lunes, 29 de septiembre de 2008

San José Iturbide: otro ejemplo del desarrollo pobre. Periódico Correo

Otro ejemplo del ‘desarrollo pobre’
Por: Saúl Arellano, Lunes, 29 de Septiembre de 2008
Viaje al centro de la desigualdad. La cuestión social en San José Iturbide


San José Iturbide es de los municipios más "jóvenes de la entidad". El Decreto de creación como Municipio, expedido por el Congreso del estado es de apenas 1948, en el que se de le dio su denominación actual, aún cuando su fundación como Villa data de 1754.
Actualmente colinda con los Municipios de San Luis de la Paz, Doctor Mora, San Miguel de Allende y con el estado de Querétaro.
En 2005, INEGI contabilizó 59,217 habitantes, de los cuales, 27,897 eran hombres y 31,320 mujeres, con lo que el índice de masculinidad del municipio se situó en 89.1, casi un punto porcentual por debajo de la media estatal; simultáneamente, tiene la cuarta tasa más alta de crecimiento medio anual de la entidad, con un ritmo del 1.42%.
Asimismo, en San José Iturbide se presentó en 2005 un promedio de 2.72 hijos nacidos vivos por cada mujer en edad fértil en el municipio, tasa superior a la media nacional.
Esta tasa de natalidad tan alta es paliada por los efectos de la migración en el municipio, pues en el año 2000 CONAPO lo clasificó como un municipio de "Alta Intensidad Migratoria", pues el 10.22% de los hogares tenía ya al menos a un familiar en los Estados Unidos de Norteamérica.
Para 2008, CONAPO calculó que en el municipio habría una población de 61,545 personas, y para 2012 estima que habrá 63,638, de los cuales 29,610 serán hombres y 34,028 mujeres, lo que se traducirá en un índice de masculinidad aproximado de 87.01, con lo que a pesar del crecimiento absoluto en la población, el desequilibrio entre el número de mujeres y el de hombres seguirá incrementándose.
En el mismo año INEGI calculó que había un total de 12,984 hogares, de los cuales 10,497 (80.85%) estaban jefaturados por hombres y 2,487 por mujeres (19.15%), proporción que seguramente se modificará considerando la dinámica demográfica ya señalada.
En ese año, estos hogares habitaban en 12,221 viviendas, de las cuales 645 tenían un solo habitante; 6,089 viviendas tenían entre 4 y 6 habitantes; y otras 2,263 viviendas tenían 7 o más habitantes cada una; esto implica que más del 30% de los pobladores de San José Iturbide habitaban en casas con 7 o más habitantes cada una.
Los datos de los ocupantes de viviendas coinciden con los registrados para los hogares, pues de acuerdo con INEGI, de los 12,984 hogares contabilizados, 5,763 tenían 5 o más miembros; esto es, en menos de la mitad de hogares, estaban integrados cerca del 70% de la población total del municipio.
Al respecto, debe hacerse la aclaración de la diferencia que hay entre hogar y vivienda: el primero es definido como un grupo de 1 o más personas que viven bajo el mismo techo; y el segundo es el espacio físico en el que vive una o más personas o bien, uno o más hogares.
LA POBREZA
De acuerdo con el CONEVAL, este municipio presentó un elevado porcentaje de personas en pobreza alimentaria en 2005: 26.3% de sus habitantes fueron contabilizados en esta condición, lo que significa que un total de 15,400 personas padecían hambre en el año de referencia.
Asimismo, un 34.9% de sus habitantes se encontraba en situación de pobreza de capacidades, lo que equivale a 20,666 personas; y finalmente un 59.6% de población en condiciones de pobreza de patrimonio, es decir, 35,293 personas.
Estos datos son congruentes con lo reportado por CONAPO en ese año, pues se estimó que de la población ocupada, más del 46% percibía menos de 2 salarios mínimos.
Al igual que en la inmensa mayoría de los ayuntamientos de la entidad, al revisar su sitio electrónico no se encontró en el catálogo de programas ninguno que haya sido diseñado por el municipio para responder a las demandas y necesidades locales.
En efecto se trata, como en la estructura del gobierno del estado, de "programas copia" de los que se diseñan desde el gobierno federal.
LA MARGINACIÓN
San José Iturbide tenía 143 localidades en el año 2005; de éstas, 7 fueron catalogadas como de "Muy Alta marginación" y 78 de "Alta marginación, en las que vivían 17,463 personas; 40 localidades más fueron clasificadas como de "marginación media"; 14 de "baja marginación" y 4 de "muy baja marginación".
Así, a pesar de las inversiones y del "parque industrial" que se ha logrado instalar en el municipio, el 17% de las viviendas carecían en 2005 de drenaje; el 48% de la población vivía con algún grado de hacinamiento y más del 12% habitaba en viviendas con piso de tierra.
En este último indicador se avanzó muy poco entre el año 2000 y 2005 pues de acuerdo con los propios datos de CONAPO, en el primer año el porcentaje registrado fue de 13.9%, es decir, una reducción de sólo de dos puntos porcentuales en cinco años.
EL DESARROLLO HUMANO
San José Iturbide es uno de los pocos municipios de la entidad que mejoraron su posición relativa en el Índice del Desarrollo Humano 2000-2005. Pasó del lugar 752 al 681 a nivel nacional, es decir, todavía lejos de los primeros 500 del país, aún con el potencial de desarrollo que tiene.
Así, se colocó en el lugar 13 en el estado, por debajo de Salvatierra y por arriba de Jaral del Progreso. El IDH alcanzado por este municipio fue similar al de un país como Dominica, el cual ocupa el lugar 68 a nivel internacional.
La mejora de la posición de San José Iturbide en el IDH se debió en mayor medida al crecimiento en los niveles de ingreso de su población, pues pasó de 6,891 dólares per capita en el año 2000, a un promedio de 9,211 dólares anuales.
Sin embargo, en materia de equidad de género en este rubro la desigualdad se mantuvo pues mientras que el ingreso de los hombres creció de 10,756 dólares por año en el 2000, a 13,690 en 2005; para las mujeres el incremento fue de 3,408 dólares a 5,222 en el mismo periodo.
Es decir, en 2005 los hombres tenían ingresos superiores en 2.6 veces más que las mujeres.
En cuanto a las condiciones de salud se refiere, aun cuando hubo avances en mortalidad infantil, pues se pasó de una tasa de 27.32 a 22.74 muertes por cada mil nacidos vivos entre el año 2000 y el 2005, esta tasa siguió estando muy por arriba de las medias nacionales y estatal, y en ese año fue similar a la que se registró en promedio en un país como El Salvador.
Es en el ámbito educativo, como en toda la entidad, en el que San José presenta los peores indicadores. Al 2005 tenía un porcentaje de 13.3% de la población mayor de 15 años en condiciones de analfabetismo, esto es, 4,846 personas, de las cuales 1,986 eran hombres y 2,860 mujeres, lo que constata la inequidad que persiste en muchos rubros entre hombres y mujeres.
A esto se agrega que el 31.1% de la población mayor de 15 años no había concluido sus estudios de educación primaria; y que el 53.9% de ese mismo grupo de población no había concluido los estudios de educación básica completos.
A ello se agrega que el 4.13% de la población de 6 a 11 años no asistía a la escuela, es decir más de 250 niñas y niños privados de su derecho a al educación primaria; más otros 299 niñas y niños de 8 a 14 años que en 2005 INEGI contabilizó como población que no sabe leer ni escribir.
Así, visto por género, la inequidad en el acceso a la educación en todos sus niveles sigue favoreciendo a los hombres sobre las mujeres, pues la tasa de asistencia escolar registrada en 2005 fue de 67.99% para los primeros y de 63.09% para las segundas.
CONCLUSIONES
San José Iturbide es otro de los ejemplos estatales del "desarrollo pobre"; es decir, se genera la paradoja de tener la capacidad para atraer fuertes inversiones, pero de impulsar simultáneamente muy poco desarrollo social.
La mejora en el IDH del municipio debe verse con cautela, pues al igual que en Salvatierra, lo que le impulsa entre 2000 y 2005 es la variable del ingreso, lo cual, considerando la creciente migración hacia los E.U.A. en esos años y el crecimiento sostenido de las remesas, debe tomarse con precaución para asignar el logro a políticas públicas positivas; en ese sentido, el factor de las remesas debería ponderarse.
Dado su potencial de desarrollo, San José Iturbide debió transitar entre el año 2000 y el 2005 a un municipio de alto desarrollo humano; sin embargo, las pésimas políticas de desarrollo social que hay en la entidad y en el municipio son las que han frenado la oportunidad de que las personas y sus familias accedan a niveles de vida en dignidad y equidad.

Y la Migración sigue. Periódico La Crónica

Por: Saúl Arrellano Opinión
Domingo 28 de Septiembre de 2008 Hora de publicación: 00:22
http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=387836

La agenda nacional está atrapada en el debate sobre la violencia. Los cobardes atentados en la ciudad de Morelia y los múltiples asesinatos que continúan presentándose en todo el territorio nacional han capturado la atención de prácticamente todos los medios de comunicación y sin duda alguna, constituyen el tema central de las preocupaciones de la opinión pública.A pesar de la relevancia del tema, hay otras agendas estructurales que no debemos perder de vista y frente a las cuales no podemos bajar la guardia si de verdad queremos generar soluciones integrales para el desarrollo, para la equidad, la justicia y la dignidad.Recientemente, Conapo dio a conocer varios documentos sobre migración internacional que muestran, sin duda alguna, los resultados de las pésimas políticas sociales que han operado desde hace prácticamente 20 años en el país, y que se han reducido a acciones de asistencia social que, dicen los tecnócratas, se rigen por los mejores criterios de eficiencia, a fin de que los pobres puedan resistir mientras llega el desarrollo.Y mientras este ansiado y prometido desarrollo hace su aparición, la realidad desborda a todos los modelos econométricos y de toda índole, y lleva a miles de paisanos a la búsqueda de alternativas que definitivamente no se encuentran en sus lugares de origen por lo que tienen que migrar, ya bien al interior del propio país, o a los Estados Unidos de Norteamérica.Los datos que nos ofrece Conapo no hacen sino confirmar lo que muchos hemos venido señalando desde hace años: los mexicanos constituyen una de las minorías étnica más numerosas en los Estados Unidos de Norteamérica y las tendencias muestran que el proceso no se va a revertir, no al menos en los próximos cinco años.En efecto, de los más de 288 millones de habitantes que se contabilizaron como población en los Estados Unidos de Norteamérica en el 2005, 37.8 millones de personas son inmigrantes y de éstos, 11.16 millones son de origen mexicano; esto sin contar a los hijos de los mexicanos que nacen ya en territorio estadunidense, y que muchos de ellos mantienen el apego a sus raíces y sus vínculos e identidad nacional. Con esta población, se estima que hay al menos 25 millones de mexicanos en el país del norte.Las cifras consolidadas que se han presentado en este 2008 muestran además una tendiente creciente en el envío de las remesas de los Estados Unidos hacia nuestro país. Así, aún cuando el ritmo de crecimiento anual ha venido a la baja desde 2006, el volumen del dinero que envían los migrantes a México creció en 17.1% con respecto a 2005, llegando a una cifra récord de 22 mil 700 millones de dólares.En ese sentido, es preciso destacar varias novedades en las cifras y los números relativos a las remesas. En efecto, entre 1990 hubo modificaciones importantes en el orden de las entidades de la República, considerando el monto de remesas que reciben. Así, entre 2005 y 2006, Michoacán se mantuvo como el principal receptor de dólares provenientes de la Unión Americana, con una impresionante suma de 2,419 millones de dólares en 2006. Para dimensionar esta cifra vale la pena destacar que superó a la inversión extranjera directa recibida por un país como Nicaragua.Destaca en segundo término, que Guanajuato desplazó a Jalisco como el segundo lugar nacional en recepción de remesas, pues en 2006 recibió un monto de 2,100 millones de dólares. En tercer sitio en el país, se ubicó por primera vez el Estado de México, con casi 2 mil millones de dólares, seguido muy de cerca por Jalisco, que aparece ya en el cuarto lugar nacional con 1,958 millones de dólares. Sorprende además que el Distrito Federal se mantuvo, en el mismo periodo (1995-2005,) en el quinto lugar nacional como receptor de remesas, con más de 1,500 millones de dólares recibidos en el 2006.En la lista nacional, las entidades que menos reciben remesas son Baja California Sur, con 29 millones de dólares de captación de remesas en 2006; Campeche, con 65 millones de dólares y Quintana Roo, con 99 millones de dólares.Es grave para el país que la población que emigra de México esté generando cuatro veces más ingresos para nuestro país que las exportaciones netas del sector agropecuario, lo que trae aparejado uno de los problemas de fondo en esta cuestión: los migrantes siguen siendo personas mayoritariamente provenientes de municipios o localidades rurales, lo que una vez más, lleva a la cuestión de la ingente pobreza y la desigualdad que vive el sector rural e indígena de nuestro país.Otro dato a destacar es el número de hogares receptores de remesas que hay en México pues, aún cuando las cifras de ingresos por esta vía son descomunales, son muy pocos los hogares que reciben este dinero. Así, de los más de 25.7 millones de hogares que había en nuestro país en 2005, sólo 1.53 recibían la mayor proporción de las remesas captadas.Sorprende que en los últimos dos años, el único programa en serio que tiene el gobierno federal, y esto debe ponerse entre comillas, es el Programa 3 x1, el cual, como ya lo señalé recientemente en otro artículo, ha tenido importantes recortes presupuestales en los últimos dos años.Peor aún resulta el hecho de que este año, el paquete económico entregado por la Presidencia de la República al Congreso, recorta más de seis mil millones de pesos de la propuesta de Presupuesto de Egresos para el Ejercicio Fiscal 2009, en medio de la peor crisis económica internacional que hemos enfrentado en 13 años, y sobre todo, en medio de la mayor crisis alimentaria y del sector agrícola que hayamos conocido en los últimos 50 años a escala mundial.No es éticamente sostenible ningún recorte al gasto social; menos aún en los sectores de los que dependen los más pobres para sobrevivir; lo que lleva al otro tema de fondo: el criminal subejercicio que se tiene en los programas sociales y en los programas dirigidos al desarrollo social.Así, por citar sólo los casos con mayor número de migrantes, y que son Michoacán y Guanajuato, en ambos hay subejercicios por arriba del 70% en distintos programas de operación tanto federal como estatal, lo que constituye verdaderos agravios en contra de los que menos tienen y que por lo tanto, son quienes más exigen el respaldo y el apoyo de las autoridades del Estado.México no puede esperar más a que “pase algo” fuera del país que nos jale al desarrollo y al despegue en el bienestar y la equidad de las personas. En una reciente intervención, el Presidente de la República sostuvo que su administración no descansará hasta que no haya un mexicano que tenga que irse de México a buscar mejores oportunidades de vida. El problema es que sus metas sexenales son muy pobres y que este tipo de declaraciones, antes que ayudarlo, lo sitúan en mayores riesgos ante la opinión pública crítica y que hace análisis no con base en los discursos, sino con base en datos y evidencia estadística.México está obligado a redoblar los esfuerzos contra la pobreza, pero sobre todo en contra de la desigualdad. Los pobres no pueden esperar a que los funcionarios aprendan cómo operan los programas o simplemente que se les dé la gana ponerse a trabajar. Así en Michoacán y Guanajuato y así en todo el país, en donde la mediocridad de los burócratas nos está llevando a crisis mucho más profundas de lo que a simple vista puede percibirse.

lunes, 22 de septiembre de 2008

San Francisco: analfabetismo en cantidades industriales. Periódico Correo

Por: Saúl Arellano, Lunes, 22 de Septiembre de 2008
Viaje al centro de la desigualdad. (La cuestión social en San Francisco del Rincón)

San Francisco del Rincón fue fundado en 1607 por comunidades de otomíes que originalmente lo nombraron como San Francisco del Tule. A pesar de su antigüedad, fue hasta 1865 cuando se le otorgó el título de Villa, y en 1869 se le concede el título de Ciudad.
San Francisco del Rincón colinda al día de hoy con los municipios de León, con el que está ya cerca de integrar un fenómeno de "conurbación"; Romita, Manuel Doblado y Purísima del Rincón.
De acuerdo con los datos de INEGI, en 2005 este municipio tenía una población de 103,217 habitantes, de los cuáles 49,215 eran hombres y 54,002 eran mujeres, lo que se refleja en un índice de masculinidad de 91.1 hombres por cada 100 mujeres, promedio apenas similar a la media estatal, que debe recordarse otra vez es la más baja del país.
Asimismo, de acuerdo con INEGI, San Francisco del Rincón es uno de los 27 municipios que aún mantiene una tasa de crecimiento de población, la cual supera a la media nacional, pues mientras que el país crece a un ritmo de 0.7% anual, en San Francisco se tiene una tasa de 1.22%, lo que muestra una alta tasa de migración hacia el municipio y una alta tasa de natalidad o ambos fenómenos combinados.
Frente a estos datos, CONAPO muestra algunas discrepancias con INEGI, pues en sus proyecciones de población 2005-2050 calculó para San Francisco, ese mismo año, tenía una población de 104,476 personas.
Para 2008, CONAPO estimó que habría 105,815 habitantes, y para 2012 un total de 107,308 personas, de las cuales, 50,771 serán hombres y 56,537 serán mujeres, por lo que su índice de masculinidad descenderá de 91.1 en 2005 a 89.8, lo que evidencia que a pesar del crecimiento de población, hay una tendencia a una pérdida constante de población masculina, la que se explica en parte por la migración hacia los Estados Unidos de Norteamérica.
En efecto, San Francisco del Rincón era considerado en el índice de intensidad migratoria del año 2000 como un municipio de migración media, la cual se ha ido incrementando y aun cuando no hay cifras actualizadas, ya en el año 2000, había un 10% de hogares que recibían remesas en el municipio.
De acuerdo con el CONAPO, en 2005 habría en San Francisco un total de 21,374 viviendas, número que se incrementará a 26,426 en 2012. En 2005, había en el municipio 23,086 hogares, de los cuáles 17,979 tenían como jefe a un hombre (77.9%) y 5,107 tenían como jefa de familia a una mujer (22.12%).
En San Francisco, el 43.5% de los hogares tenían a 5 integrantes o más (en total 10,057 hogares), lo que habla de un importante hacinamiento en el municipio

LA POBREZA
A pesar de su vinculación y cercanía con la economía de León, San Francisco mantiene niveles de pobreza que, aun situándose por debajo de la media estatal, son altos considerando su potencial económico y su privilegiada posición geográfica.
Así, de acuerdo con el CONEVAL, en el 2005 el 17.1% de su población vivía en circunstancias de pobreza alimentaria, esto es, 17,650 personas en condición de hambre.
Simultáneamente, el 25.3% de la población vivía en condiciones de pobreza de capacidades, es decir, 26,113 personas que no cuentan con recursos para satisfacer sus necesidades de alimentación, salud y educación.
Finalmente, se estimó para ese año que el 53% de la población vivía en pobreza de capacidades, lo que simple y llanamente significa que poco más de la mitad de la población en San Francisco vive en algún grado de pobreza.
Estos datos son congruentes con la información de CONAPO, el cual detectó que en 2005 que el 36% de la población ocupada ganaba menos de 2 salarios mínimos, es decir, 1 de cada 3 empleados en San Francisco ganaba menos de 90 pesos al día.
LA MARGINACIÓN
San Francisco es, de acuerdo con el CONAPO, un municipio de "Baja Marginación"; de hecho es el séptimo municipio con menor marginación en la entidad. Aún con ello, de sus 138 localidades, 9 son de "Muy alta marginación"; 73 de "alta marginación" y 23 de "marginación media".
En su conjunto, en estas localidades vivían en 2005, 19,830 personas, es decir, casi 1 de cada 5 personas en el municipio viven en localidades con rezagos importantes.
Sorprende sobre todo que en ese año, aún el 8.9% de sus habitantes carecían de drenaje o servicios sanitarios; que el 5% habitara en viviendas con piso de tierra y que más del 44% de las viviendas presentara algún grado de hacinamiento.
EL DESARROLLO HUMANO
San Francisco del Rincón es el séptimo municipio con mayor desarrollo humano en la entidad. De hecho es de los pocos municipios que lograron algún avance importante en la entidad pues pasó, entre 2000 y 2005, del lugar 343 a nivel nacional al 296 y pasó también de ser un municipio de "desarrollo humano medio" a uno de "desarrollo humano alto".
Aún con lo anterior, en San Francisco persisten algunos indicadores preocupantes. En primer término, mantiene una tasa de analfabetismo por arriba de la media nacional, dato importante porque casi todos los municipios del país que han alcanzado un IDH por arriba del .8000 se sitúan por debajo de la media.
Así, en 2005, San Francisco del Rincón presentó una tasa de analfabetismo de 9.3% de la población mayor de 15 años, es decir, 6,066 personas, de las cuales 2,168 eran hombres (35.7%), con lo cual San Francisco se situó en 2005 como el municipio con mayor proporción de mujeres analfabetas en el estado.
Asimismo, San Francisco es el municipio de la entidad con mayor porcentaje de niñas y niños de 6 a 11 años fuera de la escuela en el estado.
De acuerdo con el índice de rezago social, en este municipio el 9.66% de las niñas y niños en este rango de edad estaban privados de su derecho a la educación.
En total, INEGI pudo contabilizar a 416 niñas y niños que no asistían a la escuela. Simultáneamente, en el mismo 2005, INEGI detectó que en el municipio había 525 niñas y niños de 8 a 14 años que no sabían leer ni escribir.
Todo lo anterior deriva en un bajo grado de escolaridad en el municipio, sobre todo si se considera que es un municipio con alto desarrollo humano. Así, en 2005 el promedio era de 6.59 grados por persona, lo que a su vez se refleja en el hecho de que el 30.3% de su población mayor de 15 años no hubiese concluido aún la educación primaria, y que el 67% no hubiera concluido los estudios de educación básica completa.
Así, la tasa de asistencia escolar de San Francisco llegó apenas, en 2005, a 57%.
De esta forma, los mayores avances en San Francisco se deben a su mejora en indicadores de salud, pues logró reducir su tasa de mortalidad infantil de 23.3 muertes de menores de un año por cada mil nacidos vivos, a 16.5, tasa apenas similar a la media nacional y mucho más alta que la que presentan municipios con un IDH similar.
Asimismo, en los 5 años de análisis del PNUD, San Francisco tuvo una notable mejoría en sus niveles de ingreso pues pasó de un promedio de 10,161 dólares por habitante y año, a uno de 12,566 dólares por habitante y año.
Sin embargo, cuando se desagregan los datos por género, la mejoría no es equitativa para hombres y mujeres, pues mientras que en 2000 los hombres tenían un ingreso de 15,628 dólares (2,900 dólares más) y las mujeres de 5,058, en 2005 el ingreso promedio pasó a 18,528 dólares por año para los hombres, y a 7,133 (2,075 dólares más) para las mujeres, hecho que contribuye a profundizar la desigualdad entre los géneros.
Así, aun con sus avances, San Francisco apenas logró situarse en la media nacional, con un IDH similar al de países como Bahamas y Tonga.
CONCLUSIONES
La desigualdad que se vive entre los municipios del estado, y al interior de sus municipios continúa siendo abismal y los indicadores muestran cómo se ha ido recrudeciendo, sobre todo en materia de inequidad de género.
Esto, hay que reiterarlo hasta el cansancio, exige de una nueva batería de políticas públicas que incluyan como eje transversal el criterio de la equidad de género.
Es inaceptable que un municipio con alto desarrollo humano sea al mismo tiempo el que tiene el mayor porcentaje de niñas y niños de 6 a 11 años fuera de la escuela.
La educación es un derecho habilitante y privar de él a las niñas y los niños es un acto que puede calificarse al menos de irresponsable.
San Francisco mantiene un ritmo de crecimiento de población que ha sido poco estudiado y que en consecuencia, no se han generado procesos de planeación municipal para prever la dotación de bienes y servicios y generación de empleos dignos.
Esto es evidente en la composición de su Plan Municipal de Desarrollo el cual carece de los elementos más básicos de una planeación digna del siglo XXI.

En las arcas está el recurso para combatir pobreza. Entrevista en el Periódico Correo

http://www.correo-gto.com.mx/notas.asp?id=85834
Falta política social efectiva: titular de CEIDAS
Martín Fuentes
Saúl Arellano, director de Investigación del Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo y Asistencia Social (CEIDAS), afirmó que más que un subejercicio presupuestal, de por sí grave, lo que preocupa "es la incomprensión de lo que implica el desarrollo social" en este estado donde la secretaría del ramo está dedicada a administrar programas antes que a diseñar una política y una estrategia integral en ese campo.
Entrevistado vía telefónica, expuso que básicamente lo que se hace es copiar los programas federales y, en esa lógica, desarrollar una política de desarrollo social "que en el mejor de los casos es de asistencia social porque no hay un proceso de generación de empleos sostenidos con seguridad social, porque no hay un crecimiento económico que se detone a partir de esa política social y porque todos los indicadores del desarrollo están muy mal".
Responsabilidades
El director de investigación del CEIDAS dijo que lo más novedoso que tiene como programa la Secretaría de Desarrollo Social y Humano (SDSH), en términos de monto presupuestal, es el de Piso Firme, finalmente copia de una de las vertientes de Hábitat.
Luego argumentó que sería deseable que al menos se integraran y coordinaran las Secretarías de Desarrollo Social, de Salud y de Educación de Guanajuato "porque la política de desarrollo social tiene qué ver con educación, salud y el combate a la pobreza".
Expuso que debido a lo anterior se tienen resultados desastrosos y que eso se desprende a de la lectura de datos contenidos en el II Informe de Gobierno de Felipe Calderón, en los que se detalla que éste es el quinto estado con mayor tasa de fecundidad, con tasas de mortalidad infantil de menores de un año superior a la media nacional, con concentración en comunidades rurales.
Dijo que en mortalidad infantil en menores de cinco años por enfermedades diarreicas, la tasa de esta entidad es de 23.1 muertes por cada 100 mil, mientras que en Durango es de 12.4, lo que refleja desigualdad y marginación.
Subrayó que se trata de datos al 2008 y advirtió que "o nos mintieron o están integrando muy mal la información porque con datos del 2006 esta tasa era de 23.9, de 9.2 en el 2007 y ahora vuelve a crecer".
"Si mintieron con esta información, alguien tiene que ser responsable" y, si en realidad se redujo la tasa de muertes de menores de cinco años por enfermedades diarreicas, "entonces hay que fincar responsabilidad a quien logró que en sólo un año se nos volviera a disparar a prácticamente el mismo nivel del 2006".
Saúl Arellano expuso otra situación "extraña" con el Seguro Popular, porque mientras en 2007 había 568 mil familias afiliadas, en 2008 solamente son 567 mil 461 familias "cuando se supone que este programa debe ser una ampliación constante" porque el compromiso del actual gobierno federal es que todos los niños que nacieran en este sexenio quedarían afiliados automáticamente.
Añadió que de la información contenida en los anexos estadísticos del II Informe presidencial se desprende que este estado había ejercido, hasta junio, apenas el 10 por ciento de los recursos destinados al Seguro Popular, lo que amerita una explicación si se toma en cuenta que en 2007 se invirtieron 2 mil 151 millones de pesos en ese programa.
Agregó que el promedio de escolaridad de este estado es de 9.3 grados y 9.2 Oaxaca, que casi nos alcanza a pesar de que en esta entidad sureña suele haber conflictos magisteriales, además de que en esta entidad el porcentaje de analfabetas mayores de 15 años es del 9.7 por ciento de la población, contra un 3.9 en Aguascalientes.
Para demostrar que en este rubro también es "súper lento" el avance, el director de Investigación del CEIDAS recordó que en 2005 el porcentaje era del 10.3.
Sin compromiso
Después de exponer esas cifras, manifestó que el titular de la SDSH, Juan Carlos López, no ha asumido el liderazgo político del gabinete social en el gobierno que encabeza Juan Manuel Oliva, y enfatizó que hay desdén a la política social porque los pobres no le importan al mandatario estatal por ser un "empleado de intereses" de varios grupos empresariales.
Finalmente, tras anotar que la situación que del estado refleja el II Informe de Gobierno presidencial es gravísima, Saúl Arellano remarcó que aunque el estado avanza, lo hace de manera mucho más lenta en comparación con otros estados y subrayó que a la entidad le urge "otro modelo de desarrollo" social a partir de una voluntad política real del gobierno para incorporar "todas las visiones y nuevos consensos democráticos".

‘En las arcas’, el recurso para atacar pobreza
Por: Martín Fuentes, Lunes, 22 de Septiembre de 2008
En el primer semestre del año, la SDSH sólo ejerció 21.7% de sus mil 44 mdp presupuestados

En Guanajuato el combate a la pobreza puede esperar; la dependencia que debe encabezarlo solamente ha ejercido este año el 21.70 por ciento de su presupuesto, según datos contenidos en el desglose de la Cuenta Pública correspondiente al segundo trimestre del año.
A la Secretaría de Desarrollo Social y Humano (SDSH) se le asignaron este año mil 44 millones 718 mil 122 pesos y hasta el segundo trimestre de 2008 ha ejercido solamente 226 millones 667 mil 327 pesos, lo que representa el 21.70 por ciento de su presupuesto.
Lo anterior indica una aplicación de recursos menor si se compara con lo ejercido por la Secretaría de Obra Pública (SOP), misma que tuvo un presupuesto asignado de mil 361 millones 836 mil 57 pesos, de los que hasta el segundo trimestre ha ejercido 759 millones 394 mil 531 pesos, lo que representa un gasto del 55.76 por ciento.
Lo anterior, en medio de la polémica que ha despertado el rezago social en la actual administración estatal, cuyo titular, Juan Manuel Oliva Ramírez, se ha comprometido a sacar de la pobreza a 100 mil familias guanajuatenses.
LOS INDICADORES
En junio, el reporte del Índice de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), reportó que León registraba una caída de la posición 58 a la 135 entre los municipios con más atraso en materia de desarrollo social, y que aunque había habido avances en ese ámbito en los municipios, no eran suficientes en términos reales.
Lo anterior, según un texto firmado por Saúl Arellano, del Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo y Asistencia Social, pero ese mismo mes el titular de la SDSH, Juan Carlos López Rodríguez, aunque afirmó que el diagnóstico era correcto y que, de hecho, en el Plan de Gobierno se reconoce la pobreza extrema, subrayó que se apoyó en datos del 2005 por ser la información que está disponible y que, "a tres años de distancia, se han movido ya algunos de los indicadores".
Y aunque reconoció rezagos en materia de agua potable, drenaje y electrificación, sostuvo que ha habido avances en materia de vivienda, educación y salud, rubro en el que destacó una intensiva afiliación al Seguro Popular a finales del 2005 y durante el 2006 que permitió afiliar a más de 560 mil familias.
Disminución de decesos de recién nacidos, de casos de diarrea también fueron aspectos que destacó el funcionario, quien reconoció también, cómo planteó el CEIDAS, un problema importante de deserción escolar, más significativo en la secundaria, está ligado a la migración, y el que plantean los suicidios.
Juan Carlos López dijo confiar en que al llegar a su fin la actual administración mejorará el índice de desarrollo humano y que así lo reconocerán estudios de organismos como el propio PNUD.
"Definitivamente sí vamos a tener impactos en salud, en educación, pensamos que vamos a disminuir la deserción escolar y esto beneficiará el desarrollo humano de manera directa.
Esas son nuestras apuestas, y desde luego sí va a haber un cambio muy importante en el indicador de desarrollo humano", auguró entonces.
El martes 26 de agosto lo respaldó el secretario de Desarrollo Social en el país, Ernesto Cordero Arroyo, quien sostuvo que ninguno de los 46 municipios se encuentra entre los 300 más pobres de la República Mexicana.
Hasta ahora, lo que más han resaltado López Rodríguez y el propio gobernador es la colocación de más 43 mil pisos firmes, "2.8 veces lo realizado en los últimos 15 años", y los más de mil 347 techos firmes con que se ha beneficiado a 5 mil 983 personas.
Habrá que esperar pues el próximo reporte del PNDU para ver hasta dónde la SDSH fue capaz de "promover el desarrollo humano integral de todas las personas, con especial énfasis en los que se encuentran en situación de fragilidad, mediante políticas públicas de estado de garanticen el derecho de la familia a la salud, alimentación, vivienda, educación, seguridad y trabajo", el objetivo sobre el cual gira el accionar de esa dependencia.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Los errores de la Presidencia. Periódico La Crónica

Por: Saúl Arellano Opinión
Domingo 21 de Septiembre de 2008 Hora de publicación: 23:18
Con un firme repudio al terrorismo
Un régimen democrático basado en un modelo presidencialista requiere de un sistema institucional sólido para evitar que, a pesar de las visiones y decisiones individuales de quien ocupa la titularidad del Poder Ejecutivo, las estructuras de gobierno cumplan con sus mandatos constitucionales y legales.En nuestro país, el triunfo del Partido Acción Nacional en el año 2000 significó la ruptura de una época marcada por un “presidencialismo excesivo”, a una etapa de incertidumbre e incapacidad de gobierno que nos está arrastrando, a todos, hacia condiciones de malestar y de temor generalizado.Uno de los más graves errores de la Presidencia de la República, desde el año 2000, fue no haber planteado un conjunto de reformas desde el ámbito de lo político, que permitiera transitar a una jefatura del Ejecutivo, sustentada en un entramado institucional eficaz y “a prueba” de incapaces que permitiera que, a pesar de los titulares de las dependencias, el país pudiera funcionar sin mayores turbulencias.Hoy estamos pagando el costo de la frivolidad y la incapacidad gubernamental de los últimos casi 8 años de administraciones panistas, lo cual se refleja en la enorme debilidad del actual presidente quien, a diferencia de casi todos sus antecesores, llega al segundo año de gobierno más frágil del que tengamos memoria en nuestra historia reciente.Lo paradójico del caso es que la actual Presidencia vive una debilidad generada por sus propias decisiones, lo cual hace evidente, a pesar de la tecnocracia aún dominante, que las decisiones políticas pesen mucho más de lo que los “técnicos” del poder han siquiera podido vislumbrar.La apuesta del Presidente de la República ha sido en estos primeros dos años de su administración por un “gabinete de leales”, aún a sabiendas de la incompetencia, la inexperiencia o la medianía de muchos de sus funcionarios. Como resultado, el costo que estamos pagando como sociedad ya es muy alto y es necesario que se dé un “golpe de timón” a fin de corregir y definir nuevas rutas para el desarrollo y la estabilidad social.El llamado a la unidad nacional que hizo el Presidente ante los cobardes ataques terroristas de Morelia es tan confuso que pareció más bien una exigencia de sumisión social, que un llamado político a la altura de un jefe de Estado. La convocatoria a la unidad desde las estructuras del Estado no puede ser sólo un recurso retórico frente a un momento de crisis e indignación nacional, sino una “propuesta en firme” para construir nuevas estrategias de consenso.La infamia de los ataques a la población civil en Morelia es inaceptable y representa una de las más viles abyecciones que hemos presenciado como sociedad. Julia Kristeva nos recuerda que lo abyecto es aquello que no respeta los límites, los lugares, las reglas y nos advierte: “Todo crimen, porque señala la fragilidad de la ley, es abyecto, pero el crimen premeditado, la muerte solapada, la venganza hipócrita lo son aún más, porque aumentan esta exhibición de la fragilidad de la ley”.La captura de los responsables del crimen de Morelia no puede ser en ese sentido sólo un acto de detención de quien arrojó las granadas. El Estado debe ir a fondo y desmantelar a los grupos de miserables que ordenaron el ataque. El problema que enfrentamos es que con lo que hoy ha hecho el gobierno no alcanza y no va a alcanzar para lograr este cometido. Vivimos una amenaza frontal al orden social, a la cohesión, a la integridad y la vida de las personas, y lo único que se ha generado como reacción pública son discursos, declaraciones y muy pocas señales de reforma institucional.Somos muchos quienes hemos insistido desde 2004 en que es urgente convocar a un intenso proceso de reforma de las instituciones públicas, y hoy más que nunca es evidente que esta reforma no sólo es posible sino imprescindible, lo cual requiere de una tremenda claridad sobre el proyecto de país que se quiere impulsar y que se pretende defender, no en seis años, sino para una generación.La Presidencia se equivocó en el nombramiento de sus funcionarios. La Secretaría de Gobernación no ha sido capaz de generar un debate político nacional serio. La Sedesol no opera y hay subejercicios graves en todos sus programas; Sagarpa es un nido de incompetencia que se reproduce en prácticamente todas las delegaciones estatales de la dependencia; la Secretaría de la Función Pública constituye un “elefante blanco” que no ha abonado prácticamente nada las últimas administraciones a la transparencia, la rendición de cuentas y el combate a la corrupción; la SCT se ha convertido en la “gerencia de facto” de los intereses de los grandes consorcios; y suma, y sigue.Al Presidente no le alcanza con el PAN y es algo que al llegar al término de su segundo año de gobierno deben tener muy claro tanto él como sus asesores. El presidente Calderón está solo; no porque no tenga a funcionarios leales, sino porque éstos no pueden con la responsabilidad asignada; no cuentan con la capacidad de impulsar las reformas necesarias y mucho con la autoridad moral para convocar a todos a un nuevo diálogo político.Al Presidente le urge convocar, no a la unidad, sino a un pacto que nos lleve a reformas de fondo. Los problemas de seguridad no se van a resolver sólo con más policías. Se requiere de una nueva política social; de una nueva política ambiental y de muchas nuevas políticas que sus actuales funcionarios no alcanzan siquiera a imaginarse.La cantaleta de Porfirio Muñoz Ledo sobre cómo “derrocar al Presidente” constituye un síntoma grave de nuestra realidad social. La decadencia de este personaje es tal, que bien puede identificar el riesgo de que los putrefactos y los amantes del desorden social cuenten con espacios y recursos para abonar al clima de distorsión y, otra vez, de abyección del que somos presa en estos meses trágicos de muerte, criminalidad y violencia.Felipe Calderón está a tiempo aún de construir durante lo que queda de este año y todo el 2009, una plataforma para un verdadero gobierno de transición. La supina ignorancia y la mezquindad de Vicente Fox le impidieron comprender que el país no requería de un mesías sino de instituciones sólidas y de estructuras de bienestar y seguridad para el desarrollo social y humano en México.Es un hecho que Felipe Calderón es mucho más inteligente que Fox; sin embargo, hoy requiere de un ánimo sereno y sobre todo de mucha humildad para convocar, con honestidad y transparencia, a personalidades que aún contrarias a su proyecto y a la ideología de Acción Nacional, estarían dispuestas a contribuir en la construcción de un pacto para redefinir el rumbo y el proyecto de nación que queremos ser en el siglo XXI.Combatir el crimen y mejorar las condiciones de seguridad es indispensable; pero igualmente importante es reducir la pobreza y la desigualdad; en la misma dimensión está la necesidad de un proyecto nacional de desarrollo sustentable; y en medio de la crisis alimentaria global, el desarrollo agropecuario no puede estar en manos de los mercaderes y dueños de los negocios agrícolas más jugosos del país.En cada una de estas áreas, México cuenta con personalidades de dimensiones mayores, a las que el gobierno debiera pedirles, con garantías reales de respeto y sobre todo de real voluntad de reforma, su respaldo para mejorar urgentemente las condiciones de vida de todas y todos los mexicanos. El dilema es muy simple para la Presidencia: seguir en la línea de los errores por los que avanza actualmente o sustituir a los incompetentes que le rodean por personas con real vocación y capacidad de servicio a México.
sarellano@ceidas.org

miércoles, 17 de septiembre de 2008

San Felipe: la pobreza tan extensa como su territorio. Periódico Correo

Por: Saúl Arellano, Lunes, 15 de Septiembre de 2008
http://www.correo-gto.com.mx/notas.asp?id=85153

Introducción:
San Felipe fue fundado como Villa el 21 de enero de 1562, por orden del Virrey Luis de Velasco, en honor del monarca Felipe II. Este municipio ha cambiado de nombre en distintas ocasiones.
En 1889 le fue dado el nombre de Ciudad González. En 1938 le fue modificado una vez más el nombre a Ciudad Hernández Álvarez; y finalmente en 1948 le fue dado el nombre que hasta ahora lleva que es San Felipe Torres Mochas.
Colinda con el estado de San Luis Potosí, y con los municipios de Guanajuato, San Diego, León e Hidalgo. Debe destacarse que territorialmente hablando, San Felipe es el municipio más extenso del estado de Guanajuato.
De acuerdo con el INEGI, en 2005 San Felipe tenía 95,896 habitantes, de los cuales 45,522 eran hombres y 50,374 mujeres, lo que dio un índice de masculinidad de 90.4 hombres por cada 100 mujeres, con una ligera tasa de crecimiento de población anual entre 2000 y 2005 de .10%.
Esto permite prever que pronto iniciará una tendencia decreciente, como lo confirman las proyecciones de CONAPO. En efecto, para 2008 este organismo calculó que habría 94,883 habitantes, y que en 2012 se llegaría a 90,805 pobladores.
Debe señalarse que en las proyecciones de CONAPO se tiene una estimación distinta para 2005, pues este organismo calculó 97,055 habitantes para ese año, lo que implica una pérdida de 7 mil habitantes.
Ahora bien, debe considerarse que ese desfase de datos se debe a una "subestimación" de CONAPO con respecto al impacto de la migración, por lo que quizá la pérdida de población sea aún mayor.
Así, INEGI calculó en 2005 que en San Felipe habría 18,172 viviendas, de las cuales 184 son cuartos en vecindad, y 61 más son locales no construidos para vivienda; en este tipo de vivienda habitaban en ese año cerca de 1,500 personas en lo que se llaman viviendas altamente precarias.
Desde el punto de vista demográfico, en San Felipe se tenían contabilizados 19,306 hogares, de los cuales 14,918 eran jefaturados por hombres y 4,388 por mujeres.
De estos hogares, 10,035 tenían 5 o más integrantes, lo que habla de un alto hacinamiento; asimismo 8,365 de estos hogares tenía jefatura masculina y 1,670 eran de jefatura femenina.
El dato es importante pues implica que el 19.5% de los hogares de 5 integrantes o más tienen como principal sostén económico a una mujer, lo que una vez más exigiría nuevas y mejores políticas de atención y generación de capacidades y oportunidades para las mujeres.
Esta circunstancia probablemente se agravará pues en el año 2012 se reducirá aún más el índice de masculinidad para situarse en 88.2 hombres por cada 100 mujeres, lo que seguramente continuará impactando en la composición y dinámica de los hogares en el municipio.
La pobreza en San Felipe
Si la pobreza es aguda en algunos municipios de la entidad, en San Felipe se agrava por su densidad poblacional. Así, el CONAPO identificó que el 39.5% de su población en 2005 vivía en condiciones de pobreza alimentaria.
Esto implica que 37,878 personas vivían en pobreza extrema y simultáneamente, que en términos reales, de los municipios más pobres de la entidad, San Felipe agrupe a la mayor cantidad de pobres extremos en Guanajuato.
Así, para dimensionar el problema, habría que señalar que en 2005 San Felipe tiene más pobres extremos que Xichú, Santa Catarina, Tierra Blanca y Ocampo.
Al mismo tiempo, San Felipe concentró a un 49.76% de personas en pobreza de capacidades, esto es 49,764 personas (la mitad de su población) que carecían de recursos para satisfacer sus necesidades de alimentación, salud y educación; y finalmente, CONEVAL señaló que el 73.1% de su población en 2005 vivía en pobreza de patrimonio, es decir, que en San Felipe, 2 de cada 3 personas eran pobres.
La Marginación
San Felipe está integrado por 297 localidades, lo que lo sitúa como el quinto municipio con mayor número de localidades en la entidad. De éstas, de acuerdo con el Índice de Marginación de CONAPO, en 2005, 77 eran de "muy alta marginación", lo que lo sitúa como el primer lugar estatal en localidades en este nivel, con 4,406 habitantes en estas condiciones; 189 localidades estaban en ese mismo año en "alta marginación", con 51,017 habitantes; en suma, más de 55 mil personas, decir, más de la mitad de la población del municipio, vivía en "alta" o "muy alta marginación", lo que lo sitúa en segundo lugar estatal en población marginada, sólo después de Dolores Hidalgo.
Asimismo, 29 localidades estaban en "grado medio de marginación", con 14,264 habitantes; y 2 localidades se ubicaron como de "baja marginación", con 25,146 habitantes.
Debe destacarse que San Felipe era en 2005 uno de los 6 municipios que no tenía una sola localidad en "muy baja marginación".
Esto implica que en San Felipe en 2005, 32% de la población carecía de drenaje o excusado al interior de sus viviendas; 22.5% carecían de agua potable al interior de sus casas; 21.2% habitaba en viviendas con piso de tierra; y 55.10% de la población habitaba en viviendas con algún grado de hacinamiento.
El desarrollo humano
Uno de los indicadores no considerado en el Índice del Desarrollo Humano es el número de hijos vivos que tienen las mujeres. Esto debido a todo lo que implica en términos de reducción o ampliación de capacidades, condiciones de salud, pobreza, alimentación, y un largo etcétera.
San Felipe ocupa el segundo lugar en el número de hijos vivos por mujer, el cual es de 3.47, sólo superado por Xichú y similar al promedio nacional de hace más de 20 años.
Esto es reflejo de las pésimas condiciones educativas que prevalecen en el municipio. De acuerdo con el CONAPO y CONEVAL, el 17.07% de la población mayor de 15 años era analfabeta, esto es 9,783 personas, de las cuales 4,209 (43%) eran hombres y 5,574 eran mujeres (57%).
Asimismo, 41.9% de la población mayor de 15 años no había concluido la primaria, y el 70.71% de este mismo grupo de edad no había concluido los estudios de educación básica.
Debe señalarse que en San Felipe coinciden casi de manera idéntica los porcentajes de población en condiciones de pobreza, con el porcentaje de población sin educación básica completa.
Esto se conjuga con el hecho de que 748 niñas y niños entre 8 y 14 años no sabían leer ni escribir y que 453 niñas y niños de 6 a 11 años no asistían en 2005 a la escuela.
Como resultado de estos indicadores, se tiene que en San Felipe había en ese mismo año 5.43 grados de educación promedio de su población.
Otro factor a considerar en términos de desarrollo humano es que en San Felipe hay un alto índice de migración, lo que explica el acelerado decrecimiento de población que tiene, aun a pesar de mantener, como ya se vio, un alto número de hijos por cada una de las mujeres en edad fértil en el municipio.
De acuerdo con el índice de intensidad migratoria de 2000, en 17% de los hogares había uno o más familiares en los Estados Unidos de Norteamérica, y un 15.18 % de hogares eran receptores de remesas.
En términos de salud, es grave que entre el año 2000 y el 2005 San Felipe, al igual que San Diego de la Unión, no hayan disminuido prácticamente en nada su tasa de mortalidad infantil.
Así, la tasa registrada en 2000 era de 32.57 muertes por cada mil nacidos vivos, y en 2005 de 32.33, lo que en términos reales implica que incrementó el número absoluto de muertes, debido al alto número de niñas y niños menores de 1 año en el municipio.
Y aun cuando no hay datos desagregados por municipios, este indicador permite inferir que la tasa de mortalidad materna continúa sumamente alta, sobre todo si se cruza con el dato de las mujeres analfabetas.
Con estos indicadores, San Felipe cayó entre 2000 y 2005 en el Índice del Desarrollo Humano del lugar 1311 al 1678, es decir, más de 300 lugares retrocedidos en comparación con los progresos alcanzados en otros estados y municipios.
Comparado a nivel internacional, su IDH es similar al de Algeria, y su tasa de mortalidad infantil a la de Mongolia.
Conclusiones
Al igual que Salvatierra, al ser una de las primeras villas de la entidad, es lamentable que San Felipe mantenga tales niveles de atraso. Sus indicadores son reflejo del olvido de la región norte del país (que se irá viendo cada vez más con los municipios que faltan por analizar en este "Viaje al centro de la desigualdad").
San Felipe y Dolores son los municipios que en número absolutos aportan más personas marginadas a los indicadores estatales y frente a esta realidad no se ha hecho ningún anuncio de ningún programa emergente especial que permita al menos equilibrar o sacar del atraso a ambos municipios.
La realidad de desigualdad que se vive en el municipio, aunado al hecho del incremento de hogares con jefatura femenina, integrados por más de 5 miembros, habla de una fractura mayor en las políticas de equidad de género y a la ausencia total del tema en una agenda responsable del gobierno estatal y municipal.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Televisión por cable, monopolios y otras impunidades. Periódico La Crónica

Por: Saúl Arellano Opinión
Domingo 14 de Septiembre de 2008 Hora de publicación: 23:52
http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=384979

Quienes contratan en este país un servicio cualquiera, en un alto porcentaje se ven envueltos en un verdadero calvario de trámites, requisitos y cobros que hacen pensar dos veces su adquisición. La experiencia personal más reciente la tuve con Cablevisión, empresa en la que, como en muchas otras, aquella premisa fundamental de las sociedades de mercado, en las que “el cliente siempre tiene la razón” simplemente no es parte del catálogo de sus principios.Es cierto que el análisis de lo social no puede realizarse con base en ejemplos casuísticos. Sin embargo, en ocasiones la vida cotidiana puede ilustrar perfectamente un conjunto de condiciones estructurales de la economía, la política y la propia cultura.Así, en mi pésima experiencia con esta compañía, pude vislumbrar un conjunto de factores que están rezagando, y en serio, a nuestra economía con respecto a otros países, y en general, en detrimento de la calidad de vida a la que podemos y debemos tener acceso.El primer tema importante a destacar es la inmensa indefensión en la que estamos los consumidores frente al mundo de la empresa privada. Esto es así, porque al menos Cablevisión le cobra por adelantado la prestación del servicio, contraviniendo prácticamente cualquier lógica mercantil. En un “mundo ordenado” uno recibiría un servicio, y si se realiza a entera satisfacción, es entonces cuando uno paga, y no al revés.El segundo punto que al menos en lo personal me quedó claro, es la enorme incomprensión de la dinámica demográfica que tenemos en México, y en esa lógica, la pérdida de oportunidades de negocio y de oferta de servicios que las propias empresas se niegan a asumir. De acuerdo con el Consejo Nacional de Población, en México habría en 2008, 2 millones 280, 955 hogares unipersonales, es decir, personas que viven (vivimos) solas, la gran mayoría localizadas en áreas urbanas, y las cuales llegarán a más de 2.44 millones en 2010, para llegar a tres millones en 2016.Es evidente que las personas que viven solas no tienen la misma dinámica ni los mismos patrones de consumo que las personas que viven en hogares de dos o más integrantes. Frente a ello, la pregunta obligada es si hay compañías que ya presten servicios especializados para este grupo de población, y la respuesta es que descontando los supermercados, o algunas cadenas de comida rápida y farmacias, han sido pocos los sectores que han diseñado una estrategia para este nicho de mercado que de ningún modo es menor.De esta manera, que un operador telefónico lo esté “regañando” durante 15 minutos para decirle que si quiere el servicio que su compañía presta, tiene Usted que destinar uno o varios días de la semana para esperar a sus instaladores, técnicos o demás empleados, es no sólo ofensivo sino que implica un nivel de impunidad mayor, porque lo que se encuentra detrás, es una estructura de mercado monopólica que permite a estas empresas asumir la lógica de: “si lo quiere tómelo, si no, tendrá de cualquier modo que volver conmigo porque no hay nadie más que le ofrezca este servicio”.Si uno busca en una ciudad como Chicago, por ejemplo, se encontrará con al menos 12 compañías serias que le prestan el servicio de televisión por cable. La zona metropolitana de esta ciudad alberga alrededor de 10 millones de habitantes. Por el contrario, en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, con el doble de población, sólo hay dos compañías de dimensión importante en este mercado, lo cual, argumenten lo que argumenten en Cofetel, constituye una estructura monopólica que permite actuar con la impunidad ya señalada.Cuando en Chicago lleva Usted la factura de su empresa, con una de la competencia, ésta se compromete a mejorar o el precio o el servicio. Si uno lo hiciera en México podrían hasta acusarlo de tráfico de información, prácticas desleales y otras acusaciones más.Lo mismo ocurre con el mundo de la telefonía, con el del internet o incluso el acceso a productos como las bebidas embotelladas, en el que nuevamente, son dos grandes compañías globales las que se reparten el mercado, con prácticas que, a pesar de la resolución de la Corte, en la que declaró inconstitucional condicionar a sus distribuidores a excluir a la competencia, en la práctica, en muchas regiones y ciudades siguen operando estas políticas de las empresas refresqueras.Vivimos en una nuera era que bien puede ser denominada como la era de la información (Castell), o como la “sociedad esfera” (Sloterdijk), y ésta es una nueva sociedad global sustentada en el conocimiento, el cual, a su vez, determina en buena medida a la competitividad. En una alianza con la Fundación Este País, CEIDAS publicó el martes pasado en el periódico Excélsior una síntesis de los resultados del Índice de la Economía del Conocimiento, 2007. Los resultados son desastrosos para México: en una escala del 1 al 10, México obtuvo apenas 3.64 puntos, y en indicadores como el número de viviendas con computadoras personales y con telefonía fija o móvil, los números están incluso por debajo de ese promedio nacional.La Encuesta Anual de Servicios Privados No Financieros 2007, presentada por INEGI corrobora las percepciones aquí vertidas, y sobre todo muestra que a pesar de la importancia económica de este sector, que ya rebasa el 11% del PIB nacional, no se ha generado una estructura regulatoria ni normativa lo suficientemente fuerte como para poner el énfasis en el lado del consumidor y no de los proveedores de los bienes y servicios.En los Estados Unidos de Norteamérica, una mujer se quema la boca al beber un café cuya tapa no le advertía que su bebida estaba muy caliente; demanda legalmente a la compañía y obtiene una reparación del daño por varios miles de dólares. En México, para empezar, no hay tribunales especializados en la defensa del consumidor y la Profeco apenas llega a ser una instancia de mediación que en el mejor de los casos sancionará a la empresa que incumpla con los servicios prometidos, pero a final de cuentas, si no hay un “arreglo” entre las partes, terminará remitiendo el caso a un juzgado civil, en donde a los meses de espera y “conciliaciones” de Profeco, habrá que agregar el tortuoso camino de una justicia diseñada fundamentalmente para quienes tienen dinero.Adela Cortina llama a construir una “nueva ética del consumo” basada en la noción de ciudadanos plenos. Empero, para ello se requiere no solamente la capacidad para el ejercicio de los derechos, sino simultáneamente un conjunto de instituciones que permitan que esos derechos serán respetados y cumplidos en todo momento y que de no ocurrir así, el Estado puede tener intervenciones que restituyan los perjuicios que son generados a los consumidores.La presencia de monopolios es una clara muestra del otro rostro de la impunidad, pues si por un lado, las autoridades se han prestado a lo largo de décadas a la corrupción y las componendas, lo cierto es que también una buena parte del mundo de lo privado ha sido cómplice, por decir lo menos, de estructuras que han beneficiado a unos cuantos en detrimento de inmensas mayorías.En México, los bancos y otras instituciones financieras cobran comisiones prácticamente por ingresar a sus instalaciones; la industria de los alimentos está controlada por no más de 10 grandes consorcios; las telecomunicaciones apenas han iniciado un lento y tortuoso proceso de apertura; la industria de la lectura está atrapada en mafias de distribución y venta que se han opuesto sistemáticamente a iniciativas como “el precio único” en los libros; la industria de los espectáculos tiene a prácticamente un proveedor de boletos de acceso; y suma y sigue.El correlato de las capacidades ciudadanas en el mundo del mercado es el de los consumidores responsables. Empero, éstos no pueden ser producto de la generación espontánea. Saber elegir requiere de una experiencia mínima de comparación en el mercado, lo que exige desde luego, estructuras institucionales que eviten los enormes mares de desigualdad en que hoy navegamos, en primera instancia, y en segundo término, que pongan límites a la voracidad de los privados

lunes, 8 de septiembre de 2008

Por: Saúl Arellano, Lunes, 08 de Septiembre de 2008

INTRODUCCIÓN:

San Diego de la Unión fue fundado originalmente en 1719 con el nombre de San Diego de Biscocho, por Manuel María de Torres. Posteriormente, en 1875 le fue concedido el título de Villa de San Diego de la Unión, nombre que conserva hasta ahora.

San Diego se sitúa justo en la parte norte del estado, y colinda con el estado de San Luis Potosí y con los municipios de Dolores Hidalgo, San Felipe y San Luis de la Paz.
San Diego es sede de algunas de los picos más altos de la entidad localizados en Peña Alta, cuya altitud es aproximadamente de 2,200 metros sobre el nivel medio del mar.
De acuerdo con el INEGI, en 2005 San Digo de la Unión tenía una población de 34,401 habitantes, de los cuales, 15,863 eran hombres y 18,538 eran mujeres, lo que daba un índice de masculinidad de 85.6 hombres por cada 100 mujeres.
Para 2012, CONAPO estima que habrá en San Diego una población de 32,080 habitantes, de los cuales, 14,597 serán hombres y 17,483 mujeres. Estos datos muestran cómo, al igual que en casi todo el estado hay un decrecimiento importante de población, y una pérdida en el índice de masculinidad, pues en el 2012, para San Diego descenderá a 83.4.
INEGI calculó igualmente en el 2005 una cantidad de 7,021 viviendas en el municipio, en las cuales habitaban 7,302 dos hogares, de los cuales 5,286 (72.3% del total) tenían una jefatura masculina, mientras que los restantes 2,016 (27.7%) tenían una jefatura femenina, cifra que seguramente se incrementará de cara al 2012 debido a la constante pérdida de población masculina en el municipio.
Destaca también que en 2005, en San Diego de la Unión había 469 hogares compuestos por una sola persona, de los cuales, 171 eran hombres y 298 mujeres, lo que ratifica la tendencia a que en San Diego, como en todos los municipios de alta migración, las mujeres padezcan mayores condiciones de vulnerabilidad pues cada vez vivirá un mayor número de ellas, solas.
Asimismo, sobresale en San Diego que prácticamente en la mitad de las viviendas viven en promedio cinco o más habitantes, teniendo como extremo a 686 viviendas con más de 9 ocupantes cada una, es decir, 6,174 personas (casi la quinta parte de la población) habitando en viviendas con las ya señalados 9 o más ocupantes, lo que habla del enorme hacinamiento que se vive en este municipio.
San Diego es un municipio que está envejeciendo muy rápido; para 2005, el número de personas mayores de 60 años era de 3,114, mientras que el número de niños entre 1 y 4 años fue de 4,429.
Esta brecha se irá cerrando y es muy probable que a más tardar en 2020, de continuar las tendencias, las cifras se igualen o se inviertan.
En el año 2000, San Diego ya era catalogado como un municipio de Alta Migración, con más del 20% de los hogares con familiares viviendo en los Estados Unidos de Norteamérica, y con más de 18.5% de sus hogares recibiendo remesas de aquel país.
Para dimensionar el fenómeno basta compararlo con León, un municipio con "baja intensidad migratoria" en el 2000, y con sólo el 4% de los hogares receptores de remesas.
Como puede verse, en términos de proporciones, podría decirse que en San Diego hay 4 veces más migración que en León.

LA POBREZA
A diferencia del anterior municipio analizado, Salvatierra, en San Diego de la Unión el fenómeno migratorio no ha permitido paliar la pobreza; esto debido seguramente a su posición geográfica y a estar ubicado en una región geográfica mucho menos favorecido por el desarrollo en su alrededor.
Así, en 2005 CONEVAL detectó que San Diego es uno de los municipios más pobres del estado, con un 40.1% de su población en condiciones de pobreza alimentaria, es decir, 13,794 personas en situación de hambre; asimismo, 49% de la población municipal padecía pobreza de capacidades, es decir, 16,856 personas sin capacidades para satisfacer sus necesidades de alimentación, salud y educación; y finalmente, se contabilizó a un 70.2% de población en condiciones de pobreza patrimonial, esto es, 24,080 personas pobres en el municipio, lo que equivale a que más de dos de cada tres personas en San Diego son pobres, lo cual, argumenten lo que argumenten las autoridades del estado, constituye un verdadero agravio, no sólo para el municipio, sino para toda la entidad.

LA MARGINACIÓN
El Consejo Nacional de Población define a San Diego de la Unión como un municipio de Alta Marginación. En efecto, ninguna de sus localidades está definida como de "Muy Alta Marginación" y el 79% de su población vivía en 2005 en "Alta marginación", es decir, poco más de 27 mil de los 34 mil habitantes del municipio vivían en esa condición, lo que implica que de las 144 localidades, 9 son de "muy Alta Marginación" y 121 de "Alta marginación".
Estos datos implican que San Diego de la Unión haya sido en 2005 el municipio con mayor porcentaje de población en viviendas sin drenaje o excusado, con 48.41%; 53% de su población vivía con algún grado de hacinamiento; y el 16.93% de sus habitantes habitaba en viviendas con piso de tierra.

EL DESARROLLO HUMANO
Es obvio que al haber tales niveles de pobreza y marginación, el desarrollo humano en San Diego no puede ser de ningún modo alto. Estas bajas condiciones de desarrollo humano se reflejan en las altas tasas de fecundidad que se mantienen en el municipio, pues en promedio, en San Diego, en el año 2005 las mujeres tenían 3.3 hijos vivos, el cual es el tercer promedio más alto en la entidad.En el ámbito educativo, San Diego destaca como el cuarto municipio con mayor porcentaje de analfabetismo en la entidad, con un 20.77% de los mayores de 15 años en esa condición; esto implica que 4,422 personas en 2005 no sabían leer ni escribir, de los cuales 1,686 eran hombres (39.9%), y 2,736 eran mujeres, lo que indica una de las aristas del enorme rezago e inequidad entre hombres y mujeres en el estado y en el municipio en particular.
Aunado a ello, 371 niñas y niños entre los 8 y los 14 años no sabían leer ni escribir, de los cuales, 236 eran hombres y 135 eran mujeres. Asimismo, en el 2005, INEGI detectó que en el municipio había 193 niñas y niños de 6 a 11 años que no iba a la escuela; datos que en sí mismos constituyen una grave violación a la Convención de los Derechos del Niño, y de sus protocolos, mismos que México ha ratificado y que está obligado a cumplir.
Esta realidad se refleja en el hecho de que en 2005 San Diego presentó un promedio de escolaridad de 5.01 grados, lo que se ratifica al analizar los datos del Índice de Marginación en el que se percibe que el 46.4% de la población mayor de 15 años no había concluido la primaria en el 2005, y en el Índice de Rezago Social, en el que se muestra que en ese mismo año, el 76.5% de la población mayor de 15 años no había concluido aún la educación secundaria.
En materia de salud, San Diego de la Unión presentó en 2005 una tasa de mortalidad infantil de 33.81 muertes de menores de un año por cada mil nacidos vivos, esto es, la segunda mayor tasa en la entidad, y similar a la de un país como Argelia.
Debe señalarse que esta tasa no sólo no se redujo entre el año 2000 y el 2005, sino que incluso se incrementó ligeramente al pasar de 33.22 en 2000, a los ya señalados 33.81 en el 2005, lo cual constituye, por sus implicaciones éticas y políticas, un hecho literalmente criminal.
En materia de ingreso, San diego es uno de los municipios con menores percepciones económicas por personas, pues en 2005 llegó a sólo 4,664 dólares por habitante y año.
Para dimensionar la pobreza que esto implica, ese nivel de ingreso es similar al que tenía Perú en el año 2000 e incluso inferior al de Gabón en ese mismo año.
Con estos indicadores, San Diego de la Unión cayó en más de 400 lugares en su posición relativa en el IDH entre 2000 y 2005, pues descendió del lugar 1543 a nivel nacional, al 1962, lo cual lo sitúa entre los 500 municipios con menor desarrollo humano en el país.

CONCLUSIONES
San Diego de la Unión muestra preocupantes estancamientos en el ámbito del desarrollo social. Es inaceptable, en cualquier parte del mundo, que la tasa de mortalidad infantil no sólo no sea reducida, sino que además se incremente.
Eso habla de incompetencia o al menos de omisiones graves en el ejercicio del gobierno.
San Diego muestra ya los dramáticos efectos de la migración forzosa; cada vez hay más personas en edad avanzada; y cada vez más estas personas se queda más solas, con las implicaciones que ello tiene, no sólo en términos económicos, sino en materia de efectos psico-sociales.
No percibirlo, como ha ocurrido hasta ahora, habla de gobiernos insensibles y que no comprenden la complejidad de la cuestión social.
Es inaceptable una caída de más de 400 lugares en su posición en el desarrollo humano nacional, lo cual es reflejo del rezago y el lentísimo avance que está teniendo nuestro estado con respecto a otras entidades del país.

domingo, 7 de septiembre de 2008

La Migración y el Programa 3x1. Periódico La Crónica

Por: Saúl Arellano Opinión
Domingo 7 de Septiembre de 2008 Hora de publicación: 00:02
México está viviendo, se ha sostenido en distintos foros y espacios, un éxodo masivo de migrantes que no tienen mayor opción que literalmente huir de la pobreza y la marginación en que están atrapados en sus comunidades de origen.Frente a estas condiciones y ante una crisis mundial en el sector de los alimentos y en el sector energético, que parece será mucho más aguda que lo que las autoridades han querido reconocer y decirnos, las únicas respuestas gubernamentales continúan situándose en los linderos de las políticas que se han dictado desde Washington y desde los principales centros financieros internacionales.La obediencia casi servil de las administraciones nacionales ha llevado a un límite que es preciso revertir y que urge modificar de manera estructural a fin de cerrar, de una vez por todas, las puertas por las que se nos está fugando el bono demográfico, y con ello, nuestras posibilidades de construir un país justo y diseñado para la inclusión social.Hoy es preciso reconocer que nos estamos enfrentando, ya no a una “nueva era de las migraciones” como le llamaría el Conapo, sino a una nueva verdadera estructura y lógica de tráficos internacionales entre los que obviamente se sitúan el tráfico ilegal de migrantes y crímenes extremos como la trata de personas con fines de explotación laboral, explotación sexual comercial e incluso el tenebroso tema del tráfico de órganos o tejidos humanos.La huída de las comunidades sin embargo, está atrapando aquí a los más pobres, y está llevando a los Estados Unidos a los más capacitados, con lo que los patrones demográficos de la migración hoy tienen rostros distintos que están caracterizados por más educación, mejores condiciones de salud y mayores capacidades para insertarse en los mercados laborales de los Estados Unidos de Norteamérica.Raúl Delgado Wise, investigador de la Universidad Autónoma de Zacatecas, advirtió el jueves pasado en el marco de su participación en el Segundo Coloquio Universitario sobre Trata de Personas, que el perfil educativo de quienes migran tiene cada vez más elementos que rompen con las nociones que tradicionalmente teníamos en torno a la figura “del migrante”. En efecto, sostiene el Dr. Delgado, fuera de México hay ya alrededor de 10 mil connacionales con estudios de doctorado o superiores; mientras que el Sistema Nacional de Investigadores tiene apenas registrados cerca de 14 mil investigadores en sus distintas categorías y niveles.De esta forma, tenemos una doble diáspora nacional: la de quienes huyen de la pobreza y buscan al menos mejores oportunidades de desarrollo, y al mismo tiempo la llamada “fuga de cerebros” que se explica simplemente por los niveles de ingreso que se tienen en los países de destino, fundamentalmente los Estados Unidos y Europa, en donde las personas con educación de posgrado perciben hasta 10 veces más que lo que se gana en México.Frente a lo anterior, la agenda de la migración pasó del canto ridículamente “heroico” que intentó construir Vicente Fox, a la ausencia total de la agenda del presente gobierno, la cual sigue y seguirá atrapada y subsumida a la lógica de las encuestas en las que el gobierno está más preocupado por la reducción de sus puntos de popularidad, que por la seguridad y el bienestar de la población.Llama la atención que uno de los gestos de generosidad más importantes de los migrantes y que se percibe en la decisión de destinar recursos para nuestro país, canalizados en su mayoría a través de los clubes de migrantes y las asociaciones de mexicanos en el exterior, a fin de reducir la marginación en sus localidades de origen y detonar programas de obra pública a fin de construir infraestructura básica para el desarrollo.En general, estos recursos se han articulado en el Programa denominado 3 x 1, en el que invierten recursos tanto la federación como de los gobiernos locales, a la par de los recursos que envían nuestros paisanos, básicamente de los Estados Unidos de Norteamérica.A pesar de este enorme esfuerzo de la comunidad mexicana, que siempre ha buscado mantener sus raíces y el apego por sus comunidades, sorprende que en los últimos dos años el gobierno federal ha reducido los recursos destinados a este programa; asunto de gravedad si se considera que en los últimos dos años también, ha iniciado un lento pero progresivo proceso de reducción en el envío de las remesas; hecho explicado en parte por la crisis económica que se vive en los E.U., pero también por el “freno” en la circularidad de la migración, es decir, cada vez son menos los paisanos que regresan y cada vez son más las familias que cruzan o intentan cruzar la frontera para vivir fuera de México.Esta semana recibí un correo electrónico de un paisano del estado de Guanajuato, quien forma parte de uno de los grupos de migrantes en los Estados Unidos; su comentario, al igual que el de otros líderes que viven en California, Illinois, Carolina del Norte e incluso Nueva York, es que están muy descontentos con el funcionamiento del Programa 3 x 1, pues su percepción es que no ha servido sino para “engordar” las carteras de funcionarios municipales, estatales y hasta en algunos casos federales, que al amparo del poder público y la impunidad, han “infectado” de corrupción a uno de los programas sociales más nobles con que contamos en nuestro país.Así pues, entre el año 2006 y el 2007 el Programa 3 x 1 sufrió una reducción de casi 40 millones de pesos, pasando de 586 millones a 525; y entre 2007 y 2008 nuevamente tuvo una reducción a sólo 506 millones de pesos; y a pesar de los datos oficiales, la percepción de los migrantes es que a estas alturas del año hay subejercicios que superan el 60% de los presupuestos asignados; y peor aún, he recibido información, al menos en el estado de Guanajuato, de obras pagadas no ejecutadas, lo cual es resulta criminal, porque se trata no sólo de dinero que proviene de los impuestos, sino también directamente de los bolsillos de quienes tuvieron que salir del país, forzados por la pobreza y la desigualdad. Es tiempo de que revisemos nuestras políticas sociales y con ello es urgente que todos los programas que se generan para lo social entren a un proceso de revisión profunda en sus esquemas de operación, en su estructura y en su concepción.Mario Luis Fuentes sostiene en un artículo recientemente publicado en Excélsior que es preciso desarrollar un método similar al que se diseñó para discutir la reforma del sector energético, para discutir con la misma intensidad, seriedad y alcances la reforma de lo social. De no hacerlo, estaremos condenándonos a una mayor fuga de talentos; a más migración y desde luego, a mayor despoblamiento de municipios y localidades rurales en donde hay cada vez más mujeres, niños y ancianos solos.El ya citado caso de Guanajuato, una de las entidades de mayor intensidad migratoria en el país, es indicativo: tiene desde el 2005 el más bajo índice de masculinidad en México (este índice expresa la proporción de hombres por cada 100 mujeres), y prácticamente todos sus municipios rurales, particularmente los de menos de 50 mil habitantes, ya han iniciado un proceso de decrecimiento poblacional, aún cuando sus tasas de fecundidad se mantienen sumamente altas. Así por ejemplo, el caso del municipio de San Diego de la Unión, el cual presenta un promedio de 3.2 hijos nacidos vivos por mujer, y aún con ello inició un proceso de disminución de su población a partir del 2005.Estos datos deberían obligar a una reconversión del Programa 3 x 1 e incorporar nuevas vertientes de generación de capacidades productivas; de protección y reducción de vulnerabilidad de las mujeres que se quedan solas en las comunidades de alta intensidad migratoria y por supuesto, debería llevar a una revisión profunda de cómo se manejan los recursos y hasta dónde los migrantes, que son aportantes de recursos, tienen la capacidad de decidir qué y cómo se hace con su dinero.A decir de algunos líderes de migrantes, algo anda muy mal con este programa, y en el marco de agudización de la pobreza que estamos viviendo bien valdría la pena hacer una importante revisión de qué está pasando alrededor del 3x1.

martes, 2 de septiembre de 2008

Salvatierra o de los gobiernos mediocres. Periódico Correo

Por: Saúl Arellano, Lunes, 01 de Septiembre de 2008

INTRODUCCIÓN
Salvatierra es la primera ciudad que recibió ese título en el estado de Guanajuato, pues le fue concedido por Cédula Real el 9 de febrero de 1644. Fundada en una localidad otomí, llamada San Andrés Chochones, ubicada en el Valle de Güatzindeo (en algunos textos aparece escrito como Huatzindeo), que significa "lugar de hermosa vegetación" o "lugar de sauces"; adquirió desde su fundación el nombre de San Andrés de Salvatierra.
Este municipio es uno de los que tiene mayor número de colindancias en la entidad, pues es vecino de Tarimoro, Cortazar, Acámbaro, Yuriria, Santiago Maravatío, Jaral del progreso y el estado de Michoacán.
Y Aunque geográficamente no es colindante de manera estricta con Celaya, es otro municipio con el que guarda una estrecha relación y cercanía comercial y laboral.
En 2005 tenía 92,411 habitantes, de los cuales sólo 36,306 vivían en la cabecera municipal, lo que muestra el carácter predominantemente rural del municipio. Cuenta con 2 localidades de más de 5 mil habitantes (Urireo y San Nicolás); más otras 12 localidades entre mil y cinco mil habitantes cada una.
De acuerdo con INEGI, Salvatierra presentó en 2005 una tasa de decrecimiento anual de 0.40%; y el INEGI registró un promedio de 4.7 habitantes por vivienda.
CONAPO proyectó que para 2008 Salvatierra tendría una población de 89,548 personas; y que para el 2012 descendería drásticamente a 83,045; lo que representa una pérdida de más del 10% de población en menos de 7 años.
Esta pérdida se dará a pesar de que Salvatierra presenta un promedio de hijos nacidos vivos por arriba de la media estatal (2.92 hijos por mujer en Salvatierra, frente a una media estatal de 2.7), lo que puede explicarse por la intensa migración que se ha experimentado en el municipio en los últimos años; y lo que explica igualmente, que Salvatierra haya mejorado su posición en el IDH, pues es un hecho que el número de pobres no ha "crecido", porque la mayoría se han marchado a los Estados Unidos, o a otras entidades del país.
Esta dinámica poblacional llevará a Salvatierra a una reducción continuada de la relación que hay entre el número de mujeres y el número de hombres en el municipio, pues si en 2005 el índice de masculinidad indicaba que había 86.7 hombres por cada 100 mujeres, para el 2012 la cantidad será de 84.9 hombres por cada 100 mujeres.
Esto se refleja en el hecho de que Salvatierra es el onceavo municipio con mayor porcentaje de hogares con jefatura femenina en la entidad, pues 1 de cada cuatro hogares tiene como jefa a una mujer.
Por otro lado, INEGI contabilizó en 2005 una disponibilidad de 21,606 viviendas, lo que daba un promedio de 1.22 habitantes por cuarto en el municipio, lo que indica también un grado importante de hacinamiento.
LA POBREZA
De acuerdo con el Índice de intensidad migratoria, casi el 15% de los hogares de Salvatierra recibía remesas en el año 2000, lo que sin duda se debió incrementar entre esa fecha y el presente año.
Así, de los casi 22 mil hogares que había en el año 2000, alrededor de 3,300 hogares recibieron remesas. En efecto, en la clasificación de CONAPO Salvatierra apareció desde el año 2000 como un municipio de alto grado de intensidad migratoria, por lo que es válido suponer que si no hay más pobres es porque ya se fueron.
Esto explica por qué Salvatierra logró mantener su promedio de pobreza alimentaria apenas similar a la media nacional, es decir, un 18.6% de la población del municipio se encontraba en pobreza alimentaria, esto es poco más de 17 mil personas en esa condición.
Asimismo CONEVAL detectó que 26.8% de los habitantes del municipio se encontraban en pobreza de capacidades, es decir, más de 24,600 personas sin recursos para satisfacer sus necesidades de alimentación, salud y educación; así como un 52.2% de personas en pobreza de patrimonio, lo que simplifica llanamente que la mitad de la población del municipio son pobres.
LA MARGINACIÓN
En el año 2005, Salvatierra contaba con 61 localidades, de las cuales, 3 eran de muy alta marginación y 26 más eran consideradas como de "alta marginación", con lo que se detectó que había más de 19,300 personas en condiciones de "Alta y Muy Alta" marginación.
20 localidades más eran de "marginación media"; y 10 localidades más de "baja marginación"; con sólo 2 localidades de "muy baja marginación". Estos datos significaron en 2005 que el 7.24% de la población carecía de drenaje; que 9.17% de la población habitaba en viviendas con piso de tierra; y que en más del 40% de las viviendas se registrara hacinamiento.

EL DESARROLLO HUMANO
Salvatierra es un municipio que se acerca a un grado de desarrollo humano "alto". Ocupó en 2005 el lugar 13 en IDH a nivel estatal, sin embargo, mantiene indicadores sumamente bajos en algunas áreas clave para el desarrollo, como la educación.
En efecto, los indicadores que en mayor medida han detenido el crecimiento del IDH, están en el sector educativo. En 2005, Salvatierra presentó a un 14.95% de población mayor de 15 años en condiciones de analfabetismo, es decir, 9,623 personas sin saber leer ni escribir; hecho lamentable pues en el año 2000, el porcentaje era del 15.58%, lo que significa que no se redujo ni un solo punto porcentual en 5 años.
A este ritmo, Salvatierra tendría que esperar más de 100 años para erradicar el analfabetismo. Asimismo, entre el año 2000 y el 2005, la población que asiste a la escuela se mantuvo prácticamente estancada pues mientras que en el 2000 la población de 6 a 24 años que recibía educación era de 20,876, en el año 2005 llegó sólo a 21,095.
Así, en el año 2005, el 37.75% de la población mayor de 15 años en el municipio, esto es, 23,337 personas que no habían concluido sus estudios de primaria; así como un 64.87% de personas mayores de 15 años que no habían concluido la secundaria, esto es, 41,171 personas sin educación básica completa.
Sin duda alguna, la mayor mejoría que tuvo este municipio en el índice del desarrollo humano, y que lo llevó a avanzar en su posición relativa a nivel nacional, es el incremento en el ingreso de las personas, lo cual, sin creación de empleos directos y permanentes, sólo se explica gracias a las remesas recibidas de Estados Unidos, o bien a los programas de asistencia social como el Programa Oportunidades.
Así, el ingreso per capita en Salvatierra creció de 7,038 dólares en el año 2000, a 8,339 dólares por habitante y año en el 2005.
A pesar de estos avances, la inequidad de ingreso entre hombres y mujeres no sólo no se redujo, sino que se incrementó, pues mientras que para los hombres el ingreso creció de 11,632 dólares por año en el 2000, a 13,203 dólares por año en 2005; para las mujeres creció sólo de 3,012 dólares al año en el 2000, frente a 4,121 dólares en 2005.
Esto es, si en el año 2000 los hombres ganaban en promedio 8,620 dólares más que las mujeres; en el 2005 la diferencia se acrecentó a 9,082 dólares. Dicho de otro modo, al año, los hombres perciben en promedio más de 100 mil pesos que las mujeres.
Esta inequidad también se expresa en la capacidad de ir a la escuela, pues la tasa de asistencia escolar sigue siendo 5% más alta para los hombres que para las mujeres.
Así, en 2005, la tasa de asistencia escolar para los varones fue de 64.30%, mientras que para las mujeres apenas llegó al 59.6%. Estos datos se reflejan en un promedio de escolaridad de sólo 6.21 grados por persona en 2005; promedio incluso por debajo del alcanzado por entidades como Chiapas y Oaxaca.
CONCLUSIONES
Salvatierra es uno de los municipios con mayores paradojas del estado. Mientras que hace dos décadas era considerado el "granero del Bajío", hoy el campo vive un éxodo masivo por la pobreza y la desigualdad, en medio de administraciones mediocres que no han logrado aprovechar una posición geográfica de privilegio para atraer inversiones y empleos de calidad.
Es inaceptable que siendo la primera localidad con el título de ciudad en el estado, Salvatierra haya alcanzado en 2005 un índice de desarrollo humano semejante al de países como Belarús o Venezuela.
La prevalencia de la ignorancia que muestran los indicadores oficiales en Salvatierra es reflejo de la ignorancia de quienes han tenido la responsabilidad de gobernarla al menos en los últimos 10 años, lo cual es incongruente con los niveles de ingreso económico registrados, por lo que es urgente que tanto el estado como el municipio, impulsen nuevas políticas educativas y de generación de oportunidades de mejores empleos y expectativas de vida para su población.