lunes, 7 de julio de 2008

También las mujeres migran. El Caso de Jaral del Progreso

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Por: Saúl Arellano, Lunes, 07 de Julio de 2008
La cuestión social en Jaral del Progreso
Introducción

Jaral del Progreso fue constituido como Municipio Libre el 4 de noviembre de 1863, por decreto del Presidente Ignacio Comonfort. En esa fecha fue nombrado oficialmente como "Jaral del Valle"; y posteriormente en 1910 le fue concedido el título de ciudad para obtener el nombre que lleva hasta hoy en día de Jaral del Progreso.
En el año 2005, el INEGI contabilizó una población de 31,780 habitantes, de los cuales, 14,486 eran hombres y 16,934 eran mujeres, lo que daba como resultado un índice de masculinidad de 85.5: cinco hombres menos por cada 100 mujeres que el promedio estatal.
Al igual que en otros municipios, el descenso en el número de población es acelerado.
Para el año 2008, de acuerdo con las proyecciones de población del Consejo Nacional de Población, en Jaral habría 30,843 personas, de las cuales, 14,375 serían hombres y 16,468 mujeres, lo que daría un índice de masculinidad de 87.2, y que mostraría que en Jaral están migrando, proporcionalmente hablando, más mujeres que hombres.
Para 2012, se estima que en Jaral habrá 15,429 mujeres y 13,212 hombres; esto es, un índice de masculinidad de 85.6 hombres por cada 100 mujeres, el mismo nivel que en 2005, lo que confirmaría la señalada tendencia a una mayor migración femenina.
A pesar de la disminución de población, al igual que en todo el país y el estado, la demanda de viviendas será creciente. Mientras que en 2005 se contabilizaron en el municipio 6,464 viviendas, para 2008 el número se estimó en 6,792; y para el 2012 serán aproximadamente 7,208 viviendas que demandarán servicios y muy probablemente apoyos.
Estas cifras implican un crecimiento medio anual de cerca de 120 viviendas al año.
Asimismo, es de destacarse que INEGI contabilizó para el municipio, en 2005, un total de 7,225 hogares, de los cuáles, 5,861 eran jefaturados por hombres y 1,864 por mujeres, es decir, en Jaral, el 24.1% de los hogares tenían en 2005 ya jefatura femenina, dato relevante pues tanto a nivel nacional como estatal la proporción de hogares jefaturados por mujeres en 2005 era de 23%

La pobreza

Aunque en Jaral del Progreso la pobreza no es tan aguda como en otros municipios del estado, debe destacarse que en 2005 de acuerdo con CONEVAL, el 17.6% de sus habitantes vivían en pobreza alimentaria, es decir, 5,593 personas sin los recursos necesarios para satisfacer sus necesidades básicas de alimentación.
Por otra parte, de acuerdo con el mismo organismo, el 27.2% de la población vivía en condiciones de pobreza de capacidades, esto es, 8,644 personas en este nivel de pobreza; y que el 56.1% vivía en condiciones de pobreza de patrimonio, es decir, 17,828 personas.
Estos datos deben analizarse a la luz de la información disponible sobre la estructura de los hogares pues de acuerdo con diferentes organismos internacionales, la pobreza afecta mayoritariamente a mujeres y niños y por supuesto a los hogares en los que las mujeres tienen la jefatura exclusiva.

La marginación

Jaral del Progreso es el tercer municipio de la entidad con menor número de localidades: en 2005 CONAPO contabilizó sólo 21. De éstas 2 eran de "Alto grado de marginación", en las que vivían en ese año 147 personas; 8 eran de "Grado medio de marginación", en las cuales vivían 5,488 personas; 10 de "bajo grado de marginación", con un total de 26,022 habitantes; y sólo 1 localidad de "muy bajo grado de marginación" en donde había 21 habitantes.
Debe señalarse que Jaral es uno de los 5 municipios en el estado en los que en 2005 no se contabilizó ninguna persona en "alto grado de marginación". Los otros son Coroneo, Huanímaro, Ocampo y Pueblo nuevo, todos con bajos números de localidades y por lo tanto, con menor dispersión poblacional.
Aun así, es pertinente destacar que en ese año, más del 7% de la población habitaba en viviendas con piso de tierra; y que más del 43% habitaba en viviendas con hacinamiento.

El desarrollo humano

Como en casi todo el estado, el municipio de Jaral del Progreso tiene un bajo nivel de desarrollo humano, sobre todo si se consideran los bajos promedios de educación e ingreso.
Así, en el año 2005, se estimaba que el 56.09% de la población ocupada en el municipio, percibía menos de 2 salarios mínimos, es decir, 88.10 pesos en ese año. Si se considera que todavía en 2005 Jaral del Progreso presentaba un promedio de 2.7 hijos por mujer en edad reproductiva; puede considerarse que el promedio de integrantes de cada hogar en Jaral es de 5 personas, por lo que homologando los ingresos para el 60% de la población, se estaría hablando de un promedio de 17.6 pesos por persona, al día, para satisfacer sus necesidades.
Asimismo, Jaral presentó una tasa de mortalidad infantil de 18.9 muertes pro cada mil nacidos vivos; tasa que aún cuando estaría en el promedio estatal, sigue siendo muy alta si se compara con las entidades más desarrolladas de México.
Así, la tasa de mortalidad infantil comparada a nivel internacional sería similar a la de países como Brasil o China, ambos países aún en vías de desarrollo.
Por otro lado, Jaral del progreso mantendría altos niveles de analfabetismo: 11.9% de la población mayor de 15 años no sabía leer ni escribir en 2005, esto es, 2,562 personas, de las cuales, 1,097 eran hombres, y 1,465 mujeres, lo que constituye más del 57%, y lo cual evidencia que en materia de vulnerabilidad y desigualdad, son las mujeres quienes las padecen en mayor medida.
Aunado a lo anterior es preciso señalar que en el mismo año, había todavía 89 niñas y niños de 8 a 14 años que no sabían leer ni escribir, de los cuales 50 eran hombres y 39 mujeres.
En Jaral del Progreso, CONAPO identificó que en 2005, el 32.6% de las personas mayores de 15 años contaban con estudios incompletos de primaria, es decir, 6,980 mayores de 15 años con menos de 6 grados de educación; a ello habría que agregar que el 66% de esa población, carecía de estudios de secundaria completos, esto es, 13,440 personas con menos de 9 años de escolaridad completados.
A ello deben sumarse los 112 niñas y niños de 6 a 11 años que se identificó que en el año 2005 no asistían a la escuela.
Estos datos explican por qué en 2005, en Jaral del Progreso se registró un promedio de escolaridad de 6.42 grados. Promedio sumamente bajo tanto en el estado como a nivel nacional.
Todo lo anterior permite comprender por qué Jaral del progreso se mantiene como un municipio con un desarrollo humano mediocre, pues apenas llega a un índice, de acuerdo con el PNUD, de .7606; este IDH situaría al municipio entre Hidalgo y Michoacán, que ocupan los lugares 27 y 28 a nivel nacional; y comparado a nivel internacional, sería similar al que presentaron países como Túnez o San Vicente.

Conclusiones:
  1. Cada vez se hace más evidente avanzar en la construcción de políticas que tengan como eje transversal criterios de equidad de género, desarrollo comunitario y estar diseñadas desde la perspectiva de los derechos de los niños. Jaral es un claro ejemplo de esta necesidad.

  2. La migración femenina y su presencia cada vez más importante como jefas de hogares obliga a repensar las políticas tradicionales de combate a la pobreza y debe llevar a una profunda revisión de los contenidos del Plan Estatal de Desarrollo y su actualización en 2009.

  3. Los datos confirman, una vez más, que la política social debe estar construida desde una visión integral; y que acciones aisladas o dispersas como el programa de piso firme, el cual no está acompañado de ningún componente complementario de relevancia, no garantizan ni la integralidad ni mucho menos la eficacia de la política pública.

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