jueves, 6 de noviembre de 2008

La Sociedad Civil se Organiza. Entrevista a Saúl Arellano en la Revista Actual, noviembre de 2008

http://www.revistaactual.com.mx/ver.php?articulo=189
Por Pedro Baca

Revista Actual, Noviembre de 2008

A través de unas 8,000 agrupaciones realiza importantísimas tareas, desde asistir a grupos vulnerables hasta aplicar medidas en contra de la inseguridad.
En los últimos meses la sociedad mexicana ha estado muy activa: envió víveres y medicinas a los damnifcados por las inundaciones en Tabasco; organizó foros para frenar la delincuencia y abrió círculos de estudio en Quintana Roo y Morelos para que los niños de esas entidades no pierdan el año escolar por los constantes paros del magisterio.
-Dichos episodios demuestran que está cada vez más interesada en hacerse cargo de sus problemas -opina Saúl Arellano Almanza, director de Investigación del Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo y Asistencia Social (CIEDAS), para quien este ánimo se ha manifestado a lo largo de la historia de México; sin embargo, su verdadero forecimiento data del 19 y 20 de septiembre de 1985, cuando la ciudad de México fue sacudida por dos sismos.
El desastre fue de tal magnitud que rebasó por completo la capacidad de respuesta del gobierno, el que hasta entonces se había ostentado como el principal responsable de la asistencia social. La gente no se quedó de brazos cruzados, tomó la calle y se organizó para rescatar heridos y recuperar cadáveres, así como para reconstruir viviendas, espacios educativos y de salud.
Arellano cree que la sociedad mexicana demostró entonces que había alcanzado cierto grado de madurez y que estaba lista para sacudirse el excesivo tutelaje estatal. -La experiencia de los sismos le hizo darse cuenta de que sus posibilidades de sobrevivir y reponerse aumentan si se mantiene activa.
Entonces surgieron organizaciones de la sociedad civil (osc’s), comúnmente llamadas organizaciones no gubernamentales (ong’s), que se involucraron en la defensa de la ecología (en particular en el Valle de México que registraba preocupantes índices de contaminación); la no discriminación a personas con discapacidad; la transición a la democracia y el combate a la pobreza, mediante políticas y programas que involucraran en su diseño a los presuntos benefciarios.
NUEVAS AGENDAS
En la década de los 90 la agenda de las ong's creció con la reivindicación de derechos de grupos vulnerables de la población (niños, ancianos, mujeres, minorías sexuales, etcétera). Ya no sólo se habló de atender necesidades de estos sectores, sino de incorporarlos plenamente a la sociedad en su conjunto.
A partir de entonces el temario de cada ong se ha vuelto más específco; hoy existen grupos que se ocupan únicamente del derecho de la mujer a una vida sin violencia, o de combatir el abuso sexual a niños. Todo esto ha originado una gama muy rica de organizaciones de la sociedad civil.
Este movimiento social coexiste con otras formas de participación colectiva, como las cajas populares, que permiten el acceso a créditos y servicios bancarios a millones de mexicanos desdeñados por los bancos; también están las cooperativas, cuyos proyectos productivos han acabado con la marginación en comunidades de todo el país.
MOVIMIENTO INCIPIENTE
Actualmente México cuenta con 8,000 ong’s, la mayoría concentradas en el DF, Guadalajara, Monterrey, Puebla, Veracruz y León. Esto representa un gran avance (hace 25 años no llegaban a 100), pero de ninguna manera es lo ideal, sobre todo al revisar lo que ocurre en otras latitudes: en Washington, D.C., cuya población no llega al millón de habitantes, están registradas 12,000. En Portland (Oregon), con 700,000 habitantes, hay unas 10,000. En España, cuya población no equivale ni a la mitad de la de México, existen más de 220,000.
México carece de una cultura del voluntariado. La encuesta nacional sobre capital social, levantada entre 2004 y 2005 por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), determinó que ante la disyuntiva de confar en el prójimo o cuidarse las espaldas, 68% de los encuestados optó por la segunda opción. Es decir, el mexicano desconfía no sólo de la autoridad, sino también del vecino y de los amigos.
Este ejercicio reportó además que 60% de los mexicanos no están dispuestos a trabajar gratuitamente en actividades comunitarias que no le benefcien de manera directa. Ese dato pone en entredicho el espíritu solidario del que tanto presumimos. -Lo somos en momentos de crisis, en coyunturas como la del Teletón, pero no cuando se trata de un compromiso de largo plazo -opina Arellano.
La más reciente Encuesta Nacional de la Juventud, levantada en 2007 reveló que solamente el 25% de los jóvenes mexicanos participa en actividades de benefcio comunitario. La mayoría de quienes no lo hacen lo atribuyeron a que no saben en qué pueden participar. Esto representa una buena oportunidad para revalorar el servicio social y quitarle la etiqueta de trámite engorroso.
VIACRUCIS BUROCRÁTICO
Por otra parte, el país necesita reformar el marco jurídico e institucional que la regula; el sistema vigente no la estimula, más bien la inhibe. Estados Unidos y España cuentan con leyes que otorgan ciertas prerrogativas, por ejemplo, un seguro contra accidentes laborales, a quienes realizan trabajo voluntario. En México hasta los trámites para echar a andar una osc tienen costo (el investigador Arellano calcula que para cubrirlos se necesitan 10,000 pesos). Esto desanima a muchas personas, aun cuando tienen la voluntad de donar parte de su tiempo y esfuerzo.
Urge modifcar la Ley Federal de Fomento a las Actividades Realizadas por las OSC, a fn de que el gobierno no pueda condicionar el fnanciamiento al trabajo en los temas que le interesan. Es obvio que las ong’s deben regirse de acuerdo a ciertos lineamientos y deben dar cuentas a la sociedad, pero no es aceptable la intromisión de las autoridades en su agenda.
Si una ong no se quiere dedicar a las agendas que interesan al gobierno, entonces tiene que buscar recursos por otro lado. Sin embargo, no es fácil conseguir fnanciamiento privado, sobre todo del extranjero, porque hay que tramitarlo a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, la cual, según Arellano, da prioridad a las solicitudes de grupos cuyo trabajo interesa al gobierno. Por su parte, las autoridades señalan que su intervención en la entrega de recursos internacionales impide la infltración de grupos delictivos y la intromisión de extranjeros en asuntos que lesionen la soberanía nacional.
A pesar de todo, Arellano dice que el panorama es alentador. Considera que México tiene un potencial de organización social que poco a poco va encontrando su cauce, además de que su sociedad cada vez es más participativa e innovadora.
NUMERALIA DE LAS ONG’S MEXICANAS
Se clasifcan en Asociación Civil (AC), Institución de Asistencia Privada (IAP), Institución de Benefcencia Privada (IBP), Asociación de Benefcencia Privada (ABP) y Sociedad Civil (SC).
Una Asociación Civil y una Sociedad Civil se defnen como un conjunto de personas asociadas de manera voluntaria para realizar un fn común, legal y sin fnes de lucro; están reguladas por el Código Civil de cada estado de la República.
Las IAP’s y las IBP’s son asociaciones de carácter permanente y sin fnes de lucro, cuyo objetivo es realizar obras de benefcencia o asistencia; son reguladas por las Juntas de Asistencia Privada. Lo mismo sucede con las ABP’s, que tienen su propio organismo supervisor.
Para que estas organizaciones reciban fondos públicos, deben inscribirse en el Registro Federal de las OSC del Instituto Nacional de Desarrollo Social.
En el registro federal hay 5 mil 63 asociaciones civiles, 452 IAP’s, 21 son IBP’s, 37 ABP’s y 157 sociedades civiles.
5,495 osc’s cuentan con autorización de la Secretaría de Hacienda para recibir donativos deducibles de impuestos.

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