2.92 hijos por mujer en Salvatierra, frente a una media estatal de 2.7), lo que puede explicarse por la intensa migración que se ha experimentado en el municipio en los últimos años; y lo que explica igualmente, que Salvatierra haya mejorado su posición en el IDH, pues es un hecho que el número de pobres no ha "crecido", porque la mayoría se han marchado a los Estados Unidos, o a otras entidades del país.
Esta dinámica poblacional llevará a Salvatierra a una reducción continuada de la relación que hay entre el número de mujeres y el número de hombres en el municipio, pues si en 2005 el índice de masculinidad indicaba que había 86.7 hombres por cada 100 mujeres, para el 2012 la cantidad será de 84.9 hombres por cada 100 mujeres.
Esto se refleja en el hecho de que Salvatierra es el onceavo municipio con mayor porcentaje de hogares con jefatura femenina en la entidad, pues 1 de cada cuatro hogares tiene como jefa a una mujer.
Por otro lado, INEGI contabilizó en 2005 una disponibilidad de 21,606 viviendas, lo que daba un promedio de 1.22 habitantes por cuarto en el municipio, lo que indica también un grado importante de hacinamiento.
LA POBREZA
De acuerdo con el Índice de intensidad migratoria, casi el 15% de los hogares de Salvatierra recibía remesas en el año 2000, lo que sin duda se debió incrementar entre esa fecha y el presente año.
Así, de los casi 22 mil hogares que había en el año 2000, alrededor de 3,300 hogares recibieron remesas. En efecto, en la clasificación de CONAPO Salvatierra apareció desde el año 2000 como un municipio de alto grado de intensidad migratoria, por lo que es válido suponer que si no hay más pobres es porque ya se fueron.
Esto explica por qué Salvatierra logró mantener su promedio de pobreza alimentaria apenas similar a la media nacional, es decir, un 18.6% de la población del municipio se encontraba en pobreza alimentaria, esto es poco más de 17 mil personas en esa condición.
Asimismo CONEVAL detectó que 26.8% de los habitantes del municipio se encontraban en pobreza de capacidades, es decir, más de 24,600 personas sin recursos para satisfacer sus necesidades de alimentación, salud y educación; así como un 52.2% de personas en pobreza de patrimonio, lo que simplifica llanamente que la mitad de la población del municipio son pobres.
LA MARGINACIÓN
En el año 2005, Salvatierra contaba con 61 localidades, de las cuales, 3 eran de muy alta marginación y 26 más eran consideradas como de "alta marginación", con lo que se detectó que había más de 19,300 personas en condiciones de "Alta y Muy Alta" marginación.
20 localidades más eran de "marginación media"; y 10 localidades más de "baja marginación"; con sólo 2 localidades de "muy baja marginación". Estos datos significaron en 2005 que el 7.24% de la población carecía de drenaje; que 9.17% de la población habitaba en viviendas con piso de tierra; y que en más del 40% de las viviendas se registrara hacinamiento.

EL DESARROLLO HUMANO
Salvatierra es un municipio que se acerca a un grado de desarrollo humano "alto". Ocupó en 2005 el lugar 13 en IDH a nivel estatal, sin embargo, mantiene indicadores sumamente bajos en algunas áreas clave para el desarrollo, como la educación.
En efecto, los indicadores que en mayor medida han detenido el crecimiento del IDH, están en el sector educativo. En 2005, Salvatierra presentó a un 14.95% de población mayor de 15 años en condiciones de analfabetismo, es decir, 9,623 personas sin saber leer ni escribir; hecho lamentable pues en el año 2000, el porcentaje era del 15.58%, lo que significa que no se redujo ni un solo punto porcentual en 5 años.
A este ritmo, Salvatierra tendría que esperar más de 100 años para erradicar el analfabetismo. Asimismo, entre el año 2000 y el 2005, la población que asiste a la escuela se mantuvo prácticamente estancada pues mientras que en el 2000 la población de 6 a 24 años que recibía educación era de 20,876, en el año 2005 llegó sólo a 21,095.
Así, en el año 2005, el 37.75% de la población mayor de 15 años en el municipio, esto es, 23,337 personas que no habían concluido sus estudios de primaria; así como un 64.87% de personas mayores de 15 años que no habían concluido la secundaria, esto es, 41,171 personas sin educación básica completa.
Sin duda alguna, la mayor mejoría que tuvo este municipio en el índice del desarrollo humano, y que lo llevó a avanzar en su posición relativa a nivel nacional, es el incremento en el ingreso de las personas, lo cual, sin creación de empleos directos y permanentes, sólo se explica gracias a las remesas recibidas de Estados Unidos, o bien a los programas de asistencia social como el Programa Oportunidades.
Así, el ingreso per capita en Salvatierra creció de 7,038 dólares en el año 2000, a 8,339 dólares por habitante y año en el 2005.
A pesar de estos avances, la inequidad de ingreso entre hombres y mujeres no sólo no se redujo, sino que se incrementó, pues mientras que para los hombres el ingreso creció de 11,632 dólares por año en el 2000, a 13,203 dólares por año en 2005; para las mujeres creció sólo de 3,012 dólares al año en el 2000, frente a 4,121 dólares en 2005.
Esto es, si en el año 2000 los hombres ganaban en promedio 8,620 dólares más que las mujeres; en el 2005 la diferencia se acrecentó a 9,082 dólares. Dicho de otro modo, al año, los hombres perciben en promedio más de 100 mil pesos que las mujeres.
Esta inequidad también se expresa en la capacidad de ir a la escuela, pues la tasa de asistencia escolar sigue siendo 5% más alta para los hombres que para las mujeres.
Así, en 2005, la tasa de asistencia escolar para los varones fue de 64.30%, mientras que para las mujeres apenas llegó al 59.6%. Estos datos se reflejan en un promedio de escolaridad de sólo 6.21 grados por persona en 2005; promedio incluso por debajo del alcanzado por entidades como Chiapas y Oaxaca.
CONCLUSIONES
Salvatierra es uno de los municipios con mayores paradojas del estado. Mientras que hace dos décadas era considerado el "granero del Bajío", hoy el campo vive un éxodo masivo por la pobreza y la desigualdad, en medio de administraciones mediocres que no han logrado aprovechar una posición geográfica de privilegio para atraer inversiones y empleos de calidad.
Es inaceptable que siendo la primera localidad con el título de ciudad en el estado, Salvatierra haya alcanzado en 2005 un índice de desarrollo humano semejante al de países como Belarús o Venezuela.
La prevalencia de la ignorancia que muestran los indicadores oficiales en Salvatierra es reflejo de la ignorancia de quienes han tenido la responsabilidad de gobernarla al menos en los últimos 10 años, lo cual es incongruente con los niveles de ingreso económico registrados, por lo que es urgente que tanto el estado como el municipio, impulsen nuevas políticas educativas y de generación de oportunidades de mejores empleos y expectativas de vida para su población.

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