lunes, 31 de marzo de 2008

Guanajuato: patrimonio de la humanidad, con oferta cultural pobre

Por: Saúl Arellano, Lunes, 31 de Marzo de 2008
(La cuestión social en Guanajuato)

INTRODUCCIÓN:

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) establece que "Un Bien declarado Patrimonio de la Humanidad es un legado de la comunidad internacional y su presencia en un determinado país, le exige sobre todo a este país un incremento de imaginación, preocupaciones y gastos para conseguir su protección y defensa.
" En esa lógica, el patrimonio mundial es un sitio que por su universalidad, le pertenece a toda la humanidad, a cada persona independientemente del lugar en que se encuentra.
Esta dimensión pone a la ciudad de Guanajuato y "sus minas adyacentes" al nivel de las Pirámides de Egipto, el Centro Histórico de Salzburgo, en Austria, la Catedral de Chartres, en Francia, y el propio centro Histórico de la Ciudad de México, en nuestro país.
Una ciudad que forma parte del patrimonio de la humanidad, debe ser cuidada, sin embargo, no sólo en su arquitectura, sino que además es deseable e incluso exigible, que sea una ciudad que dada su representatividad global, sea muestra de un modelo de civilización de igualdad, justicia y equidad.
Lamentablemente nuestra ciudad de Guanajuato está aún lejos de lograr esto. A continuación las cifras que sostienen mi afirmación.

LA POBREZA

El municipio de Guanajuato tiene una población de 153 mil 364 habitantes, de acuerdo con el Conteo Nacional de Población y Vivienda, 2005. De acuerdo con CONEVAL, en esa fecha, el 14.3% de la población vivía en condiciones de pobreza alimentaria, esto es, personas que aún destinando todo su ingreso a comprar alimentos, no les alcanzaría para lo básico diario requerido para su alimentación. Esto es, alrededor de 22 mil personas en pobreza extrema.
El propio CONEVAL estimaba que el 20.6% de las personas se encontraban en pobreza de capacidades, esto es equivalente a 31,592 personas que aún destinando todo su ingreso, no alcanzarían a cubrir sus necesidades de salud, educación y alimentación.
Finalmente, el mismo organismo calculó para 2005 un 42.1 por ciento de personas en situación de pobreza de patrimonio, esto es 64,566 personas que aún destinando todo su ingreso, no les alcanzaría para cubrir sus necesidades de alimentación, salud, educación, vestido, transporte y vivienda.
Esto se explica en parte debido a que de acuerdo con CONAPO, en 2005 al menos el 35% de la población ocupada, percibía apenas hasta 2 salarios mínimos mensuales. A ello habría que agregar a las personas sub-ocupadas o desempleadas.

LA MARGINACIÓN

De acuerdo con CONAPO, Guanajuato contaba con 165 localidades, incluida la capital, en la que habitaban en 2005, 70,798 personas, lo que lo convierte a pesar de todo, en un municipio eminentemente rural pues más de 82 mil personas vivían en localidades de menos de 10 mil habitantes, excepto Marfil, que como localidad contaba con poco más de 23 mil habitantes.
Le siguen en población Yerbabuena, con poco más de 7,690 mil habitantes; Santa Teresa con poco más de 6 mil; San José de Llanos, con poco más de 3 mil personas.
Del total de las localidades del Municipio 35 se encontraban en "Muy Alto Grado de Marginación, 71 en "Alto Grado"; y 33 en "Grado Medio" de marginación, esto es, 139 localidades con algún grado de marginación, en las que vivían en 2005, 36,568 personas, con lo que puede decirse que en el municipio de Guanajuato 1 de cada 5 personas vivía en algún grado de marginación.
En contraste, cerca de 108 mil personas vivían en "muy bajo grado de marginación" que son precisamente quienes viven en la cabecera municipal y en Marfil.
Esta marginación implica que en el municipio, poco más del 10% carece de agua entubada en sus viviendas, esto es, alrededor de 15 mil personas; 12.93% no cuenta con sanitario no excusado; y que 38.2% de las viviendas presentara algún grado de hacinamiento.

El Desarrollo Humano

Debe decirse que el municipio de Guanajuato ocupa el segundo lugar en escolaridad promedio en la entidad, sólo por debajo de Celaya, pues la población alcanza 8.1 grados de escolaridad, similar al del promedio nacional, pero muy por debajo de las entidades adelantadas, como el DF, en el cual hay 10.1 grados de promedio, o Nuevo León, donde la escolaridad es de 9.8 grados.
Aún con lo anterior, debe destacarse que el 20.3% de la población mayor de 15 años no había concluido la primaria al 2005; y que 43.34% de la población mayor de 15 años no había concluido en esa misma fecha la educación secundaria.
Aún cuando en Guanajuato se han alcanzado en general niveles cercanos o superiores al promedio nacional en términos de desarrollo humano, las desigualdades al interior del municipio son aún muy grandes.
Así, mientras que en Marfil el porcentaje de mayores de 15 años analfabetas llegó apenas a 5%, en Santo Domingo o La Cieneguita, dos comunidades de apenas 100 habitantes, la mitad de sus pobladores no saben leer ni escribir, o bien en Zangarro, una localidad de más de 1,200 habitantes, en donde el porcentaje es de casi el 17%, es decir, más de tres veces el porcentaje que se presenta en Marfil.
Debe destacarse en ese sentido, que en conjunto, el Municipio de Guanajuato alcanzó un promedio de .7996, índice por debajo del promedio nacional, y similar al de la Federación Rusa, o la República Árabe de Libia.
Los datos aportados en su conjunto, ubican al Municipio en el lugar 311 a nivel nacional, en el Índice del Desarrollo Municipal Básico del INAFED, pues Guanajuato se encuentra entre las 284 ciudades pequeñas del país (menores a 100 mil habitantes) lo que obligaría al Municipio estar al menos entre los primeros 250 lugares, y no por arriba de los 300 entre los que se encuentra.
Finalmente, debe destacarse que en Guanajuato hay más de 92 mil personas mayores de 18 años, y de éstas, sólo mil 491 han logrado cursar 3 años o más de educación profesional, aún cuando la ciudad concentra buena parte de la oferta educativa de la entidad.
Asimismo, resulta paradójico que en la ciudad haya una oferta cultural tan pobre, más aún cuando se trata, debe insistirse, en un "Bien", que forma parte del patrimonio cultural de la humanidad.
Así, de acuerdo con el Sistema de Información Cultural de Conaculta, en la ciudad hay sólo 4 teatros; 2 auditorios; 5 bibliotecas públicas; 12 museos y 4 librerías.
Por citar sólo un dato, habría que decir que hay una biblioteca pública por cada 30 mil habitantes; si se compara este dato con el promedio nacional es sumamente bajo, pues hay en el país 1 biblioteca pública por cada 14 mil habitantes; empero, comparado con España, es realmente bajo, pues allá hay una biblioteca pública por cada 9 mil habitantes, y comparado con Finlandia, la perspectiva es ridícula, pues en aquel país hay alrededor de 1 biblioteca pública por cada 5 mil habitantes y un bibliotecario profesionalizado por cada mil habitantes.
A ello habría que agregar las condiciones, calidad de los servicios, mantenimiento y disponibilidad de libros, pues en países realmente abocados a la producción cultural, hay por lo menos 1,5 libros por persona; lamentablemente no hay este dato para la ciudad ni el estado, aunque por la realidad que se vive, es altamente probable que la disponibilidad sea mucho menor.
CONCLUSIONES
Guanajuato dista mucho de ser una ciudad digna para todos sus habitantes. La pregunta obligada al respecto es: ¿cómo explicar que el segundo centro receptor de turistas en la entidad tenga a más del 40% de su población en pobreza y a 1 de cada 5 habitantes en algún grado de marginación.
¿Cómo explicar que la ciudad sede de uno de los festivales culturales más importantes del mundo, tenga una proporción 3 veces menor que un país como España en cuanto a existencia y calidad de bibliotecas públicas; y 6 veces menor al de un país como Finlandia?
¿Cómo explicar que teniendo una buena parte de la oferta educativa de la entidad y sede de la Universidad Autónoma de Guanajuato, sólo 1 mil 400 personas, de las más de 98 mil mayores de 18 años hayan logrado cursar hasta 3 años de educación profesional?

domingo, 30 de marzo de 2008

Defender a la UNAM. La Crónica

Por: Saúl Arellano Opinión
Domingo 30 de Marzo de 2008 Hora de publicación: 02:48
http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=354473

La Universidad Nacional Autónoma de México es mucho más que lo que sus detractores pretender hacer ver. Constituye no sólo la Universidad con mayor oferta educativa del país, sino el mayor centro de generación de cultura, conocimiento, desarrollo científico y tecnológico, así como producción editorial, difusión y extensión universitaria en el país.La UNAM logró, después de la huelga de 1999, recuperarse y reposicionarse a la vanguardia del conocimiento, no sólo en México sino a nivel internacional, para llegar a ocupar uno de los 100 mejores lugares en el mundo, y ser la mejor universidad de Iberoamérica, aún por arriba de las calificaciones obtenidas por las universidades españolas, argentinas, brasileñas y chilenas.La noción de lo que es una “Universidad” apela en sus raíces a un concepto mayor: el de la universalidad. En una universidad existen “Facultades” porque en ellas se enseñan las distintas ramas del saber que aspiran, nada menos que a construir conocimiento, a generar propuestas para el saber y el desarrollo tecnológico.Las primeras universidades surgieron en el ya lejano siglo XII de nuestra era. Surgen no sólo como producto del crecimiento de las primeras ciudades burguesas y las concentraciones urbanas que comenzaron a surgir en aquel entonces, sino también para romper con el monopolio del conocimiento que se concentraba en los grandes monasterios y bibliotecas medievales en los cuales se prohibía la enseñanza de todas aquellas nuevas disciplinas que estaban minando el saber “autorizado” por la Iglesia católica y el poder de Roma.En efecto, en el siglo XII los estudios sobre óptica, matemáticas, física, astronomía, medicina y sobre todo nuevas perspectivas generadas desde la filosofía, comenzaron a cuestionar las estructuras de poder y de conocimiento del medioevo, y por ello fue necesario generar espacios que, alejados de las distintas órdenes religiosas, pudieran comenzar a construir nuevos espacios para el “desarrollo de la razón”. Sorprende todavía pensar en cómo las primeras “vistas” a la luna, hechas a través de los nuevos “catalejos” y otros instrumentos desarrollados por la óptica, sorprendían a los medievales y los hacían sospechar de que el orden descrito por las Escrituras y la “filosofía oficial” de la época (basada en Aristóteles a través del tamiz de Santo Tomás, Averroes y Avicena), podía ser cuestionado.Las universidades surgen pues, desde una perspectiva, todavía no explícitamente planteada, que tenía en su base el ideal de libertad, de universalidad y de plena autonomía del conocimiento. Para corroborarlo sólo basta con revisar los intensos debates que comenzaron a surgir en torno a qué hacer cuando la razón no estaba en armonía o completamente de acuerdo con la fe. Las respuestas, además de una profundidad estética y teológica, nos alcanzan y sorprenden por su poderío y audacia intelectual.La historia de nuestra Universidad Nacional está inserta sin duda alguna en esta tradición. Por ello su lema: “Por mi raza hablará el espíritu”. Espíritu universal habría que agregar, porque así es como era concebido por el maestro Vasconcelos.Hoy nuestra Universidad está siendo una vez más atacada por voces que desde posiciones de un autoritarismo sorprendente, pretenden cancelar un proyecto que por sus dimensiones y alcances no sólo debe ser mantenido, sino ampliado y fortalecido con más recursos, con más infraestructura y con más capacidades para continuar dándole a México todo lo que la Universidad ha sido capaz de construir y aportar a lo largo de ya varios siglos de tradición e historia.La UNAM tiene además una enorme relevancia porque es, además del gran centro de producción de saber, un modelo para la inclusión y la cohesión social. Un proyecto de la envergadura de la UNAM implica tener una profunda noción de patria y un proyecto de largo alcance para el Estado nacional. La Universidad no sólo es una escuela, se trata de un espacio para la convivencia, la movilidad social, y para formar a formadores de nación, capaces de comprender la complejidad y la diversidad que nos caracteriza.Me atrevo a afirmar que en pocos lugares como en la UNAM hay tanto lugar para el debate libre de las ideas; para la convivencia respetuosa de la diversidad y para la comprensión de la complejidad en que hoy vivimos.Por ello la Universidad Nacional debe ser protegida y fortalecida; porque el modelo de país que implica un esfuerzo de estas magnitudes constituye una alternativa a las condiciones de división, encono y fractura del tejido social que se puede percibir sobre todo en la terrible pobreza y la oprobiosa desigualdad que campean en todo el país.Un señor de nombre Carlos Mota escribió hace poco en el periódico Milenio, un artículo titulado “¿Quién quiere estudiar filosofía en la UNAM?”. Y que conste que le doy el nombre de artículo por generosidad, porque el escrito parece más bien una diatriba escrita por encargo.En el citado texto, además de considerar que los estudiantes de la UNAM son tontos (se le quedaban viendo en una conferencia con cara de “no entiendo nada”, escribe jocosamente en su panfleto), el señor Mota sostiene que la mentalidad de quienes egresamos de la Facultad de Ciencias Políticas o de la de Filosofía, tiene como objetivo “destruir al mundo” y no construirlo con base en la productividad, la generación de valor agregado y una actitud emprendedora.El señor Mota, entre otras estulticias, argumenta que ha visto a dentistas convertirse en publi-relacionistas (me imagino que después de leer a Og Mandino o a Carlos Cuauhtémoc Sánchez), pero que nunca ha visto esta “transmutación milagrosa” de un filósofo o un politólogo de la UNAM. Habría que esperar, por los demás, que esto nunca suceda.Lo que hay que decir es que si este señor dicta sus conferencias del mismo modo en que escribe, es comprensible que los estudiantes, no sólo de la UNAM, sino de cualquier aula en la que la inteligencia esté presente, no le entiendan nada. Esto es así, porque lo que sostiene este señor es de una intolerancia y de una ignorancia digna de un talibán o de un monje necio de la Edad Media.En la lógica del señor Mota y de quienes como él piensan, sólo aquellos que tienen como objeto y misión de vida tener un changarro, son dignos de ser considerados como útiles a la sociedad. En su visión, Octavio Paz, Carlos Fuentes, Alfonso Reyes, Ramón Xirau, Diego Rivera, y toda la pléyade de grandes artistas, filósofos, poetas, e incluso la comunidad científica, constituyen una rémora que debería extirparse del país antes de que terminen de sumirnos en el más oscuro de los mundos.El señor Mota y quienes piensan como él se equivocan. El mercado y la economía no sin fines en sí mismos; son medios para el desarrollo social y humano. Se equivoca porque hoy tenemos lo que muchos filósofos nos advierten: cada vez más “especialistas idiotas” que saben cada vez más de cada vez menos. La ciencia, la tecnología y el mercado nos pueden ayudar a construir un mejor mundo, no hay duda; empero, la claridad moral y el sentido de la vida no han provenido jamás del mundo del dinero y hoy sería prácticamente imposible obtenerlos en el piso de remates de la Bolsa Mexicana de Valores.La UNAM no es un campo de “guerrilleros”; la UNAM no es un lastre al desarrollo nacional y mucho menos es una institución ineficiente o inútil. La UNAM es uno de los espacios en que la humanidad hoy tiene uno de sus patrimonios culturales y constituye, hay que insistir en ello, un modelo para la cohesión, la solidaridad y la tolerancia. Por ello, a pesar de muchos, la UNAM continuará defendiendo el derecho de todos a que “por nuestra raza, siga hablando el espíritu universal”.
sarellano@ceidas.org

lunes, 24 de marzo de 2008

Valle de Santiago, nivel educativo como en Chiapas

Por: Saúl Arellano, Lunes, 24 de Marzo de 2008

http://www.correo-gto.com.mx/notas.asp?id=62433



Escolaridad como en Chiapas y pobreza como en Oaxaca



INTRODUCCIÓN:



Valle de Santiago es la séptima ciudad con mayor población en la entidad, sólo después de León, Irapuato, Celaya, Salamanca, Silao y Guanajuato. En el año 2005 INEGI calculó una población de 127,945 personas, de las cuales, 62,121 vivían en la cabecera municipal, y el resto, más del 50% en localidades en el ámbito rural.
Al igual que en San Miguel de Allende, en Valle de Santiago se presenta una alta dispersión poblacional pues de sus 184 localidades, sólo Rincón de Parangueo rebasa los 2 mil habitantes; y únicamente 4 más rebasan los mil 500 habitantes: San Jerónimo de Araceo (1987 habitantes); Magdalena de Araceo (1,774habitantes); Charco de Pantoja (1,732 habitantes) y; Las Jícamas (1,686 habitantes).

LA POBREZA
De acuerdo con el Coneval, en 2005 había en Valle de Santiago un total de 30,067 personas en pobreza alimentaria, es decir en la miseria, esto equivale a casi 1 de cada 4 habitantes del municipio.
Asimismo, 33.4% de la población se encontraba en pobreza de capacidades, esto es 42,733 personas que aún destinando todo su ingreso, no podrían satisfacer sus necesidades de alimentación, salud y educación; y finalmente, el CONEVAL muestra que en el municipio en 2005, 78,814 personas vivían en pobreza de patrimonio, esto es más de la mitad de la población en algún grado de pobreza; esto implica que en Valle de Santiago hay tantos pobres como la población total del municipio de Abasolo.
Aún con lo anterior, Valle de Santiago está catalogado como un municipio con un Rezago Social "Bajo", debido básicamente al promedio que se logra equilibrar debido a las mejores condiciones de vida de la cabecera municipal frente a las localidades rurales.

LA MARGINACIÓN

De las 184 localidades de Valle de Santiago, 5 son de "Muy Alto Grado de Marginación"; 76 de "Alto grado de marginación" y 59 de nivel "medio de marginación". Esto implica que en este municipio, al menos 47,870 personas viven en algún grado de marginación. Esto es equivalente a la población total de municipios como Villagrán o Moroleón.
Estos niveles de marginación implican que el 14.9% de las viviendas del municipios no cuentan con drenaje ni servicio sanitario; que el 44.9% de los habitantes de las viviendas del estado vivan en algún grado de hacinamiento y que el 9.53% de las viviendas aún cuenten con piso de tierra.
De los indicadores de marginación presentados por Conapo para el año 2005, destaca que cerca del 58% de la población ocupada percibía en ese año menos hasta dos salarios mínimos, lo que es congruente con los datos de pobreza presentados para el municipio.
Debe destacarse además que en el sitio electrónico de la Presidencia Municipal siguen apareciendo datos de marginación con base en el Censo del 2000, por lo que sería importante que el Ayuntamiento pueda actualizarlos con la información ya disponible a 2005.

EL DESARROLLO HUMANO

De acuerdo con el PNUD, Valle de Santiago tiene un Índice de Desarrollo Humano de .7475, similar al de un país como Irán, y ligeramente por debajo de Turquía. Este índice implica que en el municipio se tiene una escolaridad promedio de 6.13 grados, muy por debajo de los 8.1 grados promedio alcanzados a nivel nacional, y semejante al promedio registrado en el estado de Chiapas, el más pobre del país y también la entidad con menor promedio de escolaridad en México.
Esto explica por qué en Valle de Santiago se tiene un porcentaje de población mayor de 15 años analfabeta de 12.7%; un 38.7% de población de 15 años y más que no ha concluido la primaria, y un 66.4% de la población mayor de 15 años que no ha concluido la secundaria.
Asimismo, 8.20% de la población entre 6 y 14 años no asiste a la escuela, y 11, 841 personas no contaban en 2005 con ningún grado de escolaridad.

Asimismo, en Valle de Santiago la tasa de mortalidad infantil registrada en 2005 fue de 22.80 muertes de niños menores de 1 año por cada mil nacidos vivos.
Esta tasa es ligeramente superior a la de países pobres como El Salvador (22 muertes por cada mil nacidos vivos); y ligeramente inferior a la de Filipinas (23 muertes por cada mil nacidos vivos).
Finalmente debe destacarse que Valle de Santiago presenta un indicador de .5559 (en una escala donde 0 es el peor valor y 1 el valor máximo) en el Índice de Desarrollo Municipal Básico elaborado por el INAFED, lo que lo situaría en el lugar 880 entre los más de 2,400 municipios del país, lugar nada halagador si se considera que Valle de Santiago forma parte del grupo de las 78 ciudades identificadas como de densidad de población "media" por el Conapo, y que incluye a aquellas que cuentan con más de 100 mil habitantes y menos de 1 millón.

CONCLUSIONES

Valle de Santiago presenta indicadores preocupantes de rezago en materia de pobreza, marginación y acceso a servicios de salud. Esto debe obligar al municipio y al estado a plantear una nueva estrategia de desarrollo que se centre en el cumplimiento de los derechos humanos de los niños, las niñas y las mujeres.
El sitio de internet del Ayuntamiento cuenta con una paupérrima cantidad y calidad de información. Es indispensable que se actualice y que se reparen los enlaces al texto del Primer Informe de Gobierno, a fin de contrastar y evaluar adecuadamente los resultados que está presentando la administración.
Uno de los temas no abordados es la deforestación y el deterioro ecológico de los entornos de Valle de Santiago, sobre todo en el " Corredor de las 7 luminarias".

¡Es la locura! La Crónica

Por: Saúl Arellano Opinión
http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=353328
Domingo 23 de Marzo de 2008 Hora de publicación: 01:50

Si había una duda de que los partidos políticos nacionales atraviesan por una severa crisis, esta semana se han despejado todas y queda claro que en México la ciudadanía se encuentra secuestrada por un grupo de pandillas que han desvirtuado la naturaleza, no sólo de los partidos en general, sino del propio régimen democrático y el orden constitucional en que debiéramos vivir.Al respecto vale la pena preguntarse, ¿hay algún punto de inflexión en nuestra historia reciente que nos dé claridad de en cuándo y dónde comenzó esta descomposición? Mirar al pasado es siempre necesario, más aún si lo que se busca son las rutas que hemos extraviado y las rutas que no debemos volver a andar.Foucault nos advierte, sin embargo, que indagar en el pasado puede verse en dos niveles; uno, el de las grandes continuidades; éste permite analizar periodos históricos de larga duración, pero en el fondo reproduce una visión lineal del tiempo y de la propia historia; el segundo nivel de análisis por el contrario, pone énfasis en las rupturas, en los momentos en que “el cemento social” como le llama Elster, se fisura y da origen a algo nuevo, nunca necesariamente mejor que aquello de lo que se separa; esta visión, sin duda, nos permite alertarnos de posibles regresiones y de posibles atentados en contra de lo que se aspira en una sociedad con vocación democrática.En la construcción de la “radiografía de estas fisuras” no hay que ir muy lejos. Hace 14 años, el 1º de enero de 1994, el país se vio cimbrado por la irrupción de una nueva guerrilla, que le declaró la guerra al Estado Mexicano y que más allá de los acuerdos o simpatías con que pueda contar el sub-comandante Marcos, nadie puede regatearle al movimiento zapatista el hecho de haber hecho evidente la tremenda desigualdad en la que viven las personas indígenas y que aún hoy en municipios de Chiapas, Guerrero y Oaxaca, por citar los casos más graves, viven con niveles de desarrollo humano similares a los de los países más pobres del mundo, ubicados en el África Negra.Hace exactamente 14 años, nos enteramos también del que constituye quizá, uno de los crímenes políticos más vergonzosos de los últimos 80 años en nuestro país. Luis Donaldo Colosio, candidato presidencial del PRI, cayó abatido por un balazo en la cabeza; asesinato cobarde que continúa impune y que más nos valdría, como sociedad, esclarecerlo.Muchos argumentan que su asesinato se debe al clima de inestabilidad económica que ya se percibía; sin embargo, las “inestabilidades” no jalan el gatillo. Para ello se necesitan asesinos, entrenados para matar a sangre fría; se necesita el arma, recursos, pero sobre todo, se necesita la capacidad para salir impune. La teoría del “loco solitario” nadie puede asumirla como una explicación creíble, y para muchos que en aquella época acudíamos a la universidad, siempre nos quedó la sensación de que, desde entonces, todo comenzó a venirse abajo. En efecto, meses después vino el asesinato de José Francisco Ruiz Massieu (su hermano se suicidaría en circunstancias sospechosas años más tarde) y para rematar, el famoso “error de diciembre” que de un día para otro dejó en la pobreza a más del 60% de la población nacional.El ex presidente Carlos Salinas argumentó que la “nomenklatura” había fraguado un enorme complot para apoderarse de México. A pesar de sus detractores y de los errores que se cometieron en su administración (la inmensa corrupción sobre todo), en este punto todo indica a la luz de los años, que el ex presidente Salinas tenía y tiene razón.En filosofía existe un principio denominado “La navaja de Ockham”, el cual consiste en afirmar que la explicación más simple es la que se aproxima más a la verdad; argumento similar al de Marco Aurelio, quien apelaba siempre al “principio de la Simplicidad”. Si se aplica al caso del asesinato de Colosio, no es difícil deducir que fueron las aristocracias tradicionales quienes tenían la capacidad de fraguar un crimen de tal magnitud. Las preguntas claves son ante un caso así ¿quién se benefició? ¿Quién tenía el poder de cubrir el crimen? ¿Quién tuvo el poder de controlar los daños del asesinato y quiénes terminaron obteniendo los mayores beneficios?A partir de entonces, el PRI quedó literalmente en la orfandad, acrecentada por la “sana distancia” autoimpuesta por el ex presidente Zedillo. El PAN, el gran ganador de la conmoción, comenzó a obtener mayores espacios (no debe olvidarse que la elección de Fox como gobernador de Guanajuato fue en mayo de 2005), y el PRD comenzó a tener avances relevantes, quizá el más importante, el triunfo del ingeniero Cárdenas como primer Jefe de Gobierno electo en el Distrito Federal.En este contexto, los partidos no aprendieron nada. La reforma electoral de 1996 que permitió la plena ciudadanización del IFE, terminó en un todavía no suficientemente explorado acuerdo de cúpulas, que culminó con la premiación de varios de los entonces consejeros electorales con cargos de elección, sobre todo en Acción Nacional, en donde los casos más vergonzosos son los de Santiago Creel, y Juan Molinar, ambos supuestos “próceres de la democracia” que terminaron su “aventura ciudadana” vinculándose a lo peor del panismo, representado en el llamado “Yunque”.Hoy, después de la “borrachera” de ineptitud, corrupción e intolerancia del foxismo, nos encontramos en un marasmo de confusiones frente a las cuales más valdría tomar muchas precauciones y actuar, todos los políticos, con suma prudencia, aunque lamentablemente está a todas vistas claro que ésta no se encuentra en el catálogo de sus virtudes.Hoy los partidos políticos representan lo peor en las percepciones ciudadanas: corrupción, ineficacia, mentiras, engaños, abusos, impunidad, enriquecimiento ilícito o al menos inexplicable, abuso de poder, entre otras infamias que pueden formar parte de cualquier catálogo descriptivo del hampa y el crimen organizado.El “marranero” que presenciamos esta semana en el PRD y el enconado pleito en el Partido Alternativa, no son sino el reflejo de lo que los políticos son. Es obvio que hay excepciones y políticos realmente profesionales; empero, el problema se encuentra en que la clase política en su conjunto está hoy sometida a los intereses de los particulares. Quien lo dude puede llevar a cabo una investigación simple por el Registro Público de la Propiedad en las entidades y revisar quiénes son los dueños, simplemente por tomar un caso, de las constructoras autorizadas para desarrollar obra pública en entidades y municipios. El resultado más allá de ser indignante, en realidad no debería sorprender a nadie.Hoy vivimos un escándalo político de proporciones mayores en el segundo partido en importancia en la Cámara de Diputados; hoy vemos que grupos de jóvenes se agreden y dan muestras tremendas de discriminación e intolerancia; hoy quienes defienden la reforma energética parecieran formar parte del negocio; hoy la pobreza y la desigualdad sigue abrumándonos terriblemente; hoy, el señor López Obrador, víctima de su propio fanatismo y personalidad mesiánica, hace llamados a la violencia si los ciudadanos no estamos de acuerdo con su visión de país; y hoy, simplemente tenemos un país fracturado y que parece encaminarse no a otro lado, sino a emprender o quizá hasta a acelerar, esto que puede llamarse la marcha de los locos.“A un régimen político se le puede juzgar por el ‘ritmo’ que imprime a todo el pueblo”, nos dice María Zambrano. Nuestro régimen hoy nos tiene sumidos en la miseria, la confusión y la vorágine. No hay duda de que nos corresponde a los ciudadanos de hoy juzgarlos.
sarellano@ceidas.org

lunes, 17 de marzo de 2008

San Miguel de Allende, un ejemplo del desarrollo pobre

Por: Saúl Arellano, Lunes, 17 de Marzo de 2008
http://www.correo-gto.com.mx/notas.asp?id=61832

Viaje al centro de la desigualdad (La cuestión social en San Miguel de Allende)

INTRODUCCIÓN:

San Miguel de Allende es una de las ciudades de mayor belleza y calidez del estado de Guanajuato y de nuestro país. A pesar de ello, enfrenta distintos retos para lograr consolidarse como un municipio de alto desarrollo humano y en el que la desigualdad se reduzca.
Uno de los retos a los que se enfrenta San Miguel, al igual que todos los municipios de la entidad, es a la generación de información de calidad en materia de desarrollo social.
El sitio de internet del gobierno municipal no cuenta con ninguna información de utilidad sobre el tema, excepto la imagen y los teléfonos del titular del área, quien por cierto, nunca pudo (¿o no quiso?) tomar la llamada para realizar una entrevista y tratar el tema de esta columna.
Uno de los datos más interesantes en San Miguel de Allende es el relativo a su población indígena. De acuerdo con datos del gobierno del estado, de las 33,707 personas pertenecientes a comunidades indígenas de la entidad, 8,806 vivían en el año 2000 en 23 localidades rurales de San Miguel de Allende, lo que lo convierte en el segundo municipio con mayor población indígena del estado, sólo después de Tierra Blanca.

LA POBREZA EN SAN MIGUEL

Las cifras oficiales muestran que en 2005, de los 139,297 habitantes del municipio, 39,700 vivían en condición de pobreza alimentaria, esto es, el 28.5% de su población total; 52, 500 personas vivían en pobreza de capacidades, esto es, el 37.7% de su población; y 86,782 personas en condiciones de pobreza de patrimonio, esto es, el 62.3% de la población del municipio.
Para dimensionar el problema debe comentarse que sólo entidades como Guerrero, Chiapas y Oaxaca presentan porcentajes por arriba de 60% de su población en condiciones de pobreza de patrimonio.

LA MARGINACIÓN

En Guanajuato sólo hay 5 municipios que rebasaban en 2005 las 300 localidades. San Miguel es uno de ellos, lo cual habla de la enorme dispersión poblacional que tiene.
En efecto, de sus 328 localidades, 38 son de Muy Alta Marginación; 218 de Alta Marginación y 29 de Marginación Media.
En ese sentido, debe destacarse que la población de San Miguel de Allende es todavía predominantemente rural, pues en la cabecera municipal habitaban en 2005, de acuerdo con el Índice de Rezago Social del CONEVAL, 62,034 personas, mientras que en sus localidades vivían 77,203 personas.
El mayor reto para San Miguel se encuentra en que de las 328 localidades con que cuenta, sólo 6 rebasan los mil habitantes, lo que exige una enorme capacidad del gobierno para lograr abatir los indicadores de rezago y marginación del municipio.
En términos de población, esto indica que en 2005 San Miguel tenía a 58 mil personas viviendo con Alto o Muy Alto grado de marginación, esto es, cerca del 40% de la población total municipal.
A ello hay que agregarle las cerca de 11, 800 personas viviendo en un grado de marginación medio, por lo que puede sostenerse que en San Miguel la mitad de su población vivía en 2005 en algún grado de marginación.
En términos de calidad de la vivienda y de acceso a servicios sociales públicos básicos, debe destacarse que en San Miguel el 26.4% de la población no contaba en 2005 con servicios de drenaje o servicios sanitarios, esto es, cerca de 36,800 personas; además, el 12.5% de la población carecía de agua entubada al interior de sus viviendas, esto es más de 17, 200 personas; y 14.86% de la población vivía en viviendas con piso de tierra, esto es, más de 20,500 personas.
A esto debe agregarse que ConaPO estima que en 2005 había 29,464 viviendas en el municipio, mientras que para 2010 habrá más de 33 mil. Esto es, el falaz argumento de los Ayuntamientos por el que intentan mostrar que han abatido la marginación porque atienden a cierto número de viviendas, no se sostiene si no se considera el crecimiento en el número de viviendas para el municipio.

EL DESARROLLO HUMANO

San Miguel tiene un Índice de Desarrollo Humano de .7455; comparado a nivel estatal, es similar al de un municipio como Salvatierra; a nivel nacional, su IDH es comparable al paupérrimo estado de Guerrero cuyo IDH calculado para 2005 era de .7445.
Comparado a nivel internacional, San Miguel de Allende apenas superaría el IDH de países como Azerbaiyán o los Territorios Palestinos Ocupados.
San Miguel tiene una alta tasa de analfabetismo, pues el 15.4% de la población mayor de 15 años era analfabeta. El 60.8% de la población mayor de 15 años no había concluido en 2005 la educación básica completa; y el 7.39% de la población de 6 a 14 años no asistía a la escuela.
Esto ha generado como consecuencia un bajo grado de escolaridad promedio en el municipio, el cual en 2005 era de 6.5 grados, es decir, apenas medio grado de la secundaria.
Este promedio es apenas superior a Chiapas y Guerrero, y aún por debajo del de Oaxaca.
A lo anterior debe agregarse que San Miguel tiene aún una alta tasa de mortalidad infantil, la cual era en 2005 de 24.89 decesos de menores de 1 año de edad por cada mil n acidos vivos; tasa mucho más alta que el promedio estatal, la cual se situó en 18.11 en ese mismo año.

CONCLUSIONES

San Miguel de Allende es un claro ejemplo de lo que Gabriel Zaid llamó alguna vez como el "desarrollo pobre", esto es, una noción del desarrollo que sólo hace énfasis en el crecimiento económico, y que no considera la construcción de opciones de vida digna para las personas.
San Miguel de Allende tiene a más de mil 300 indígenas que no hablan el Español, y no se conoce ninguna política pública integral para preservar su cultura, tradiciones y lengua indígena, en franca violación al texto Constitucional y la reciente ratificada Convención de los Derechos de los Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas.
San Miguel enfrenta además graves problemas de contaminación, y de un deterioro no estudiado suficientemente en la Presa Allende, uno de los principales cuerpos de agua de la entidad y desde luego, del centro del país, además del deterioro de su hábitat y de su patrimonio ecológico.
Es imprescindible cambiar la estrategia de desarrollo social en la entidad y avanzar en la construcción de nuevas formas de atender la marginación, sobre todo en comunidades de alta dispersión poblacional y de alta marginación.
Esta política no se ha construido ni para el municipio ni en general para nuestro estado.

domingo, 16 de marzo de 2008

Irapuato y León, rutas de la muerte. El Correo

Por: Saúl Arellano, Domingo, 16 de Marzo de 2008
http://www.correo-gto.com.mx/notas.asp?id=61736

La cuarta vialidad más peligrosa del país atraviesa municipios del estado
AGENDA

Este sábado dio inicio en la Ciudad de Mérida, Yucatán, la 9ª. Conferencia Mundial sobre Prevención de Lesiones y Promoción de la Seguridad. Este evento es de singular relevancia, porque en México, como en todo el mundo, el número de muertes por accidentes no ha logrado reducirse significativamente, y de hecho se ha convertido en la principal causa de muerte entre la población de 14 a 19 años.

Para nuestro estado el tema es importante por diversas razones; la primera de ellas, el alto número de accidentes registrados en 2006, y aún cuando no se cuenta con información ya sistematizada por INEGI (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática), es de preverse que no disminuyeron durante 2007.
Así, el Centro Nacional de Prevención de Accidentes (Cenapra), estima que cada año se registran en el país alrededor de 440 mil accidentes; lo sorprendente del caso es que más del 70% de estos accidentes ocurre en sólo 10 entidades; y se ubica al estado de Guanajuato en 8° lugar nacional en número de accidentes automovilísticos con una tendencia sostenida a la alza.
En efecto, el Cenapra identificó que en Guanajuato ocurrieron en el año 2000, 11 mil 590 accidentes de Tránsito; para el año 2003 la cifra creció a 18,523; en 2004, ascendió a 20,235; y de acuerdo con INEGI, en 2006 el número de accidentes fue de 21,883 accidentes de vehículos de motor.
Como puede verse, en sólo 6 años la cifra de accidentes se incrementó prácticamente al doble, lo que muestra una pésima política de prevención, pues este incremento no es adjudicable al crecimiento del parque vehicular el cual, de acuerdo con distintas estimaciones, ha crecido sólo a un ritmo del 8%.
Por otro lado, debe destacarse que de acuerdo con el documento "Diagnóstico Nacional de Accidentes de Tránsito, 2007", elaborado por el Cenapra, la tercera parte de los accidentes de Tránsito en áreas urbanas y suburbanas se concentra en sólo 10 ciudades del país, entre las que se encuentra la ciudad de León, con porcentajes similares a los de una ciudad como Tijuana.
Por otro lado, de acuerdo con el estudio presentado por la Consultora Global Mind sobre accidentes vehiculares entre 2001 y 2005, en 26 rutas del país se concentra el 76% del total de accidentes en carreteras federales; lo que más debe destacarse para nuestra entidad es que el tramo de la autopista Querétaro-Irapuato, está ubicado como la cuarta ruta más peligrosa del país, con un promedio anual de 1,018 accidentes entre 1997 y el año 2005, lo cual representa un 5.3% del total de accidentes registrados en todas las carreteras de México.

En el estado de Guanajuato, los municipios con mayor número de accidentes son los que tienen un mayor número de población; en primer sitio se encuentra León, con un total de 11,211 accidentes en 2006, en los que resultaron heridos 2,473 personas, y fallecieron 32.
Le sigue el municipio de Irapuato, con 1,999 accidentes en 2006, en los que resultaron heridas 806 personas y fallecieron 13. Finalmente, en tercer lugar se ubica Celaya, con 1,682 accidentes, en los que resultaron heridos 661 personas y 11 personas fallecidas.
Al respecto debe señalarse que aún cuando en algunos otros municipios se registraron en 2006 mucho menos accidentes que en Celaya e Irapuato, en muchos de ellos los casos fatales fueron igual o mayores.
Así, de acuerdo con información del INEGI, en 2006, en Comonfort y San Diego de la Unión se registraron 13 decesos a causa de accidentes vehiculares; 12 decesos en Salamanca y 12 más en San José Iturbide.
La Organización panamericana de la Salud considera que las "carreteras peligrosas" constituyen una "epidemia oculta", pues en la mayoría de los casos los accidentes son prevenibles dado que las tres principales causas que detecta este organismo para nuestro país son: 1) el exceso de velocidad; 2) el consumo de alcohol; y 3) el uso indebido o no utilizar el cinturón de seguridad; a estas causas, la OPS agrega el mal estado y trazado de las carreteras; la mala señalización de las mismas y la falta de orientación y prevención adecuada a conductores tanto privados como del servicio público.
Los datos que existen para Guanajuato son alarmantes: debe insistirse en que tenemos a uno de los 10 municipios con más accidentes del país; y la cuarta ruta carretera más peligrosa en todo México.
Esto debe obligar a las autoridades a mejorar e intensificar sus campañas de prevención; a mejorar el estado de las carreteras y sobre todo a que, a nivel municipal, se pueda acabar con la corrupción de las autoridades de Tránsito y se apliquen de manera adecuada los reglamentos para disminuir los índices.

La migración que no vemos. La Crónica

Por: Saúl Arrellano Opinión
Domingo 16 de Marzo de 2008 Hora de publicación: 02:20
En distintos textos y conferencias, la Dra. Rosa María Rubalcava ha sostenido, con entera razón, que el desarrollo social debe pensarse siempre tomando en cuenta dos dimensiones: una, la expresión y distribución territorial de la dinámica demográfica, y la otra, la composición y dinámica de los distintos grupos de población.En ese sentido, vale la pena insistir en lo que se ha venido diciendo desde hace más de 10 años: México está viviendo una acelerada transición demográfica y en este proceso, el envejecimiento de la población es sumamente acelerado y en pocas décadas tendremos igual número de población de adultos mayores que de niños y jóvenes.En esta dimensión se ha avanzado mucho y el CONAPO ha logrado construir proyecciones de altísima confiabilidad en torno a la forma en cómo se articularán y cómo estarán compuestos los distintos grupos de población en el país, de continuar presentándose las tendencias que se han podido constatar con base en la información estadística disponible.Pese a lo anterior, no hemos logrado avanzar en la construcción de información suficiente, ni en términos estadísticos ni en términos comprensivos de lo que implican los movimientos y flujos migratorios que se están dando, no sólo hacia el exterior del país, sino los movimientos de migrantes que se dan dentro del país y que están modificando muchas de las estructuras sociales con alcances que aún desconocemos.Cada año emigran del país más de 550 mil personas. Las tendencias indican que esta suma se mantendrá al menos hasta cerca del 2015. Esta migración es multicausal y responde tanto a factores de expulsión como a factores de atracción en los países receptores de migrantes; aún con ello, debe sostenerse que de acuerdo con el Informe Sobre el Desarrollo Humano 2006-2007, hay evidencia que muestra que el factor económico tiene un peso enorme en la decisión de quienes emigran del país, tanto de manera documentada como indocumentada.A este fenómeno, ya de suyo complejo, debe agregarse la ya mencionada migración interna, y que a ésta poco se ha prestado atención al momento de diseñar políticas para el desarrollo y para la garantía de los derechos humanos, en particular de los grupos más vulnerables de la población que son siempre las niñas, los niños y los adultos mayores.En el año 2000, el porcentaje de población nacional que radicaba en una entidad distinta a la que nació llegó a poco más de 20%; esto es, en nuestro país más de 20 millones de personas se habían movido de su entidad de origen para radicar de manera permanente en otro estado de la República. Debe destacarse que este cambio de residencia se dio en menos de tres décadas; para dimensionar el asunto, es como si en menos de 30 años se hubiese movido toda la población de El Salvador, Guatemala y Costa Rica juntos a otra región, o bien, que poco más de la población de toda la zona metropolitana de la Ciudad de México se mudara de residencia en 30 años. Frente a ello, las dimensiones de política pública; la dotación de servicios y la generación de infraestructura social básica frente a estos cambios de la dinámica poblacional, imponen retos mayores a los gobiernos de todos los órdenes y de todo signo político.A esta migración habría que agregar el drama de la migración temporal; la migración que puede sostenerse, está ahí sí determinada en la inmensa mayoría de los casos por la pobreza y la desigualdad. Poco se han dimensionado públicamente las repercusiones que tiene en la vida, en la salud y en la estabilidad mental de las personas el tener que moverse de manera estacional siguiendo las rutas de las cosechas de las regiones agrícolas más prósperas o bien las rutas de la construcción, a fin de tener un ingreso mínimo, en medio de la explotación y la injusticia laboral para poder subsistir.La parte más oscura y siniestra de estas rutas se encuentra quizá en la generación de condiciones propicias para la explotación de los trabajadores migrantes; para la generación de trabajo infantil; y sobre todo, en el peor de los escenarios, espacios de vulnerabilidad para la comisión de crímenes infames como la trata de personas o la explotación sexual infantil. De acuerdo con estimaciones de UNICEF, cerca de 1.3 millones de niñas y niños en México no pueden ver realizado su derecho a la educación; de acuerdo con otras estimaciones, alrededor de 1.7 millones de jóvenes entre los 14 y los 17 años no estudian ni trabajan. Y de acuerdo con el Informe del Relator Especial de la ONU contra la venta de niños, la prostitución infantil y la trata de personas, elaborado como resultado de su visita a México en 2007, nuestro país es un “campo fértil” para la comisión de delitos de toda índole en contra de la niñez mexicana.Por otra parte, debe considerarse que la migración interestatal implica una intensa dinámica que debe obligar a una evaluación nacional de la infraestructura social básica. CONAPO estima que el número de hogares de México prácticamente se duplicará de aquí al 2025, para pasar de poco más de 25.4 millones en la actualidad, a poco más de 42 millones entre 2020 y 2030.¿En dónde van a vivir esta personas? ¿En dónde podrán construirse nuevas viviendas o adecuarse las existentes para garantizar lo que la Constitución reconoce como derecho de todos, y que es una vivienda digna y decorosa? ¿Con qué recursos y con cuánto dinero contamos para atender la dotación de servicios que este crecimiento acelerado en el número de hogares nos exigirá en esto que bien puede calificarse como el muy próximo corto plazo?Llama la atención, por ejemplo, que el Programa Nacional de Infraestructura que se anunció recientemente por el gobierno federal, no haya considerado, de inicio, la generación de un diagnóstico nacional sobre la situación de la infraestructura social; porque una cosa es lo que INEGI contabiliza como “infraestructura disponible o existente”; y la otra muy distinta es la calidad, el mantenimiento y las condiciones en que esa infraestructura se encuentra.Es de esperarse que en su nueva estructura, INEGI pueda ofrecernos más y mejores datos, con mayor calidad, a fin de poder construir los diagnósticos, pero sobre todo mejores alternativas de solución a los problemas que nos plantea día a día nuestra realidad social.A todo lo anterior debe agregarse finalmente el tema del cambio climático y las afectaciones de los desastres naturales a las estructuras de población del país: los casos de Veracruz, Tabasco y Chiapas el año pasado son emblemáticos en términos de cómo de una semana a otra la infraestructura productiva y social puede ser devastada, con los retos y dilemas que implica para las personas y familias que de un día a otro pierden todo, y se ven obligados a cambiar su lugar de residencia. Este tema no es menor y al parecer, en tanto que no hemos conocido procesos de sistematización de la experiencia en torno a lo que ahí ocurrió, no hemos aprendido suficientemente la lección.La movilidad de las personas parece que es inevitable; si esto es así, ¿por qué no, por las dimensiones territoriales y de población que tenemos, exigimos al Congreso y las autoridades ejecutivas, la construcción de un programa o al menos una estrategia nacional para estudiar y analizar las implicaciones económicas, sociales y culturales de la migración interna? A final de cuentas somos un país pluricultural y lograr la solidaridad, la comprensión y la convivencia entre distintas visiones de la realidad no es un asunto menor, menos aún en un país dividido y fracturado por la desigualdad y la exclusión social que hoy vivimos.Las migraciones internas constituyen esa migración que no vemos y que hoy, en pleno siglo XXI, debemos comenzar a explicar y comprender, en aras de fortalecer nuestra unidad y nuestra identidad nacional.

sarellano@ceidas.org

lunes, 10 de marzo de 2008

En Silao, más empresas pero el bienestar no llega. El Correo

Por: Saúl Arellano





INTRODUCCIÓN:



Silao es uno de los municipios de la entidad que en mayor medida se han beneficiado por la inversión extranjera directa, no sólo en nuestro estado, sino en el país.
En Silao se encuentra una de las plantas armadoras más importantes de la empresa General Motors, la cual ha generado un importante número de empleos y una derrama económica sin precedentes para el municipio.
Asimismo, en el Municipio de Silao está instalado el llamado Puerto Interior, el cual generará una nueva gama de oportunidades para la generación de empleos y oportunidades.
A pesar de ello, el municipio de Silao presenta, de acuerdo con los datos de CONEVAL, altos índices de pobreza, aún cuando el presidente municipal ha negado este hecho, sin presentar ningún estudio o estadísticas sólidas que respalden sus dichos, tal y como consta en la nota publicada el 4 de julio de 2007, firmada por Cayetano Ramírez y publicada por correo .
Así, mientras en Silao se encuentran enormes potencialidades para el desarrollo económico, el desarrollo social se encuentra en abandono, no sólo por el desinterés, sino sobre todo por el desconocimiento de lo que son las políticas sociales y la propia noción del desarrollo humano de parte de las autoridades municipales.

LA POBREZA EN SILAO

De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social, el Municipio de Silao tenía en 2005, 147,123 habitantes, agrupados en cerca de 27 mil hogares.
De esta población, el CONEVAL registró en ese año que el 28.5% se encontraba en situación de pobreza alimentaria, es decir, en la miseria. Esto equivale a 41,194 personas, y no a las 200 familias que el edil, en la citada nota del Correo reconocía como pobres extremos en 2007.
Asimismo, CONEVAL identificó que el 37.7% de la población del municipio se encontraba en pobreza de oportunidades, esto es cerca de 54,500 personas; y que 63.6% de la población se encontraba en condiciones de pobreza de patrimonio (esto es más de 93 mil personas), lo que situaba a Silao en 2005 como uno de los municipios con mayor porcentaje de población en pobreza en la entidad.

LA MARGINACIÓN EN SILAO
A pesar de que el Consejo Nacional de Población (Conapo) ubica a Silao como un municipio de baja marginación, destacan distintos indicadores que bien pueden indicar enormes rezagos sociales: en primer lugar, el Conapo identificó que en 2005 Silao tenía al 10.53% de su población de 15 años y más en situación de analfabetismo; más del 31% de su población mayor de 15 años no había concluido la educación básica, cerca del 10% de las viviendas carecía de drenaje o servicios sanitarios y poco más del 13% de las viviendas carecía de agua entubada.
Asimismo, el Conapo identificó que más del 51% (más de 70 mil personas) de su población vivía con hacinamiento; más del 10% en viviendas con piso de tierra y cerca del 47% de su población económicamente activa percibía ingresos de hasta 2 salarios mínimos.
Por otro lado, las desigualdades al interior del municipio son altas. De las 227 localidades que tiene el municipio, 11 fueron identificadas como de "Muy alta marginación"; 123 con "Alto Grado de Marginación"; y 49 más con "Grado medio de marginación", esto es, 32,830 personas que viven en "Alto" y "Muy Alto Grado de Marginación", más otras 35,240 en grado "Medio de marginación"; sumadas, los datos oficiales muestran que prácticamente la mitad de la población del municipio vive en algún grado de marginación, lo cual es congruente con los datos de pobreza aportados por CONEVAL.

EL DESARROLLO HUMANO

En promedio, Silao presenta un Índice de Desarrollo Humano de 0.7545, en una escala en donde 0 es la peor situación de cumplimiento de los derechos; y 1 representa la situación ideal de cumplimiento.
Este IDH es incluso menor al de un municipio como Jaral del Progreso; y en comparación con otras entidades, Silao se situaría en una posición intermedia al promedio presentado por entidades como Veracruz (IDH de .7573) y Guerrero (IDH de .7390), que ocupan el 3° y 4 peor índice de desarrollo humano en el país.
Comparado a nivel internacional, el IDH de Silao sería similar al de países como Belice o como Sri Lanka.
Asimismo, de acuerdo con los datos de Conapo con respecto a la tasa de mortalidad infantil, en Silao se registró en 2005 una tasa de 21.70 muertes en menores de 1 año, por cada mil nacidos vivos.
Esta tasa, comparada a nivel internacional es similar a la de países como El Salvador, el cual se encuentra en el lugar 101 del Índice del Desarrollo Humano a nivel mundial en 2007.

CONCLUSIONES

Los datos emitidos por los organismos facultados por la Ley para medir y evaluar la pobreza y las políticas sociales en México, desmienten a la posición asumida por la presidencia municipal de Silao en el sentido de que en este municipio sólo hay 200 familias en condiciones de pobreza extrema.
Los Índices del Desarrollo Humano, nacional y municipal, muestran que Silao tiene un grado de desarrollo humano que lo situaría, en la escala internacional, cerca de 40 lugares por debajo de la media nacional.
Silao requiere rápidamente de una revisión de su política social, básicamente orientada a reducir las viviendas con piso de tierra, acceso al agua limpia y prestación de servicios sanitarios y de drenaje, que son los mayormente relacionados con la mortalidad infantil.
En Silao hay altos grados de analfabetismo (por arriba de la media nacional) y un alto porcentaje de personas sin educación básica completa. Urge modificar esas condiciones y generar mayores oportunidades de educación y salud para su población.

domingo, 9 de marzo de 2008

El machismo y la discriminación

Por: Saúl Arellano Opinión
Domingo 9 de Marzo de 2008 Hora de publicación: 01:06
La humanidad conoce en múltiples dimensiones y consecuencias, actitudes que por su irracionalidad, no sólo son difíciles de comprender, sino sobre todo de confrontar y erradicar. El machismo es una de estas formas de actuar funestas y que en su “silencioso” desplegarse en las sociedades ha generado perjuicios de alcances inconmensurables en la vida de millones de mujeres, así como obstáculos a las posibilidades de libertad y desarrollo de muchas sociedades.La Real Academia de la Lengua Española define al machismo como la actitud prepotente de los varones respecto de las mujeres. Aun cuando las definiciones de diccionario resultan siempre limitadas para la comprensión de categorías y fenómenos sociales, en su sencillez, esta definición nos ofrece una amplísima gama de posibilidades para explorar y ayudarnos a entender esta actitud que en México configura uno de los atavismos culturales de más peso y frente al cual tenemos el reto de transformarnos y transformar nuestra realidad social.En esa lógica, vale la pena llevar a cabo asociaciones simples y contrastarlas con la evidencia estadística que nos comienza a ofrecer indicadores que pueden contribuir a fortalecer hipótesis y explicaciones en torno a lo que nos está impidiendo avanzar hacia una sociedad convivencial, justa y con una profunda aspiración al desarrollo y el bienestar colectivos.Una de estas asociaciones está relacionada necesariamente con uno de nuestros mayores saldos: la pobreza. Todos los organismos internacionales nos dan cuenta de que no hay país en el que las mujeres, las niñas y los niños son quienes viven con mayor agudeza la carencia de recursos y la falta de oportunidades para la realización de sus derechos humanos.Uno de los derechos sociales más elementales es sin duda el de la educación; ésta es un derecho habilitante y por lo tanto los Estados deben procurar para todas y todos, el acceso equitativo a una educación de calidad y con oportunidad. En México el promedio de años cursados por hombres y mujeres es todavía desigual, aún y cuando se ha logrado matricular en la enseñanza primaria y buena parte de la secundaria a igual número de niñas y niños.La pregunta obligada es entonces por qué las mujeres continúan recibiendo menos educación. Una de las respuestas es que en definitiva, hacen falta mucho más acciones afirmativas, de todas las autoridades públicas, a fin de garantizar la equidad en ésta y desde luego en todas las esferas de la vida social. Empero, el papel de la sociedad es también fundamental, porque es ahí en donde están enraizadas actitudes machistas y discriminatorias.Al respecto, la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México nos ofrece un panorama además de lamentable, aterrador. El 15% de los hombres sostiene que no vale la pena invertir en la educación de las hijas “porque luego se casan”. Esta afirmación, recogida por esta encuesta de 2005, tiene ecos no medievales sino de la era de las cavernas y nos da cuenta de la tremenda ignorancia, machismo e irracionalidad de quienes así piensan. ¿Cómo modificar estas actitudes? ¿Cómo erradicar la enorme violencia que existe en nuestro país en contra de las mujeres? No es menor el hecho que muestra esta misma encuesta: 9% de la población nacional considera que la niñez es el grupo más desprotegido en México, lo que implica tremendas consecuencias en el análisis y el diseño de la política pública. En un artículo del día de ayer publicado por el periódico Excélsior, el Mtro. Mario Luis Fuentes sostiene que las políticas de género deben estar directamente vinculadas con la agenda de las políticas dirigidas a la atención de la niñez, pues sólo de esa manera puede avanzarse hacia la integralidad y el mejoramiento de la calidad de los servicios que se les otorgan y a los que tienen derecho.Por ello debe insistirse en que el machismo se traduce generalmente en actitudes discriminatorias, las cuales pueden tomar tintes incluso monstruosos: uno de cada cuatro hombres le pediría un examen de embarazo a una mujer si ésta le solicitara empleo; y peor aún: uno de cada cuatro mexicanos y mexicanas (destaco a propósito la referencia a la opinión femenina), están de acuerdo con que las mujeres “son violadas sexualmente porque provocan a los hombres”. Hay quienes dicen que los datos no hablan por sí mismos; sin embargo en este caso, no sólo hablan, sino que revelan y claman por una transformación radical de nuestros patrones culturales, sobre todo los relacionados con las justificaciones sociales al maltrato, al abuso y a la violencia en contra de mujeres, niñas y niños.Por ello es importante la actuación de los políticos en esta materia. Y por ello es lamentable que en México, sólo el 3% de las presidencias municipales son ocupadas por mujeres; la presencia de las mujeres sólo rebasa el 30% en 3 congresos locales de nuestro país; sólo Zacatecas y Yucatán son gobernados por mujeres, y la presencia de las mujeres en el Congreso federal, e incluso en el gabinete presidencial, continúa siendo tremendamente minoritaria.Los partidos políticos y los políticos (los hombres), se han llenado la boca en los últimos años hablando y promoviendo la equidad de género. Los hechos los desmienten y los sitúan como mentirosos, pues ha habido oportunidad para legislar y homologar, tal y como lo exigió recientemente la OIT, las leyes nacionales con instrumentos internacionales para garantizar la equidad entre los géneros en distintos ámbitos, y simplemente se ha avanzado con pasos extremadamente lentos.En esa lógica, los partidos políticos nos deben mucho a la sociedad, pues sin duda nuestras posibilidades de desarrollo, de generación de condiciones de equidad y sobre todo, de reducción de las disparidades regionales que hoy vivimos, no podrán mejorarse si antes no logramos construir una sociedad en la que el género, la pertenencia étnica, las preferencias sexuales, la edad o las creencias religiosas no sean motivo de discriminación.Es oprobioso que en las comunidades indígenas más pobres de nuestro país, las mujeres tengan una esperanza de vida de sólo 51 años; eso nos dice el Programa Nacional de Salud 2007-2012, y sobre esto no se hizo un llamado a un debate de proporciones y alcances nacionales como el que exige este dato, de suyo aterrador. No es posible que en nuestro país tengamos una ciudad como el Distrito Federal, con niveles de vida en algunas zonas similares a los de Alemania; y en las regiones indígenas más pobres, una esperanza de vida para las mujeres como en Uganda o Namibia, en África. En ese sentido, es no sólo deseable sino exigible, que los partidos políticos comiencen a tomar decisiones relacionadas con estas otras agendas de lo social.El PRD por ejemplo, podría haber sancionado estatutariamente al señor López y su corifeo, Fernández Noroña, por su actitud machista y misógina en contra de Ruth Zavaleta. El PAN, por ejemplo, tendrá el día de hoy una asamblea nacional en Guanajuato, en donde el gobernador se ha opuesto sistemáticamente a aprobar la ley para garantizar una vida sin violencia contra las mujeres y al cual antes de sancionarlo, se le protege y ayuda. En el PRI, la presidenta del partido debió aprovechar la celebración del pasado 4 de marzo y hacer un deslinde preciso, no sólo con los posibles financiamientos de campañas de parte del narco, sino ante sujetos como Mario Marín a quien honestamente no se entiende cómo el PRI sigue aceptando y protegiendo en sus filas.Los partidos políticos nos deben; pero sobre todo, la sociedad —mayoritariamente los hombres— estamos en deuda en la generación de una cultura de tolerancia, de respeto y de no discriminación. Acabar con el machismo es tarea de todos y es momento de asumirla.

lunes, 3 de marzo de 2008

Salamanca: La catástrofe ecológica. El Correo

Por: Saúl Arellano, Lunes, 03 de Marzo de 2008

La cuestión social en Salamanca

INTRODUCCIÓN

De acuerdo con el Conteo Nacional de Población y Vivienda 2005, Salamanca registró una población de 233,623 personas, distribuidas en un total de 321 localidades.
Debe señalarse que en el caso de Salamanca se presenta un fenómeno de alta dispersión poblacional en muy pequeñas localidades, pues de las 321 señaladas, 302 tienen entre 0 y 999 habitantes; 17 localidades más tienen entre mil y 4, 999 habitantes; 1 tiene poco más de 12 mil personas; y en la cabecera municipal habitan poco más de 143 mil personas.
La distribución por género indica que en Salamanca hay más mujeres que hombres; en total el Conteo de 2005 registró 122,341 mujeres y 111,281 hombres. Por condición de edad, el grupo más numeroso es el de las niñas, niños y adolescentes pues hay más de 94 mil personas en el rango de los 0 a los 19 años; esto es, poco más de un tercio de la población se encuentra en ese grupo de edad; aún con ello, la edad mediana del municipio es ya de 25 años, lo que indica una rápida transición demográfica orientada hacia una población adulta cada vez mayor.
Asimismo, debe señalarse que en Salamanca se presenta una dinámica demográfica en la que la mayoría de las mujeres tienen hijos a edades tempranas, pues de las 93,520 mujeres de 12 años y más, sólo 29,366 reportaron no tener ningún hijo.


LA POBREZA EN SALAMANCA


De acuerdo con el CONEVAL, en 2005 el 15.9% de la población de Salamanca vivía en condiciones de pobreza alimentaria; esto es, 37,146 personas. Al respecto, debe puntualizarse que de acuerdo con UNICEF, hay una constante en el país en la que aproximadamente 60% del total de los pobres son niñas, niños o adolescentes; en esa lógica, de estos pobres, 22, 287 menores de 18 años estarían viviendo condiciones de hambre en Salamanca.
Asimismo, debe destacarse que de acuerdo con CONEVAL, 48% de la población se encontraba en pobreza de patrimonio, esto es 112, 139 personas, cifra cercana a la mitad de la población de la cabecera municipal, y mayor a la población de un municipio como Salvatierra.


LA MARGINACIÓN


Salamanca es de acuerdo con Conapo un municipio con un grado de marginación bajo (a diferencia de León, Celaya o Irapuato, cuyo nivel de marginación es "muy bajo").
Debe señalarse que a pesar de lo anterior, al igual que en el país y en el estado las desigualdades en Salamanca están a la orden del día. Del total de localidades, en el Índice de Marginación de Conapo 2005, 14 estaban ubicadas como de "Muy alta marginación" y 73 en "Alto Grado de marginación".
En las primeras 14 se ubicaban 885 personas, y en las 73 restantes 19,484. Asimismo, Conapo identificó 52 localidades con "Grado Medio" de marginación, en las que se ubicaban 21,681 personas.
Sin duda, estos datos representan en sí mismos un enorme reto a la administración pública municipal y estatal pues dotarlos de los servicios sociales básicos de los que carecen requieren de estrategias inteligentes y de alta eficacia para avanzar rápidamente en la solución de las necesidades de las 42 mil personas ubicadas en estas localidades.
Estos niveles de marginación implican, por ejemplo, que en Salamanca 49.32% de la población no ha concluido la educación secundaria; 42.5% de la población ocupada percibía hasta dos salarios mínimos y que 1 de cada 3 habitantes vivía en condiciones de hacinamiento.


EL DESARROLLO HUMANO


De acuerdo con el Índice de Desarrollo Humano Municipal, ajustado a 2006, Salamanca tiene un IDH de .7886, semejante al que se tiene en spromedio en Venezuela. Asimismo, en Salamanca, de acuerdo con el Índice de Rezago Social, 9.10% de las viviendas no contaban con sanitario o excusado (más de 4 mil viviendas) y 8.57% no disponía de servicios de drenaje (más de 21 mil personas).


LA CUESTIÓN ECOLÓGICA


Uno de los temas ineludibles en el análisis social de Salamanca es el relativo al medio ambiente. En otros artículos (publicados en el diario La Crónica ), he denunciado estos hechos y en el periódico Excélsior se han consignado las constantes críticas tanto al gobierno federal como al local en esta materia.
Salamanca es hoy, lamentablemente, la ciudad más contaminada de México y una de las de mayor contaminación en el continente.
De acuerdo con la nota de Marcela Turati, del miércoles 26 de septiembre de 2007, Salamanca registra una concentración atmosférica de dióxido de azufre del doble a las registradas en el Distrito Federal; y de acuerdo con el documento, que a pesar de las constantes críticas de Excelsior , no fue dado a conocer en Guanajuato, Salamanca, diagnóstico y alternativas de solución, elaborado por Semarnat, la ciudad de Salamanca puede ser catalogada como una "ciudad-veneno", con la complacencia de las autoridades.
A las condiciones de contaminación atmosférica hay que agregar todos los vertederos tóxicos que se arrojan al río Lerma, los cuales, junto con el drenaje que va directo al ío, han contribuido a convertirlo, de la cuenca más larga del país, al "drenaje" más extenso de México.


CONCLUSIONES


En Salamanca se perciben datos que muestran cómo a medida en que desciende la densidad poblacional, los problemas de pobreza y desigualdad se van haciendo más agudos, agravados con otros problemas sociales como la crisis ecológica que vive el municipio.
Es urgente que en Salamanca se desarrolle una nueva política social en la que se pueda plantear una estrecha vinculación entre el desarrollo humano y el desarrollo sustentable, a fin de construir un modelo que sea incluso extrapolable a todos los municipios de la entidad.
Será indispensable generar una nueva política de dotación de servicios sociales, que pueda tomar en cuenta la dispersión poblacional, y las características particulares de las localidades con baja densidad poblacional.
Salamanca requiere de una nueva política de transparencia a nivel local, que permita dar cuenta a la ciudadanía de los mecanismos de intervención federal y estatal, para garantizar la salud de sus habitantes y detener la crisis ecológica que afecta a la población.
Es urgente una nueva actitud ética y profesional de las autoridades para asumir la responsabilidad de llevar a cabo estudios serios sobre la salud y sobre las repercusiones de la contaminación en la población más pobre y vulnerable, a fin de garantizar en lo inmediato sus derechos económicos, ambientales, sociales y culturales.

domingo, 2 de marzo de 2008

Salvar la Vida de los Niños. La Crónica

Por: Saúl Arellano Opinión
Domingo 2 de Marzo de 2008 Hora de publicación: 01:16
La pobreza puede ser asesina en muchos casos. Lo es, cuando priva a las personas de acceso a los servicios esenciales para realizar sus derechos más básicos: la salud, la alimentación y la educación. Lo es además, cuando quienes están privados del cumplimiento de estos derechos son niñas y niños, y más aún cuando no han cumplido los cinco años de edad.Uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio consiste en reducir en dos terceras partes la mortalidad infantil en el año 2015. Al respecto es preciso señalar que a pesar de los progresos que se han logrados, éstos serán insuficientes a escala global para cumplir la meta que el mundo se fijó a sí mismo.¿Cuánto vale una vida? Esta es la pregunta con la que abre el informe sobre el Estado Mundial de la Infancia 2008, dedicado a la supervivencia infantil. Aun cuando el planteamiento de UNICEF en este informe se centra en mostrar cómo la protección de la vida de los niños es invaluable, a ello deben agregarse dos precisiones.La primera es relativa a mi afirmación de que la pobreza puede ser asesina. Planteado así, en abstracto, pudiera llegar a pensarse que la pobreza es un mal inevitable; quizá hasta una prueba divina o incluso una parte sistémica del funcionamiento natural de los mercados. A estas visiones habría que contraponer la afirmación de que en el fondo la pobreza tiene responsables, y en ese sentido, la pobreza puede ser superada o al menos aun en las posiciones más conservadoras, profundamente atemperada.La segunda precisión que debe realizarse consiste en afirmar que ante la pregunta de ¿cuánto vale una vida?, en todo el mundo los gobiernos se han encargado, si no de ponerle precio, sí de regatear y anteponer prioridades de gasto que antes que pugnar por el bienestar y los derechos humanos, auspician y alientan ámbitos de la política y la economía como la compra-venta de armas y los gastos relacionados con la industria militar y la llamada “seguridad global”.Algunos datos extraídos del “Small Arms Survey, 2007” sirven para dar una idea de las dimensiones que implican mis afirmaciones: sólo la población civil en 2006 era propietaria de más de 650 millones de armas; 270 millones de ellas ubicadas en los Estados Unidos de Norteamérica, lo que da un promedio aproximado de 90 armas por cada 100 personas en ese país. Cada año se producen en el mundo entre 530 y 570 mil fusiles de asalto, más del 60% ubicados en los países en desarrollo.Lo anterior, se traduce sin duda en un tema paradójico pues si se compara el gasto destinado como porcentaje del PIB, aún son muchos los países que continúan destinando un mayor gasto al capítulo de la “defensa”, que al de la salud o la educación. Como resultado es lamentable que en todo el planeta el 11% del PIB se destine a los gastos militares, y que sólo el 5% a gastos en educación. Visto por regiones, sólo en América Latina y los países desarrollados el porcentaje del PIB destinado a la educación es comparable o mayor al gasto en defensa; y debe decirse que aún así es insuficiente.Los datos que se presentan tienen como finalidad sostener una idea: las muertes de niñas y niños por causas prevenibles no tienen ninguna justificación en un mundo en el que se destinan miles de millones de dólares para armar ejércitos, y en el siglo XXI, incluso a millones de civiles que, como se muestra en el Small Arms Survey, rebasan los 500 millones.Cada año, desde 1960 hasta ahora, han muerto en todo el planeta más de 10 millones de niñas y niños, la mayoría de ellos en los países más pobres. Esto significa que en sólo 40 años han muerto más de 50 millones de niñas y niños que pudieron haberse salvado de haber existido vacunas, centros de salud, alimentos, médicos o preparación suficiente para las mujeres a fin de que puedan cuidar, hidratar o alimentar adecuadamente a sus hijos e hijas. A lo anterior debe agregarse que cada año mueren también cerca de 500 mil mujeres en el parto o por complicaciones generadas durante el nacimiento. Muertes todas prevenibles y por lo tanto evitables, más de la mitad de ellas relacionadas con la malnutrición y la ausencia de capacidades para garantizar a las niñas y niños al menos de seis meses de amamantamiento exclusivo.El Estado Mundial de la Infancia nos dice que la mortalidad infantil en esa etapa de la vida es un indicador importante del desarrollo de los países, pero sobre todo, una evidencia certera de sus prioridades y valores. Esta es sin duda una de las declaraciones más importantes del Estado Mundial de la Infancia 2008, pues hace énfasis en la convicción exigible a los Estados de establecer medidas para asumir la responsabilidad y el compromiso ineludible de garantizar el cumplimiento universal e integral de los derechos de los niños.No hay ningún argumento ético que permita justificar el estratosférico gasto mundial que hay en armas y defensa, frente al regateo y la limitación permanente que hay siempre que se exigen mayores presupuestos y acciones en pro de construir un mundo apropiado para la niñez.No hay nada que pueda ser considerado más importante para una sociedad que cuidar de sus niños; las posibilidades de la convivencia, de la solidaridad, de la responsabilidad y de respeto a la diferencia sólo pueden construirse en la medida en que una sociedad garantiza de manera plena los derechos de sus grupos más vulnerables y en particular de las niñas, los niños y los adolescentes.En México es urgente redefinir nuestra política de atención a la niñez. Después del lamentable fracaso del Consejo Nacional de Atención a la Infancia y la Adolescencia (COIA), creado por la anterior administración, aún no se ha reconstruido ninguna propuesta de alcances mayores que permita reconducir una política nacional de alcances nacionales y que permita avanzar de manera mucho más rápida en la protección y el cumplimiento de los derechos de la niñez en nuestro país.No sabemos en esta administración quién integra al COIA o siquiera si sigue operando; no sabemos qué instancia es la responsable de dar seguimiento y de coordinar las acciones para cumplir los derechos de la niñez; no se sabe de los progresos o de las metas planteadas en torno a las Recomendaciones del Alto Comisionado para los Derechos Humanos entregadas en 2006 al Estado mexicano.Aun cuando hemos logrado avanzar trechos importantes, el desafío que tenemos enfrente para consolidar una política de atención y cumplimiento de los derechos de los niños sigue siendo enorme. La violencia contra los niños y las niñas continúa generando muertes, accidentes y daños psicológicos graves para su desarrollo; el deterioro del medio ambiente sigue creciendo y amenaza el presente y el futuro de miles, quizá de millones de niñas y niños; las enfermedades prevenibles persisten y los brotes de dengue, paludismo y otros padecimientos amenazan constantemente la seguridad de las comunidades y pueblos más pobresHoy tenemos no sólo el reto sino la oportunidad de construir los acuerdos que son necesarios para lograr que la infancia en México pueda vivir con dignidad y que pueda tener esperanza en el futuro. Tenemos que avanzar en la generación de equidad y en la reducción de las disparidades regionales; empero, nuestro reto más urgente de hoy es sin duda alguna, evitar que la pobreza en nuestro país, siga convirtiéndose en asesina, en particular de los más frágiles y vulnerables, sobre todo, cuando podemos y tenemos con que evitarlo.