sábado, 4 de octubre de 2008

¿Y la Secretaría de la Reforma Agraria? Periódico La Crónica

Por: Saúl Arellano Opinión
Domingo 5 de Octubre de 2008 Hora de publicación: 00:26
(Primera de dos partes)
Aunque usted no lo crea, en México existe aún una Secretaría de la Reforma Agraria. Sin embargo, cuando uno voltea hacia este tema, esta incredulidad no surge de la consideración de que tal Secretaría sea innecesaria, sino antes bien, por la gris y ausente personalidad del titular de la dependencia, a la cual ha arrastrado lamentablemente a una intrascendencia mayúscula en el marco institucional de nuestro país.El ingeniero agrónomo Abelardo Escobar Prieto es quien se supone dirige a esta dependencia, la cual, a decir incluso de muchos de los que ahí laboran, se encuentra sumida en la ineficiencia, la frivolidad de sus funcionarios y en medio de grupos políticos que se dedican por un lado, dicen en los pasillos de la Secretaría, a preparar supuestos candidatos de elección popular para 2009 en el estado de Aguascalientes, y los otros a organizar fiestas colectivas en caravanas que van de México a Acapulco.Más allá de tales frivolidades, los problemas de fondo que tiene esta dependencia parecen escapar a la comprensión de su titular y, en consecuencia, de sus empleados. Así, el primer tema estructural al que se enfrenta en la SRA, es la inmensa cantidad de proyectos productivos y sociales que, siendo ya el mes de octubre, no se han dictaminado todavía, dejando en la incertidumbre a miles de mujeres campesinas que han presentado expedientes técnicos para recibir recursos e iniciar proyectos en localidades de alta y muy alta marginación.Así, de acuerdo con la información disponible, resulta increíble e inaceptable que en más del 80% de las solicitudes presentadas en el Programa de Mujer del Sector Agrario (PROMUSAG), las mujeres más pobres no reciban aún una respuesta; y en un porcentaje similar en el Fondo para el Apoyo de Proyectos Productivos en Núcleos Agrarios (FAPPA). Del Programa Joven Emprendedor Rural y Fondo de Tierras mejor ni hablar, porque de éste ni siquiera se tiene acceso a datos básicos.De acuerdo con el artículo 10, fracción IX, de la Ley Federal de la Reforma Agraria, el titular de la Secretaría en cuestión es el responsable de “Dictar las normas para organizar y promover la producción agrícola, ganadera y forestal de los núcleos ejidales, comunidades y colonias, de acuerdo con las disposiciones técnicas generales de la Secretaría de Agricultura (…) y en materia de aprovechamiento, uso o explotación de aguas, coordinadamente con la misma Secretaría”.Como puede verse, la dimensión del trabajo de esta Secretaría es de prioridad nacional, al menos por las siguientes consideraciones: más de la mitad de la tierra disponible en el país está constituida en ejidos; y más del 60% del agua disponible para el consumo humano también se encuentra en propiedades ejidales o en espacios cercanos a ellas.Si estos datos no son suficientes, habría que dar una buena revisada al Censo Ejidal 2007, el cual muestra las desastrosas condiciones en las que se encuentran los ejidos en México. De acuerdo con un estudio presentado por CEIDAS, en México hay 5,653,726 ejidatarios, comuneros y posesionarios que disponen de 105,949,096 millones de hectáreas, distribuidas en 31,518 ejidos en todo el territorio nacional. Las entidades con mayor número de ejidos son Veracruz, Chiapas, el Estado de México, Michoacán y Guanajuato.En ese sentido, vale la pena destacar que del total de hectáreas ejidales, sólo 33,631,739 se encuentran parceladas; y de éstas, sólo 3,771,283 corresponden a tierras de riego, esto es, sólo el 10% de la superficie agrícola ejidal nacional cuenta con acceso regular al agua para uso agrícola.Más datos para el secretario y sus empleados: a pesar de que somos un país de jóvenes, de los más de 33 mil ejidos, sólo en 18 mil se tiene una presencia predominante de este grupo de población, y en más de 12 mil se ha detectado una fuerte intensidad migratoria.Por otro lado, entre 2002 y 2007, de los más de 33 mil ejidos, sólo 8,419 recibieron capacitación o algún tipo de asistencia técnica; en contraste, 23,099 ejidos no recibieron ningún tipo de capacitación o apoyos para la reconversión y el mejor uso de la tierra. Aunado a ello, sólo una sexta parte ha optado por la opción de tenencia de la tierra en la modalidad de “domino pleno” lo cual dificulta en muchas regiones garantizar o generar nuevas opciones productivas y acceso a recursos y programas públicos para el desarrollo rural. Esto se traduce en una tremenda inseguridad en la tenencia y regularización de la tierra, pues del total de ejidos, en más de 10,528 (es decir la tercera parte del total) hay ventas de tierras sin registro oficial de por medio. Mientras estos datos nos evidencian una terrible realidad para el campo, en donde en 2005 vivían 9 de los 14 millones de hambrientos que estimó CONEVAL en ese año en el país, el secretario de la Reforma Agraria nos quiere convencer de su vocación social en el sitio de Internet de la dependencia, sosteniendo insólitamente lo siguiente: “Su compromiso social se ha expresado durante sus 20 años de docencia en la ESAHE; como integrante del Club Rotario, al que está afiliado desde 1971; desde la Vicepresidencia de la Canaco de Ciudad Juárez, que ejerció en 1972, y desde la Secretaría del Ayuntamiento de Juárez” (http://www.sra.gob.mx/web2007/abelardoescobar.asp).Así, mientras el señor secretario se pavonea de lo que ha sido seguramente una importantísima tarea social desde el Club Rotario, en Veracruz un líder campesino perdió la vida esta semana al prenderse fuego a sí mismo ante la desesperación de no recibir respuestas de la SRA. Y por si fuera poco, lo que no le han informado los yuppies que tiene laborando en su dependencia, es que el país se puede literalmente incendiar, si no se atienden y resuelven problemas generados por la incompetencia de las autoridades agrarias. En lugar de asistir a fiestas rotarias y de la Canaco, el secretario debería darse una vuelta a los ejidos y comprender que hay zonas de riesgo que deben atenderse si no se quiere que haya más muertes innecesarias. Así en Guanajuato, en la zona limítrofe con San Luis Potosí, en donde hay graves conflictos entre ejidatarios de ambas entidades; lo mismo ocurre en la zona limítrofe entre Michoacán y Guerrero; entre Durango y Sinaloa; y entre muchas otras fronteras estatales en donde lo que se requiere es de una intensa presencia de las autoridades a fin de generar procesos de diálogo social que permitan dar mejores alternativas a los campesinos más pobres de México.Hay estudios que muestran cómo con una inversión mínima se puede generar infraestructura para una importante captación de agua de lluvia; para la siembra con semillas mejoradas; para la producción, distribución y utilización de abono orgánico; acciones con base en las que, entre otras medidas simples, la producción nacional de temporal podría elevarse al doble cada año, y pasar de niveles de productividad de 3 toneladas de granos por hectárea, a casi 5 toneladas. En medio de la crisis alimentaria global que se enfrenta, estas estimaciones deberían ser al menos tomadas en cuenta para ofrecer alternativas viables y respetuosas del medio ambiente, y que abran la posibilidad para que los más pobres puedan resistir los embates de la crisis que vivimos.México no resiste más simulaciones ni tampoco modalidades de impunidad que se expresan en la incompetencia, la frivolidad y el incumplimiento de lo que manda la Ley. La Secretaría de la Reforma Agraria no está haciendo su trabajo y es tiempo de que alguien le exija cuentas.

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