domingo, 30 de noviembre de 2008

El modelo global, cerca del final de Cleto. Periódico La Crónica

Por: Saúl Arellano Opinión
Domingo 30 de Noviembre de 2008 Hora de publicación: 01:02
http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=401041

Una célebre canción de Chava Flores nos narra el velorio de Cleto, un pobre infeliz cuya mejor vida parece ser que inicia precisamente cuando se ha muerto. Todo lo que hay alrededor del “muerto” es hilarante, mordaz y lleno al extremo de humor negro.Así parecen estar desarrollándose las exequias del modelo económico global, del cual, habría que informarle a algunos economistas y funcionarios de las secretarías de Hacienda y Economía, ya se murió. Lo trágico de este evento no se encuentra, sin embargo, en el propio hecho de la cancelación de la viabilidad de la globalización vigente, sino en la comicidad de las capacidades con que se está enfrentando el problema en nuestro país.En efecto, se cree que en los próximos meses las aguas regresarán a su nivel y que los ríos recobrarán sus cauces. No es así. Lo que estamos viendo es el inicio de una nueva era global abierta a todas las posibilidades, pero cuya construcción está marcada por un concepto esencial:la incertidumbre radical.
Lo que hoy estamos presenciando es la desintegración de la lógica, de lo “inexorable de los acontecimientos”. Se nos dijo a la caída del Muro de Berlín que estábamos avanzando por fin a una nueva era sin ideologías; una era en la que el progreso y el desarrollo económico, regidos por primera vez de manera global por las leyes del mercado, nos debería conducir a la plena realización de la libertad individual y de la democracia como panacea del desarrollo.El mayor problema de esta visión es que no pudo percibir, como ha ocurrido con otras visiones, que no puede confiarse plenamente en la viabilidad infinita de ningún proyecto social, ya sea de alcance nacional o de carácter universal. La paz perpetua de Kant saltó hecha trizas con las primeras revoluciones burguesas de mitad del siglo XIX. La sociedad sin clases de Marx fue aplastada por la brutalidad del martillo en las purgas de Stalin. El Tercer Reich de Hitler devino en la abominable experiencia del Holocausto, y así, cada uno de los intentos de instaurar el reino de la felicidad en el mundo, han fracasado de manera rotunda.Los intentos de los nuevos ideólogos del capital: Hardt, De Nigri, Huntington, Fukuyama y otros más, de justificar el anhelo del progreso infinito a través del fin de la ideología, hoy nuevamente ha hecho crisis, y es tan severa que ya se nos ha anunciado que será mucho más profunda y compleja que la que se vivió en 1929 y que llevó al replanteamiento de la lógica del poder político y económico mundial.Sólo después de la traumática experiencia de la Segunda Guerra Mundial y por la “amenaza” del socialismo, Occidente se planteó en serio la generación de un nuevo pacto social. Sin embargo, de la reconversión económica que comenzó a vivirse en la década de los 70 en el siglo pasado a la fecha, habría que realizar una revisión crítica y evaluar si efectivamente el modelo de bienestar se fracturó como producto del agotamiento de los recursos, o si tal planteamiento no fue sino el recurso retórico de los dueños del capital para avanzar hacia el diseño de un modelo global que permitiera acelerar y proyectar hacia el infinito el proceso de acumulación de más y más dinero.Mirar al pasado y encontrar las principales causas que nos han puesto en esta situación es relevante, porque permite plantearnos lo que debe venir en el futuro. En esa construcción requeriríamos que la clase política actuara con audacia y lanzara una propuesta para una nueva globalidad, liderada en parte desde “el sur”, y exigiendo el posicionamiento de agendas innovadoras.La más importante ya está trazado desde algunos organismos internacionales, pero que requiere profundizarse: hacer que la globalización beneficie a los pobres, como ha planteado la OIT, debe convertirse en una exigencia mundial para construir un modelo de globalización que apueste por un proyecto civilizatorio para la equidad.¿Quién, sin embargo, tendría la audacia y la capacidad para desde las más altas esferas del poder en nuestro país, lanzar una propuesta de reconstrucción incluso a nivel de mentalidad, de lo que somos y de lo que queremos ser como país en el contexto mundial? Para una actitud así se requiere, de entrada, estar dispuesto a estudiar, y a hacerlo del lado de la comprensión y la complejidad; y tal cualidad parece no darse mucho a los titulares de las principales dependencias públicas.Isaiah Berlin sostenía, haciendo una dura crítica a la ideología lineal del progreso: “El mundo social parece, ciertamente, más perturbador, más lleno de peligros invisibles, que nunca; pero de ello se seguiría necesariamente que existe una trayectoria mucho más abierta a los talentos, siempre y cuando éstos sean lo bastante audaces, poderosos e implacables”. Remata Berlin su crítica: si podemos, dada la ocasión, actuar con mayor libertad, ¿qué es lo que separa la planificación utópica de la realista?Planificación utópica, concepto que para los fundamentalistas del mercado puede sonar a herejía, pero cuyo poderío transformador de esta crisis, en posibilidad de más libertades y mayor bienestar para todos, puede marcar la diferencia entre ahogarnos en el tsunami económico y financiero que parece venírsenos encima, o contar con un navío de gran calado que nos conduzca a otro puerto desde donde reconstruir nuestro modelo de desarrollo.Frente a este tipo de argumentos no ha habido hasta ahora ninguna propuesta sensata sobre cómo reconstruir nuestras instituciones; y sobre cómo modificar nuestras reglas de operación institucional. Por el contrario, se siguen protegiendo monopolios; se sigue protegiendo a quienes más tienen; se sigue sin convocar a un gran acuerdo nacional para un nuevo pacto social; y siguen sin aparecer, pero en serio, los temas de la equidad, la justicia social y el fin de la desigualdades, como las agendas prioritarias para el país.Se dice en las declaraciones públicas que los funcionarios están atentos a las reformas que habrá de emprender el gobierno que encabezará Barack Obama, pero no se ha planteado desde nuestro país un sistema de reformas ni planes de rescate del empleo ni acciones emergentes de gran aliento para emprender la transformación radical que requiere tanto el entramado jurídico como el institucional, sobre todo en el ámbito de lo social.Tenemos a un sistema global que en lo social está hecho añicos: más de 900 millones de hambrientos: menos del 20% de la población mundial concentra más del 80% de la riqueza global; habrá el próximo año más de 20 millones de desempleados adicionales; niñas y niños siguen muriendo de causas prevenibles en las zonas más pobres del mundo, incluidas entre ellas algunas regiones en nuestro país en las que, según los datos oficiales, las mujeres tienen menos de 55 años de esperanza de vida.La “gangrena” ha invadido a todo el cuerpo del sistema financiero mundial; su condición ética estaba ya fracturada desde hace más de tres décadas cuando se denunció que la pobreza y la desigualdad globales tenían ya tintes de escándalo. Si esto es así, podemos hablar de que el sistema global que teníamos está moribundo y que no habrá más remedio que decir en unos cuantos meses, que tuvo un fin similar al de la botella del velorio de Cleto: murió, murió, murió...
Frente a ello, lo deseable es que podamos construir un nuevo sistema que no pase pronto a mejor vida, sino que pronto nos garantice a todos, una mejor calidad de vida.

jueves, 27 de noviembre de 2008

La Vergüenza del trabajo infantil en Guanajuato. Periódico El Correo

Por: Saúl Arellano, Jueves, 27 de Noviembre de 2008

http://www.correo-gto.com.mx/notas.asp?id=94389


En Guanajuato hay casi 200 mil menores de entre 5 y 17 años que laboran; son más del 13%



1. La situación en el país


El trabajo infantil es una de las expresiones más aberrantes de la pobreza y la desigualdad. En México, el trabajo infantil para los menores de 12 años está expresamente prohibido en la Ley; y para quienes tienen entre 12 y 16 años, se permite con restricciones y condicionantes.
Aún con ello, la recomendación de todos los organismos internacionales de derechos humanos y sobre todo de protección de los derechos de los niños, establece que lo mejor en una sociedad es que las personas menores de 18 años, independientemente de su condición económica, se dediquen exclusivamente al estudio y a la colaboración en el hogar, en actividades que no pongan en riesgo su integridad física ni atenten en contra del libre desarrollo de la personalidad.
De acuerdo con el Módulo de Trabajo Infantil de la Encuesta Nacional de Empleo y Ocupación, 2007, en México hay más de 29.2 millones de niñas y niños que en 2007 tenían entre 5 y 17 años, de los cuales 3.07 millones no asistían a la escuela, lo que constituye una grave violación a sus derechos humanos y sociales; de estas niñas y niños, casi un millón no asisten por falta de recursos económicos, por padecer alguna discapacidad, o bien, por condiciones de inseguridad o discriminación.
De los más de 29 millones de niñas y niños menores de 18 años, sólo poco más de 7.3 millones recibía una beca o algún apoyo del gobierno, es decir, apenas la cuarta parte de este grupo de población.
Por otro lado, la citada Encuesta muestra cómo en el país había en 2007, 3,647,067 millones de niñas y niños entre 5 y 17 años que tenían que trabajar (12.48% del total de ese grupo de edad), ya sea para completar el ingreso elemental de sus hogares, o bien para solventar sus gastos en educación, salud y alimentación.
El trabajo infantil en Guanajuato
Se estima que en Guanajuato había en 2007, 1,468, 550 personas menores de entre los 5 y los 17 años. De éstas, 1,400,441 tenían entre 5 y 13 años; y 464,059 tenían entre 13 y 17 años.
Del total, 739,400 eran hombres y otros 729,150 eran mujeres.
Visto por condición de asistencia o inasistencia escolar, en Guanajuato había en 2007, 192,437 niñas y niños entre los 5 y los 17 años que no asistían a la escuela (13.1% del total de ese grupo de edad), la gran mayoría concentrados entre los 13 y los 17 años, edad clave para concluir la secundaria o ingresar al bachillerato.
Resulta paradójico que en Guanajuato haya más niñas y niños menores de 18 años que no asisten a la escuela, que el número de aquellos que cuentan con la secundaria terminada o mayores estudios; en efecto, estos últimos suman apenas 166,227, es decir, el 11.3% del total, frente al ya señalado 13.1% que no asiste a la escuela.
Del casi millón y medio de niños y adolescentes entre los 5 y los 17 años, en Guanajuato sólo 325,037 reciben una beca o algún otro apoyo del gobierno, frente a 1,143,513 que no recibía ningún apoyo; es decir, apenas el 22.1% del total cuenta con algún programa de asistencia, lo cual, en una entidad en la que CONEVAL contabilizó a más de 900 mil personas en pobreza alimentaria en 2005, resulta a todas luces insuficiente.
Así, de acuerdo con la ENOE 2007, en ese año había en Guanajuato 199,962 menores entre 5 y 17 años que estaban ocupados, es decir, el 13.61% de las niñas y niños en ese rango de edad trabajaban en la entidad, porcentaje superior a la media nacional, que es el ya de por sí alto 12.48% mencionado arriba.
Debe señalarse que de la población trabajadora entre los 5 y los 17 años, 133,749 eran hombres y 66,213 eran mujeres. Asimismo, del total de la población ocupada 140,145 tenían entre 14 y 17 años, mientras que 59,817 tenían entre 5 y 13 años, edad en la que la Ley prohíbe, en los términos en que ya se señaló, el trabajo infantil.
Debe destacarse que del total del trabajo infantil, 29.9% está siendo desarrollado precisamente en condiciones de ilegalidad y franca violación de los derechos de los niños, lo cual debe erradicarse en lo inmediato.
De los más de 199 mil niños y niñas que trabajan en la entidad, más de la mitad, es decir, 100,813 no asisten a la escuela, los cuales representan a más del 50% del total de niñas y niños que se ven privados de su derecho a la educación en la entidad.
Este dato por sí mismo constituye una verdadera tragedia que no tiene razón de ser en una entidad con los recursos con los que cuenta Guanajuato.
A lo anterior debe agregarse que del total de las niñas y niños de 5 a 17 años que trabajan, 57,412 no tenían ningún tipo de instrucción o tenían la primaria incompleta; 85,097 más habían concluido la primaria, pero tenían estudios incompletos de secundaria; y sólo 57,453 habían concluido la secundaria o más.
De los niños trabajadores, 36,351 se encontraban ocupados en el sector primario; 61,861 más estaban en el sector secundario, y 96,348 en el sector terciario de la economía.
Destaca sobre todo la intensidad de la jornada laboral, pues 85,049 de las niñas y niños trabajadores tenían ocupaciones de 35 horas o más; 87,159 tenían jornadas menores de 35 horas, y el resto no tenía ocupaciones con horarios fijos.
Por otro lado, es pertinente destacar que los datos confirman lo que he venido señalando en numerosos artículos: que las niñas, niños y adolescentes, son quienes de manera mucho más aguda viven la pobreza; así, de los 199,962 menores de 17 años que trabajaban en la entidad, 61,351 (30.68%) no reciben ingresos por su trabajo; otros 56,505 recibían un salario mínimo o menos (28.25%); y el resto, 78,131 recibía ingresos mayores de 1 salario mínimo pero en casi todos los casos no mayores de 2. En resumen, 58.9% de las niñas y niños trabajadores recibían menos de un salario mínimo o definitivamente o recibieron ingresos por su trabajo.
Debe señalarse que en Guanajuato hay poco más de 140 mil hogares en los que el jefe o jefa del hogar se encuentra desocupado; y es en esos hogares en donde es altamente probable que se encuentre la mayoría de los casi 200 mil niños, niñas y adolescentes que trabajan.
Estas cifras son tremendamente graves. Y no hay ninguna exageración en afirmarlo así. Se trata de una ruptura ética mayor que las niñas y los niños de Guanajuato, en lugar de encontrarse disfrutando de sus derechos sociales y humanos, se vean obligados a salir de sus hogares a poner en riesgo su integridad física, así como en muchas ocasiones, el libre desarrollo de su personalidad.
El trabajo infantil es inaceptable en todos los casos. Y ahora que se cuenta con datos de 2007, es de esperarse que el gobierno reaccione con responsabilidad, porque ante estas cifras, no hay modo que argumenten, como lo han hecho cínicamente hasta ahora, que no es "su responsabilidad", pues las cifras no corresponden a las fechas de su administración, como si hasta ahora hubiesen tenido bastantes logros.
El hecho de que más del 13% de las niñas, niños y adolescentes entre 5 y 17 años trabajen, constituye un dato brutal, porque es síntoma de cómo la pobreza no ha disminuido; y de cómo el trabajo infantil, que constituye una verdadera atrocidad, sigue sirviendo a los gobiernos para "maquillar" las cifras del hambre y la pobreza pues, si se quitara el ingreso que aportan estas niñas y niños a sus hogares, los porcentajes de pobreza calculados hasta ahora crecerían de manera importante.
Es hora de transformar las cosas; es de esperarse que la sociedad civil; los académicos, la iniciativa privada y todos, actuemos y exijamos que esta realidad cruel termine ya y e una vez por todas.
Si no lo hacemos Guanajuato continuará siendo, lamentablemente, un lugar inapropiado para los niños.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Uriangato, tan cerca ... y tan lejos de Moroleón

Por: Saúl Arellano, Lunes, 24 de Noviembre de 2008
Viaje al centro de la desigualdad (La cuestión social en Uriangato)

A Uriangato le fue concedido el título de Ciudad por el Congreso del Estado en el año de 1951. De acuerdo con los datos de INEGI, en 2005 tenía una población de 53,077 habitantes, de los cuales, 25,128 eran hombres y 27,949 eran mujeres, lo que se expresó en un índice de masculinidad de 89.9 hombres por cada 100 mujeres, indicador que está por debajo de la media estatal.
Asimismo, la tasa de crecimiento del municipio es de apenas 0.05% anual, lo que permite prever un proceso de disminución demográfico gradual para los próximos años.
En efecto, CONAPO calculaba en 2005 una población de 53,668 personas, mientras que para 2012 la calculó en 49,706 habitantes, una reducción de 3,906 personas, que representarían, de confirmarse los datos, un 7.2% menos población en sólo 7 años.
De la población esperada para 2012, 23,353 serían hombres y 26,353 mujeres, lo que implicaría una disminución de la tasa de masculinidad a 88.6 hombres por cada 100 mujeres.
En Uriangato la migración es una constante. Ya en el año 2000 CONAPO lo había identificado como un municipio con la Alta Intensidad Migratoria, pues más del 10% de los hogares eran receptores de remesas y una proporción similar tenía a familiares directos viviendo en los Estados Unidos.
En 2005, la población de Uriangato estaba integrada en 13,096 hogares, de los cuales 10,162 (77.6%) eran de jefatura masculina, y 2,934 tenían jefatura femenina (22.4%).
Del total de los hogares, 4,611 tenían 5 miembros o más, en los que se concentraban, 26,985 personas, es decir, 50.8% de la población agregada en este tipo de hogares.
Esto se reflejó en 2005 en un alto hacinamiento, pues la población de Uriangato se distribuyó en 12,338 viviendas, de las cuales, 9,643 tenían 4 o menos cuartos. Así, del total de viviendas, 4,826 tenían 5 habitantes o más; esto es, 29,281 personas concentradas en viviendas con 5 o más ocupantes, lo que representa al 55.18% de la población en este tipo de viviendas.
LA POBREZA
Aun cuando Uriangato es uno de los municipios con menor porcentaje de población en pobreza en la entidad, destaca el hecho de que su situación contrasta de manera importante con la que en 2005 se encontró para el Municipio de Moroleón.
La comparación es inevitable porque sus cabeceras municipales constituyen una sola mancha urbana, lo que haría suponer que los indicadores sociales, para una y otra, deberían ser en extremo similares.Así, mientras que en Moroleón el porcentaje de pobreza alimentaria fue de 9.5%, para Uriangato fue de 11.6%; con el agregado de que en este municipio la población es mayor.
De este modo, el número de pobres extremos en Uriangato fue de 6,156 personas, es decir, 1,715 personas más en pobreza extrema que en Moroleón.
Por otro lado, al comparar a la población en pobreza de capacidades, se encuentra que en Moroleón el porcentaje fue de 16.1% de sus habitantes, esto es, 7,526 personas, mientras que en Uriangato el porcentaje fue de 19.9%, es decir, 10,562 personas, 3 mil más que en Moroleón en esta condición de pobreza.
Finalmente, en lo que respecta a la pobreza de patrimonio, en Moroleón fue de 42.6%, lo que equivale a 19,915 personas; mientras que en Uriangato la pobreza de patrimonio llegó a 50.4%, esto es, 26,750 personas, 6,835 más pobres que en su vecino.
Esto se explica, en parte, porque mientras que en Moroleón el ingreso per capita anual fue en 2005 de 11,514 dólares, en Uriangato llegó apenas a 9,269. Asimismo, esto coincide con la diferencia en los rangos de población ocupada que perciben 2 salarios mínimos o menos, pues mientras que en Moroleón la proporción fue del 40%, en Uriangato llegó casi al 45%.
LA MARGINACIÓN
Uriangato debiera ser un municipio con "Muy bajo Grado de marginación"; sin embargo, su clasificación en 2005 fue de "bajo grado", pues influyó en este indicador el alto nivel de hacinamiento ya señalado, así como un 4.4% de las viviendas con piso de tierra, así como un bajo, pero significativo 2.5% de viviendas sin drenaje la mayoría ubicadas en el ámbito rural.
Así, de las 24 localidades que conforman al municipio, ninguna fue clasificada en 2005 como de "muy alta marginación"; 9 fueron clasificadas como de "Alto grado de marginación"; 5 de "grado medio"; otras 5 de "bajo grado" y; 5 más de "muy bajo grado".
EL DESARROLLO HUMANO
Uriangato es uno de los municipios con mayor grado de desarrollo humano en la entidad; ocupa el 8o. lugar, por debajo de San Francisco del Rincón y por arriba de Villagrán.
Sin embargo, la comparación con Moroleón es una vez más obligada.
Así, es inaceptable que Uriangato tenga, aun con las condiciones de urbanización con que cuenta, una tasa de analfabetismo mayor a la de la media nacional, pues en 2005 en el municipio fue de 9.56% de la población mayor de 15 años, esto es, 3,485 personas que no sabían leer ni escribir, y de las cuales 1,352 eran hombres y 2,133 eran mujeres.
En Moroleón el porcentaje fue similar a la media nacional, y en números absolutos fue equivalente a 2,932 personas.
A lo anterior se debe agregar los 162 niñas y niños entre los 8 y los 14 años que no sabían leer ni escribir (frente a 104 de Moroleón); así como el 8.28% de las niñas y niños de 6 a 11 años que no asistían a la escuela (frente a un 6.42% de Moroleón).
Así, tanto CONAPO como CONEVAL identificaron que en 2005, el 34.37% de la población mayor de 15 años de este municipio no había concluido los estudios de educación primaria; y que el 68.39% de este mismo grupo de población no había concluido aún los estudios de la educación básica completa (frente a porcentajes en Moroleón de 29.6 y 61.1% en los indicadores señalados).Todo lo anterior se refleja en el grado promedio de escolaridad obtenido, pues mientras que para Uriangato fue en el 2005 de sólo 6.32 grados, para Moroleón el promedio superó los 7.07 grados; esto constituye una paradoja mayor, pues significa que las personas en Uriangato, viviendo literalmente sólo a unos metros de Moroleón, tenían en 2005 como esperanza promedio de estudios, medio ciclo escolar menos que el de sus vecinos.
En materia de salud, en lo que se refiere a la tasa de mortalidad infantil, en Uriangato se logró reducir a 13.87 muertes cada mil nacidos vivos, tasa que mejora a la media estatal, pero que una vez más, comparada con Moroleón, implica 2 muertes más por cada mil nacidos vivos, cada año.
Todo esto explica por qué aun cuando este municipio mejoró ligeramente su IDH, en su posición relativa a nivel nacional cayó en varios lugares pues pasó del lugar 395 a nivel nacional, al lugar 432, mientras que su vecino, aun cuando no avanzó, al menos logró mantenerse en la posición 186 entre el año 2000 y 2005.
CONCLUSIONES
Si en algún lugar se percibe la tremenda distorsión y calidad de las políticas públicas que hay en la entidad y entre los municipios, es precisamente en la zona metropolitana formada por Moroleón y Uriangato.
Las disparidades existentes entre los municipios son muy significativas, y al mismo tiempo inaceptables, por la injusticia que representa en términos de tener mayores probabilidades de ser pobre o de morir antes de cumplir un año, por pertenecer a un municipio o a otro, estando prácticamente en la misma unidad territorial.
Las metas sociales que se han planteado a lo largo de este "Viaje al centro de la desigualdad" son perfectamente homologables en estos dos municipios. Lo que se requiere en esa lógica es coordinación y trabajo conjunto entre las autoridades, lo cual se percibe más que imposible, cuando las prioridades de ambos alcaldes parecen estar más bien en una disputa ridícula y enfermiza por una calle.
El potencial económico y social de esta zona metropolitana es mayúsculo. Sin embargo, en los índices de competitividad en los que ha sido incluida, aparece como una de las peores para invertir en el país, así como una de las que ofrece menor competitividad.
Esto podría mejorarse con inteligencia y otras políticas sociales y económicas, lo cual, ante la postura del gobierno estatal, así como de los dos municipios, se ve muy difícil que ocurra en el corto plazo.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Nos habían saqueado, y ya nos volvieron a saquear. Periódico La Crónica

Por: Saúl Arellano Opinión
Domingo 23 de Noviembre de 2008 Hora de publicación: 00:07
http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=399692

No hay nada peor, como diría el clásico del Bajío, José Alfredo Jiménez, que “tropezar de nuevo, y lo peor, con la misma piedra”. Esta puede ser la más breve explicación de la gran tragedia económica que estamos presenciando y que poco a poco comienza a llegarnos como un viento frío que pronto comenzará a sentirse en su verdadera magnitud de huracán.El pasado 8 de junio de este año, escribí aquí en Crónica el artículo titulado “Lo que nos faltaba, hay más pobres”, mismo que incluso fue retomado en el Senado de la República como parte de una Exposición de Motivos para reformar al artículo 25 constitucional. El 24 de agosto volví sobre el mismo tema aquí en Crónica, con el título “La crisis del hambre no cede”, en el que retomaba algunas de las proyecciones de The Observer, la revista del New York Times, en la que junto con la FAO, se estimaba que en el mundo podría incrementarse hasta en 100 millones el número de hambrientos, de los cuales, tomando como referencia las estadísticas sobre ingreso y población tanto de Conapo como de INEGI, era esperable que en nuestro país el incremento fuera de hasta un millón más de pobres alimentarios, y quizá cuatro millones más de pobres de patrimonio.En estos y en otros artículos había señalado que era indispensable revisar el papel de las instituciones y de los mecanismos tanto de distribución del ingreso, como en materia de regulación y control del Estado sobre la economía. Las reacciones no se hicieron esperar y recibí de algunos funcionarios comentarios en los que se me acusaba de “catastrofista”, “pesimista” y obvio, de ser un “crítico sin fundamentos del gobierno”.Es lamentable tener que llegar al “se los dijimos”; pero en este caso es inevitable sostenerlo. Fuimos muchos los que advertimos que la crisis en Estados Unidos de Norteamérica venía con todo, y que desestabilizaría radicalmente a la economía global. En Hacienda se empecinaron en decirnos que era una ligera gripe; después se pasó a la “teoría del contagio leve”, y ahora, el titular de la dependencia nos advierte, casi en tono de profeta, que esta es la peor crisis económica de la era moderna, pues puede rebasar en consecuencias a la crisis de 1929 (¡¿de verdad?!).En la Sedesol ocurrieron cosas similares. Primero se nos dijo que el gobierno estaba preparado por si los emigrantes regresaban; luego se nos dijo que lamentablemente las medidas que se implementaran serían insuficientes, y después se llegó a la propuesta insólita, en boca del titular de la dependencia, de promover la engorda masiva de gallinas y puercos para contener la crisis.La Secretaría de Economía ha brillado por su ausencia en este debate, y la Secretaría del Trabajo igualmente, en voz de su titular, nos anunció que “faltaba más”, aquí habríamos de generar los empleos que se requerirían para recibir a los paisanos que perdieran sus puestos de labor en Estados Unidos; la pregunta es ¿y por qué no se habían creado antes, para evitar que arriesgaran la vida al irse?En medio de todo esto, la Vicepresidencia Económica en que se ha convertido la SHCP, como lo ha sostenido reiteradamente Rolando Cordera, hizo caso omiso de todos sus críticos y se limitó a mal regular incluso las subastas de dólares de nuestras ahora mermadas “súper reservas”, gracias a la codicia e impudicia tanto de los funcionarios que autorizaron el “ataque especulativo” contra el Peso, como de las empresas que bajo la lógica de “a río revuelto …”, quisieron hacer negocios a costa de la estabilidad financiera y económica del país.En lugar de confrontar a los especuladores; en lugar de revisar y de modificar las normas sobre las que funciona el capital en México, la mayoría de los funcionarios continúan actuando como si fuesen sólo “gerentes del sector público” el que, en consecuencia, pareciera dedicado a la administración y protección de los intereses de los privados.Gran lección la que tuvimos esta semana a través de la comparecencia ante el Senado norteamericano de los presidentes de las tres compañías automotrices más importantes de aquel país, y obviamente, de las más poderosas del mundo: General Motors, Ford y Chrysler, representadas por sus presidentes, solicitando al Congreso la nada despreciable suma de 25 mil millones de dólares para “rescatar” a estas empresas de una posible quiebra y extinción.La lección no consiste, sin embargo, en la petición de aquella suma; sino antes bien en el tono y la posición asumida por el senador, Harry Reid, líder del Senado, quien junto con Nancy Pelosi, líder de la Cámara de Representantes, fueron sumamente enfáticos en su advertencia: “si no nos muestran un plan integral de rescate, no de sus empresas, sino del sector automotriz, en correspondencia nosotros no les mostraremos el dinero”. Además, con un plazo límite: el próximo martes 25 de noviembre, el cual puede significar la fecha de la transformación del mercado mundial de los automóviles, si es que efectivamente las compañías no construyen y presentan un plan integral.Esta posición de los representantes norteamericanos no sería concebible si no fuera por el sistema democrático que rige en aquel país, aún con las críticas que ha recibido y las sin duda necesarias reformas que requiere llevar a cabo para modernizarse. Esto es así, porque los representantes tienen claro que su posición se la deben al ciudadano y no están dispuestos a pagar el costo de darle la espalda a los votantes al utilizar el dinero de los impuestos en el rescate de empresarios que, por irresponsables o codiciosos, han puesto al borde de la ruina a sus empresas y en una severa crisis a todo el planeta.Sería difícil ver que los legisladores en nuestro país asumieran una posición así; primera porque el Senado no tiene la facultad de investigar y citar a comparecer a los privados; y segundo, porque la historia reciente nos ha enseñado que muchos legisladores le deben sus cargos, no a la ciudadanía, sino a una camarilla de intereses ante los cuales responden y obedecen.Así las cosas, nos enteramos también esta semana de que las administraciones de las Afores han ganado mucho dinero, mientras que muchos de los trabajadores afiliados en ellas han perdido una buena parte de su patrimonio como resultado de la crisis. Con este tema, se vuelve un vez más a la cuestión de fondo: las instancias de regulación económica de este país han sido usurpadas por instancias privadas, y así no habrá reforma posible que nos lleve a un sistema económico de competencia justa sí, pero también de distribución de competencias y responsabilidades teniendo como fin último la protección de los intereses ciudadanos.En 1982 se “oficializó el saqueo”. En 1997 el Fobaproa hizo legal otro “atraco monumental” a las arcas nacionales. Hoy, pueden darse cuantos ataques especulativos se quieran, los bancos pueden seguir cobrando altísimas comisiones; pueden seguir existiendo monopolios; puede seguirse sacando dinero de las arcas públicas con toda impunidad y las Afores pueden seguir atentando en contra de los intereses de los trabajadores, al fin y al cabo no hay ningún empacho de las autoridades en salir a decirnos, casi ingenuamente que el robo a los dineros públicos fue simplemente legal.Hay que insistir en que si bien la crisis es económica, muchos de sus orígenes están en una profunda crisis ética y política. A dos años del Bicentenario y del Centenario de nuestra Independencia y nuestra Revolución, es lamentable la actitud histórica que estamos asumiendo: ante la impunidad, la sumisión; ante la desvergüenza de la mayoría de los políticos, el silencio. Es momento de renunciar a esta tragedia que pareciera nos gusta protagonizar, y resistirnos a que mañana nos digan una vez más: “lo sentimos, ya nos volvieron a saquear”.

http://saularellano.blogspot.com

lunes, 17 de noviembre de 2008

Tierra Blanca: el peor lugar para los niños. Periódico El Correo

Por: Saúl Arellano, Lunes, 17 de Noviembre de 2008


Este municipio fue fundado originalmente como Villa en 1536, con el nombre de Santo Tomás de Tierra Blanca. Actualmente limita con los Municipios de Santa Catarina, San José Iturbide, Victoria y Doctor Mora, así como con el estado de Querétaro. Según los datos del Conteo de Población y Vivienda, 2005, este municipio tenía en esa fecha una población de 16,136 habitantes, de los cuales 7,731 eran hombres y 8,405 mujeres, por lo que su índice de masculinidad se situó en 92.0 hombres por cada 100 mujeres; índice ligeramente superior a la media estatal, lo cual constituye una excepción entre los municipios del noreste de la entidad. Destaca el hecho que, debido a esta tasa de crecimiento, la población del municipio es mayoritariamente infantil, pues el 40.8% de ella tenía menos de 14 años de edad en el 2005.
Así, al revés de lo que ocurre en prácticamente toda la entidad, la población de Tierra Blanca seguirá creciendo para llegar, de acuerdo con las proyecciones de población de CONAPO a 18,122 habitantes en 2012, de los cuales se estima que 8,568 serán hombres y 9,554 mujeres, esto es, un índice de masculinidad de 89.6, un descenso importante con respecto al 2005, considerando que la tasa de crecimiento de la población es casi del doble que la media nacional.
Según los datos de INEGI, esta población se agregaba en 2005 en 3,168 hogares, de los cuáles 2,530 estaban jefaturados por un hombre y 638 por una mujer (20%), uno de los porcentajes de hogares con jefatura femenina más bajo de la entidad.
De estos hogares, 1,695 (53%) tenían 5 miembros o más, lo que significa que 11,524 personas vivían integradas en hogares con 5 o más miembros, esto es 71.4% de la población.
Destaca sobre todo que 3,384 personas vivían en hogares de 9 o más miembros, lo que muestra el norme hacinamiento que se vive en el municipio.
Esto se refleja sobre todo en el hecho de que estos hogares vivían en 3,069 viviendas, de las cuales sólo 277 disponían de 5 o más cuartos, mientras que en contraste, 304 tenían un solo cuarto; 925 dos cuartos; y 1,053 (34%), tres cuartos, y de las cuales en al menos 152 había 9 o más habitantes.
LA POBREZA
Tierra Blanca es el tercer municipio con mayor porcentaje de población en pobreza. El 50.9% de su población en 2005 padecía pobreza alimentaria, es decir, 8,100 personas en situación de hambre.
Asimismo, según los datos del CONEVAL, el 59% de la población vivía en pobreza de capacidades, lo que equivale a 9,584 personas; y sorprendentemente, el 77.3% de la población, es decir, 3 de cada 4 personas vivían en pobreza de patrimonio, lo que en números absolutos es equivalente a 12,489 personas pobres en el municipio.Tierra Blanca es uno de los municipios en donde se confirma la tesis del PNUD, en el sentido de que a los más pobres no les queda ni como opción migrar; lo que en efecto se percibe en el Índice de Intensidad migratoria en donde, comparado con el resto de los municipios de la entidad, Tierra Blanca aparece como un municipio de migración media, pues en el año 2000 sólo el 3.87% de los hogares del municipio recibían remesas.
Así pues, se confirma que los pobres no tienen ni siquiera el escape de la migración.
LA MARGINACIÓN
Tierra Blanca contaba en 2005 con 60 localidades de las cuales 21 fueron catalogadas por CONAPO como de "Muy Alta Marginación", con una población de 829 personas; 37 localidades más en "Alta marginación, en las que vivían 12,780 personas, y 2 localidades más de "Marginación media".
Con base en estos indicadores, Tierra Blanca es junto con Atarjea y Santa Catarina, los únicos municipios de la entidad sin ninguna localidad de Baja o Muy Baja Marginación en 2005.
Sin embargo, debe señalarse que desde esta perspectiva, Tierra Blanca es de estos tres municipios, el que mayor proporción de personas marginadas tiene en la entidad.
Estos niveles de marginación implican que Tierra Blanca tenía en 2005 un 43.4% de personas sin drenaje en sus viviendas; un 11.25% carecía de servicios de energía eléctrica; el 19.24% carecía de agua entubada al interior de su vivienda y el 30% de su población habitaba en viviendas con piso de tierra.
Lo más destacado de este municipio es que en 2005 presentó el mayor porcentaje de personas hacinadas en la entidad, pues el 63% de sus viviendas presentó esta condición.
Asimismo, vale la pena destacar que Tierra Blanca es uno de los 10 municipios del estado que tienen al 100% de su población en localidades de menos de 5 mil habitantes, y en ese sentido, es sólo después de Victoria, el municipio con mayor proporción de personas en esta condición a nivel estatal.
En general, debe destacarse que en 2005 Tierra Blanca se situó como el cuarto peor lugar estatal en marginación.
EL DESARROLLO HUMANO
Los indicadores de Tierra Blanca en materia de desarrollo humano no son muy alentadores; en efecto, en lo que se refiere al cumplimiento del derecho a la educación en el municipio, en 2005 presentó un 25.9% de personas mayores de 15 años analfabetas, ocupando el segundo peor lugar en este indicador en el estado, sólo por arriba de Santa Catarina, en donde en ese año fue superior al 29%.
Esto significa que en ese año, de los más de 9 mil personas mayores de 15 años, 2,468 no sabían leer ni escribir, de los cuales 923 eran hombres y 1,545 mujeres.
Asimismo, el 41.47% de la población mayor de 15 años no había concluido en 2005 sus estudios de educación primaria, esto es, 3,983 personas; asimismo, el CONEVAL reportó que el 69.43% de la población mayor de 15 años no había completado sus estudios de educación secundaria, esto es, 6,620 personas. Por otro lado, INEGI contabilizó que el 6.69% de las niñas y niños de 6 a 11 años de edad no asistían a la escuela, lo que se tradujo en ese mismo año en una cifra de 101 niñas y niños que se vieron privados de su derecho a la educación, además de 366 niñas y niños de 6 a 14 años que no sabían leer ni escribir.
Como resultado en Tierra Blanca se tuvo un promedio de escolaridad de 5.43 grados cursados por persona.
En materia de salud, Tierra Blanca presenta un negro panorama para sus niñas y niños pues registró en 2005 la peor tasa de mortalidad infantil, la cual no sólo no se redujo entre el 2000 y ese año, sino que tuvo un ligero incremento lo cual significa un mayor número de muertes infantiles, tanto en términos porcentuales como absolutos.
Así, la tasa en cuestión pasó de 38.13 muertes por cada mil nacidos vivos en el año 2000, a 38.54 en 2005. Comparada a nivel internacional, esta tasa es similar a la que presentó Iraq en el año 2006, aún en medio de la guerra que vive.
En términos de desigualdad de ingresos, en Tierra Blanca los hombres percibieron en 2005 un promedio per capita de 7,492 dólares, mientras que el ingreso de las mujeres llegó a sólo 2,224 dólares.
Esto implica una desigualdad de 3.36 veces más ingresos para los hombres que para las mujeres.
Como resultado de todo lo anterior, Tierra Blanca se mantuvo como el segundo peor municipio de la entidad en IDH y permanece dentro de los peores 500 a nivel nacional en cuanto al desarrollo humano se refiere.
CONCLUSIONES
La muerte de niñas y niños por causas prevenibles es una vergüenza para cualquier sociedad. Más aún para una entidad con las capacidades que tiene Guanajuato. Lo que cuesta uno de los "puentes inútiles" construidos en León, hubiera alcanzado para reducir, al menos a la mitad, la tasa de mortalidad infantil de un municipio como Tierra Blanca, lo cual es muestra de que al Gobierno del estado le siguen interesando más las "obras de relumbrón" que salvar la vida de niñas y niños pobres.Los indicadores educativos y de marginación en el municipio son de pena; y a estas alturas el "argumento" de la dispersión poblacional ha dejado de ser válido si se consideran las capacidades tecnológicas que existen.
No hay argumento por el que se pueda justificar la desigualdad, el atraso y el olvido en que vive un municipio como Tierra Blanca.
UNICEF sostiene que el lugar que se le da a los niños en la política pública es la mejor evidencia de las prioridades y valores de los gobiernos. En ese sentido, el Director General de la FAO sostiene que dejar morir a niñas y niños por enfermedades curables o por hambre, debería ser considerado como un homicidio imprudencial; habría que ver lo que opinan los funcionarios responsables.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Tarimoro: la tragedia dle bosque y la selva. Periódico Correo

Por: Saúl Arellano, Lunes, 10 de Noviembre de 2008
(La cuestión social en Tarimoro)
http://www.correo-gto.com.mx/notas.asp?id=92161

INTRODUCCIÓN:

Tarimoro significa en lengua tarasca "lugar de sauces". Fue fundado como una "comunidad de indios" en 1563. En 1910 le fue cambiado el nombre a Ciudad Obregón González, que eran los apellidos del gobernador del estado, y concluida la Revolución le fue restituido su nombre original mediante Decreto del Congreso del Estado.
Actualmente limita con los municipios de Celaya, Jerécuaro, Apaseo el Alto, Acámbaro y Cortazar
Tarimoro es de las pocas zonas geográficas de la entidad (si no es que la única) con presencia de selva y bosque, la cual se ha reducido, de constituir más del 60% de su territorio en el año 1900, a menos del 11% en el 2000.
Esto se debe fundamentalmente a las nulas políticas de protección ambiental, y su necesaria vinculación con la política agropecuaria a fin de proteger a la ya prácticamente inexistente fauna local, entre la que destacaban, entre otras especies los ciervos, los venados, los linces y los tigrillos.
En lo que respecta a su demografía, de acuerdo con INEGI, en 2005 el municipio tenía una población de 33,014 habitantes, de los cuales 15,113 eran hombres y 17,901 mujeres, lo que se tradujo en un índice de masculinidad de 84.4 hombres por cada 100 mujeres.Asimismo, Tarimoro presentó la tercera tasa más alta de decrecimiento poblacional en la entidad, sólo por debajo de Jerécuaro y Yuriria.


Este nivel de decrecimiento es ratificado por CONAPO, cuyas proyecciones estiman una pérdida de aproximadamente 800 habitantes cada año a partir del 2005. Según este organismo, el municipio pasaría de una población de 33,986 pobladores, a 28,375 en 2012, lo que da una pérdida acumulada de 5,611 personas en 7 años, equivalente al 16.5% de la población; del total de personas que habitarán el municipio en 2012, se espera que 12,822 serán hombres y que 15,553 serán mujeres, lo que reducirá su índice de masculinidad a sólo 82.4 hombres por cada 100 mujeres.
Así, la población de este municipio sea agrupaba en 2005 en un total de 8,267 hogares, lo que daba un promedio de 4.11 integrantes. Es pertinente destacar además que del total de los hogares, 5,987 eran jefaturados (72.4%) por hombres y 2,280 por mujeres (27.6%).
Del total de hogares, 2,948 reportaron tener 5 o más miembros, y en total en ellos se agregaba a un total de 15,978 personas, es decir, un 47% de la población se concentró en hogares de 5 integrantes o más.
Estos hogares vivían en 7,905 viviendas, lo que daba un promedio de 4.17 habitantes, aunque debe señalarse que del total de las viviendas, 6,579 tenían 4 cuartos o menos, lo que habla de un alto nivel de hacinamiento, lo cual se ratifica en los índices de marginación elaborados por CONAPO.
LA POBREZA
Las actividades en este municipio se encuentran principalmente en el sector primario, lo que se refleja en los niveles y porcentajes de pobreza de la población. En 2005, CONEVAL estimó que el 25.9% de la población (1 de cada cuatro tarimorenses) se encontraba en pobreza alimentaria.
Asimismo, el propio organismo estimó que un 33.7% de los habitantes del municipio se encontraban en situación de pobreza de capacidades, y que un 56.1% vivía en condiciones de pobreza de patrimonio.
A lo anterior debe agregarse que Tarimoro es uno de los municipios clasificados desde el año 2000 como de "Muy alta" intensidad migratoria, pues el 20.91% de los hogares en ese año recibían remesas de los Estados Unidos de Norteamérica, porcentaje que seguramente se vio incrementado en los últimos 8 años.
LA MARGINACIÓN
Tarimoro contaba en 2005 con 49 localidades. De acuerdo con el Índice de marginación de CONAPO, ninguna de éstas fue clasificada como de "Muy alta marginación"; 25 se encontraban sin embargo en "Alta marginación", en las cuales habitaban 6,414 personas; 15 localidades fueron clasificadas como de "grado medio" de marginación; 7 de "bajo grado" y sólo 2, de "muy bajo grado en las que habitaban 199 personas.
En lo general, aún cuando Tarimoro fue catalogado como un municipio de marginación media, en ese año el 10% de su población, es decir, más de 3 mil personas carecían de drenaje; el 9.93% habitaba en viviendas con piso de tierra; y más del 41% vivía en casas con hacinamiento.
Asimismo, los indicadores de marginación permiten corroborar la enorme pobreza del municipio pues, de la población ocupada en el año de referencia, el 59.36% de percibía menos de 2 salarios mínimos; y otro 67.29% de la población habitaba en localidades de menos de 5 mil habitantes, esto es, en localidades en las que las oportunidades de tener un empleo digno son mucho más reducidas.
EL DESARROLLO HUMANO
Los indicadores relativos al desarrollo humano mantenían en 2005 altos niveles de rezago. Mientras que en todo el país se avanza en materia educativa, en Tarimoro los progresos son sumamente lentos.
En el año 2005, el 17.48% de la población mayor de 15 años era analfabeta, porcentaje que representa al doble del promedio nacional; Esto implica que en ese año había 3,920 personas mayores de 15 años que no sabían leer ni escribir, de las cuales 1,779 eran hombres y 2,141 mujeres.
Por otro lado, de acuerdo con CONAPO, un 44.66% de ese mismo grupo de población no había concluido los estudios de educación primaria; adicionalmente, 105 niñas y niños entre los 6 y los 11 años no asistían a la escuela primaria, mientras que otros 170 infantes entre los 8 y los 14 años no sabían leer ni escribir, y de los cuales 120 eran hombres y 50 eran mujeres.


Finalmente, es preciso señalar que de acuerdo con el Índice de Rezago Social elaborado por el CONEVAL, el 70.39% de la población mayor de 15 años no había concluido en 2005 estudios de educación básica completa (primaria y secundaria).
Con estos datos, en 2005 el promedio de grados de escolaridad cursados en Tarimoro fue de sólo 5.41, un promedio inferior al alcanzado en ese mismo año en promedio en los estados de Chiapas y Oaxaca.
Uno de los principales rezagos del municipio se encuentra en su incapacidad mostrada entre el año 2000 y el 2005 para reducir su tasa de mortalidad infantil, pues en ese periodo apenas pasó de 27.91 muertes por cada mil nacidos vivos a una tasa de 25.08, lo que implica todavía un número importante de niñas y niños que mueren por enfermedades completamente prevenibles o curables.
Esta tasa de mortalidad infantil fue similar a la que presentó en 2005 un país como Líbano, en el que debe considerarse que en ese año había un conflicto militar en desarrollo.
Por otro lado, debe destacarse que la desigualdad entre hombres y mujeres no es la excepción en el municipio pues mientras que el promedio anual de ingresos en 2005 para los hombres en el municipio fue de 9,090 dólares, para las mujeres fue de sólo 2,362 dólares al año, esto es, 3.84 veces menos ingresos.
Como resultado de todo lo anterior, Tarimoro es otro de los municipios que presentó una drástica caída en su posición relativa a nivel nacional en el Índice del Desarrollo Humano, pues pasó del lugar 1,060 en el año 2000, al 1,465 en 2005, lo cual lo aproximó dramáticamente al grupo de los mil más rezagados del país.
CONCLUSIONES
Los municipios que restan por analizar en esta serie del "Viaje al centro de la desigualdad" presentan elementos para criticar severamente a la política agropecuaria de la entidad.
No hay una vinculación adecuada para garantizar un medio ambiente sustentable, como ocurre en Tarimoro, en donde las proyecciones indican que de seguir las tendencias actuales, en 20 años se habrán agotado irreversiblemente el bosque y la selva que aún podrían rescatarse en el municipio.
Al no haber alternativas para el campo, las y los campesinos se ven obligados, o a migrar o a "desmontar" tierras para ampliar sus capacidades productivas, afectando con ello al medio ambiente.


Continuar con una política "divorciada" entre las áreas del medio ambiente y el desarrollo rural y agropecuario, constituye un despropósito mayor que está atentando en contra de uno de nuestros patrimonios más importantes: el equilibrio y la conservación ecológica.
Continuar asumiendo como hasta ahora, que la política de desarrollo agropecuario consiste en sólo administrar –además de que lo hacen mal- programas como Procampo, o Alianza para el Campo, que aún con las reformas a sus reglas de operación continúan beneficiando a quienes más tienen, es una apuesta por el absurdo que puede llevar a la entidad a mayores dramas personales y familiares por la persistencia de la pobreza y la desigualdad que afectan fundamentalmente a los campesinos y pequeños productores más pobres de las zonas rurales de este municipio y en general, de toda la entidad.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Cómo ganar la guerra de las ideas. Periódico La Crónica

Por: Saúl Arellano Opinión
Domingo 9 de Noviembre de 2008 Hora de publicación: 01:52
http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=396680

En medio de escándalos de corrupción, de sospechas de todo tipo, de calumnias y difamaciones impunes, de líderes sindicales que pueden comprar relojes de miles de dólares, de profesores interesados en todo excepto en cumplir con su misión pedagógica, es obligado preguntarnos como sociedad: ¿Cuáles son las ideas en disputa? ¿Cuáles son los proyectos de país que están confrontándose y en función de ello, a quién representa cada quién al interior de los partidos políticos?Poner en tensión dos ideas sin duda constituye un acto de “batalla”. En efecto, desde el punto de vista de la filosofía del lenguaje el enfrentamiento de dos discursos implica necesariamente una agonística, una lucha en la que hay un enfrentamiento entre al menos dos conciencias.Para los griegos, la política era en ese sentido una disputa permanente entre las inteligencias; por ello, a quien no se interesaba o no participaba en la política lo calificaban de “idiota”, es decir, de alguien incapaz de generar ideas políticas o bien, de defenderlas de manera adecuada.Estas consideraciones son importantes porque hoy más que nunca ha quedado claro, de cara a la elección presidencial en los Estados Unidos de Norteamérica, que cuando hay inteligencia pueden construirse proyectos renovadores que por su dimensión tienen la capacidad de impulsar transformaciones estructurales.En el mes de febrero sostuve en este espacio en Crónica que Barack Obama tenía muchas probabilidades de convertirse en el presidente de los Estados Unidos. Mi argumento se basaba en el poder de su discurso, el cual, por primera vez en mucho tiempo, estaba cuestionando no sólo a las políticas y programas de gobierno vigentes, sino al fundamento del actuar político de sus adversarios.Obama recibió descalificaciones personales a lo largo de la precampaña al interior del Partido Demócrata, y posteriormente en su campaña frente al senador Macain. En ambos casos, Obama no recurrió ni al argumento del “mártir” ni mucho menos se enganchó en una estrategia de descalificaciones. Al contrario, diseñó una campaña en la que incrementó la intensidad de su mensaje basado en el llamado a la unidad nacional, en la transformación económica, en la necesidad de una salida rápida de las tropas de aquel país de Irak, y sobre todo, de propiciar una renovación ética en la Casa Blanca.Obama se atrevió a cuestionar al stablishment; lo cual de ningún modo se trata de un asunto menor. Acusó de “cínicos” a los tomadores de decisiones en Washington tras su primera victoria en Iowa, y sobre todo señaló que su movimiento político tenía no como finalidad conquistar la presidencia de los EU, sino transformar al gobierno para generar una “nueva era de prosperidad”.Queda claro que en la lucha presidencial norteamericana se juega mucho más que el espacio en la Casa Blanca. Se trata de un gobierno con una visión y una posición necesariamente mundial y en muchos sentidos determinante de políticas globales en organismos clave como las Naciones Unidas, la OECD o bien, instituciones financieras como el Banco Mundial, el FMI o el BID.Así, lo que se vio a lo largo de la campaña presidencial en los Estados Unidos fue una disputa en la que se puso en juego un debate sobre qué tipo de globalización estaremos viviendo en los próximos cuatro años, al menos.“El medio es el mensaje”, sostiene un viejo paradigma en medios de comunicación. Y en esa lógica, el estilo de la campaña de Obama es en sí mismo un signo de cómo percibe al mundo. En estricto sentido, se trata del primer presidente norteamericano que ha vivido durante periodos considerables fuera de su país y también, en muchos sentidos, el primer presidente que se formó personal y académicamente en un mundo en un proceso de integración global sin precedentes.Desde esta perspectiva, México tiene una ventana de oportunidades abiertas, y estamos ante la posibilidad de generar una visión global desde lo local, capaz de aprovechar a una presidencia norteamericana que aun con los estrechos márgenes de maniobra con que cuenta en el manejo de su política exterior, está en condiciones de incorporar nuevos temas de agenda, entre los cuales México puede ocupar un lugar estratégico, si lo sabemos manejar.Las relaciones internacionales son esencialmente relaciones políticas entre los estados, y México debería estar ya considerando cuál será nuestra estrategia en este nuevo contexto mundial, y con base en ello potenciar las expectativas que incluso el propio presidente Obama debe tener de su administración, y desde esa visión, plantearnos cómo vamos a lograr generar el interés, desde una postura de dignidad, para formar parte de una agenda hemisférica estratégica.En el contexto de la crisis global, México no puede darse el lujo de echar por la borda una vez más otros cuatro años, en una relación que es de la mayor importancia para nuestras posibilidades de desarrollo y para nuestra posición geoestratégica en los años por venir.Ante la caída del muro de Berlín y el fin de la Guerra Fría se asumió en muchos espacios que la disputa ideológica global había terminado. Hoy sabemos que no es así y que de hecho existe una guerra global de las ideas, marcada por definiciones profundas sobre qué le corresponde al Estado y a sus estructuras institucionales, y hasta dónde es posible continuar con la ampliación de las libertades, anteponiendo siempre el interés colectivo a cualquier intento de privilegiar a unos cuantos.Se criticó fuertemente a la administración del saliente presidente Bush por haber centrado su gobierno en el tema de la seguridad interna y global, dejando de lado a las políticas económicas y sociales. El riesgo que vivimos en nuestro país está precisamente en esto: en volver monotemática la agenda pública y asumir que la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado es la única o la más importante.En efecto, mientras más amplia sea la agenda pública del gobierno, mucho más capacidades tendrá de propiciar un debate de altura. Sin embargo, para ello es necesario contar con una agenda precisa sobre qué se quiere lograr, cuáles son las metas a alcanzar en la presente administración y, sobre todo, cuál es la visión de gobierno que se asume desde Los Pinos.Ante la lamentable muerte del secretario de Gobernación, el Ejecutivo se encuentra ante una coyuntura mayor que lo debe llevar a una redefinición de su gobierno. Es claro que con el Partido Acción Nacional no le alcanza; es más que claro que el gabinete con el que cuenta no tiene las dimensiones requeridas para el momento en que vivimos. Y si esto es así, debería ponerse en marcha un proceso de renovación de carteras a fin de incorporar a personalidades que puedan encabezar una verdadera reforma social y económica en nuestro país.En México quedan muchas agendas pendientes y el problema más acuciante que tenemos consiste en que estamos atrapados en una lucha férrea por intereses y posiciones, pero ante lo cual se perciben muy pocas ideas en el escenario político.En la disputa por las ideas que se está dando, y la que viene en los próximos años para lograr lo que hoy se llama la gobernanza en la globalidad, lo peor que podemos hacer es retraernos a una visión aldeana marcada por la mezquindad de los intereses privados o de grupos. Sin duda alguna es momento de dar un vuelco y de debatir con seriedad y profundidad hacia dónde vamos.

jueves, 6 de noviembre de 2008

La Sociedad Civil se Organiza. Entrevista a Saúl Arellano en la Revista Actual, noviembre de 2008

http://www.revistaactual.com.mx/ver.php?articulo=189
Por Pedro Baca

Revista Actual, Noviembre de 2008

A través de unas 8,000 agrupaciones realiza importantísimas tareas, desde asistir a grupos vulnerables hasta aplicar medidas en contra de la inseguridad.
En los últimos meses la sociedad mexicana ha estado muy activa: envió víveres y medicinas a los damnifcados por las inundaciones en Tabasco; organizó foros para frenar la delincuencia y abrió círculos de estudio en Quintana Roo y Morelos para que los niños de esas entidades no pierdan el año escolar por los constantes paros del magisterio.
-Dichos episodios demuestran que está cada vez más interesada en hacerse cargo de sus problemas -opina Saúl Arellano Almanza, director de Investigación del Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo y Asistencia Social (CIEDAS), para quien este ánimo se ha manifestado a lo largo de la historia de México; sin embargo, su verdadero forecimiento data del 19 y 20 de septiembre de 1985, cuando la ciudad de México fue sacudida por dos sismos.
El desastre fue de tal magnitud que rebasó por completo la capacidad de respuesta del gobierno, el que hasta entonces se había ostentado como el principal responsable de la asistencia social. La gente no se quedó de brazos cruzados, tomó la calle y se organizó para rescatar heridos y recuperar cadáveres, así como para reconstruir viviendas, espacios educativos y de salud.
Arellano cree que la sociedad mexicana demostró entonces que había alcanzado cierto grado de madurez y que estaba lista para sacudirse el excesivo tutelaje estatal. -La experiencia de los sismos le hizo darse cuenta de que sus posibilidades de sobrevivir y reponerse aumentan si se mantiene activa.
Entonces surgieron organizaciones de la sociedad civil (osc’s), comúnmente llamadas organizaciones no gubernamentales (ong’s), que se involucraron en la defensa de la ecología (en particular en el Valle de México que registraba preocupantes índices de contaminación); la no discriminación a personas con discapacidad; la transición a la democracia y el combate a la pobreza, mediante políticas y programas que involucraran en su diseño a los presuntos benefciarios.
NUEVAS AGENDAS
En la década de los 90 la agenda de las ong's creció con la reivindicación de derechos de grupos vulnerables de la población (niños, ancianos, mujeres, minorías sexuales, etcétera). Ya no sólo se habló de atender necesidades de estos sectores, sino de incorporarlos plenamente a la sociedad en su conjunto.
A partir de entonces el temario de cada ong se ha vuelto más específco; hoy existen grupos que se ocupan únicamente del derecho de la mujer a una vida sin violencia, o de combatir el abuso sexual a niños. Todo esto ha originado una gama muy rica de organizaciones de la sociedad civil.
Este movimiento social coexiste con otras formas de participación colectiva, como las cajas populares, que permiten el acceso a créditos y servicios bancarios a millones de mexicanos desdeñados por los bancos; también están las cooperativas, cuyos proyectos productivos han acabado con la marginación en comunidades de todo el país.
MOVIMIENTO INCIPIENTE
Actualmente México cuenta con 8,000 ong’s, la mayoría concentradas en el DF, Guadalajara, Monterrey, Puebla, Veracruz y León. Esto representa un gran avance (hace 25 años no llegaban a 100), pero de ninguna manera es lo ideal, sobre todo al revisar lo que ocurre en otras latitudes: en Washington, D.C., cuya población no llega al millón de habitantes, están registradas 12,000. En Portland (Oregon), con 700,000 habitantes, hay unas 10,000. En España, cuya población no equivale ni a la mitad de la de México, existen más de 220,000.
México carece de una cultura del voluntariado. La encuesta nacional sobre capital social, levantada entre 2004 y 2005 por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), determinó que ante la disyuntiva de confar en el prójimo o cuidarse las espaldas, 68% de los encuestados optó por la segunda opción. Es decir, el mexicano desconfía no sólo de la autoridad, sino también del vecino y de los amigos.
Este ejercicio reportó además que 60% de los mexicanos no están dispuestos a trabajar gratuitamente en actividades comunitarias que no le benefcien de manera directa. Ese dato pone en entredicho el espíritu solidario del que tanto presumimos. -Lo somos en momentos de crisis, en coyunturas como la del Teletón, pero no cuando se trata de un compromiso de largo plazo -opina Arellano.
La más reciente Encuesta Nacional de la Juventud, levantada en 2007 reveló que solamente el 25% de los jóvenes mexicanos participa en actividades de benefcio comunitario. La mayoría de quienes no lo hacen lo atribuyeron a que no saben en qué pueden participar. Esto representa una buena oportunidad para revalorar el servicio social y quitarle la etiqueta de trámite engorroso.
VIACRUCIS BUROCRÁTICO
Por otra parte, el país necesita reformar el marco jurídico e institucional que la regula; el sistema vigente no la estimula, más bien la inhibe. Estados Unidos y España cuentan con leyes que otorgan ciertas prerrogativas, por ejemplo, un seguro contra accidentes laborales, a quienes realizan trabajo voluntario. En México hasta los trámites para echar a andar una osc tienen costo (el investigador Arellano calcula que para cubrirlos se necesitan 10,000 pesos). Esto desanima a muchas personas, aun cuando tienen la voluntad de donar parte de su tiempo y esfuerzo.
Urge modifcar la Ley Federal de Fomento a las Actividades Realizadas por las OSC, a fn de que el gobierno no pueda condicionar el fnanciamiento al trabajo en los temas que le interesan. Es obvio que las ong’s deben regirse de acuerdo a ciertos lineamientos y deben dar cuentas a la sociedad, pero no es aceptable la intromisión de las autoridades en su agenda.
Si una ong no se quiere dedicar a las agendas que interesan al gobierno, entonces tiene que buscar recursos por otro lado. Sin embargo, no es fácil conseguir fnanciamiento privado, sobre todo del extranjero, porque hay que tramitarlo a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, la cual, según Arellano, da prioridad a las solicitudes de grupos cuyo trabajo interesa al gobierno. Por su parte, las autoridades señalan que su intervención en la entrega de recursos internacionales impide la infltración de grupos delictivos y la intromisión de extranjeros en asuntos que lesionen la soberanía nacional.
A pesar de todo, Arellano dice que el panorama es alentador. Considera que México tiene un potencial de organización social que poco a poco va encontrando su cauce, además de que su sociedad cada vez es más participativa e innovadora.
NUMERALIA DE LAS ONG’S MEXICANAS
Se clasifcan en Asociación Civil (AC), Institución de Asistencia Privada (IAP), Institución de Benefcencia Privada (IBP), Asociación de Benefcencia Privada (ABP) y Sociedad Civil (SC).
Una Asociación Civil y una Sociedad Civil se defnen como un conjunto de personas asociadas de manera voluntaria para realizar un fn común, legal y sin fnes de lucro; están reguladas por el Código Civil de cada estado de la República.
Las IAP’s y las IBP’s son asociaciones de carácter permanente y sin fnes de lucro, cuyo objetivo es realizar obras de benefcencia o asistencia; son reguladas por las Juntas de Asistencia Privada. Lo mismo sucede con las ABP’s, que tienen su propio organismo supervisor.
Para que estas organizaciones reciban fondos públicos, deben inscribirse en el Registro Federal de las OSC del Instituto Nacional de Desarrollo Social.
En el registro federal hay 5 mil 63 asociaciones civiles, 452 IAP’s, 21 son IBP’s, 37 ABP’s y 157 sociedades civiles.
5,495 osc’s cuentan con autorización de la Secretaría de Hacienda para recibir donativos deducibles de impuestos.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Tarandacuao y la pésima política agropecuaria. Periódico Correo

Por: Saúl Arellano, Lunes, 03 de Noviembre de 2008
http://www.correo-gto.com.mx/notas.asp?id=91289
VIAJE AL CENTRO DE LA DESIGUALDAD

Introducción:

Tarandacuao significa en lengua Tarasca "lugar por donde entra el agua", haciendo alusión a la zona por la que ingresa el Río Lerma al estado de Guanajuato. Tarandacuao fue fundado en 1612, y adquirió su nombre oficial en 1861.
Actualmente colinda con los municipios de Jerécuaro y de Acámbaro, y con el estado de Michoacán.
Según datos de INEGI, en 2005 Tarandacuao tenía una población de 10, 252 personas, de esta, 5,499 eran mujeres y 4,753 hombres por lo que su índice de masculinidad se situó en 86.4 hombres por cada 100 mujeres.
Asimismo, destaca el hecho de que Tarandacuao tiene una tasa de decrecimiento anual de su población de -2.13% anual, la cuarta tasa de decrecimiento poblacional más alta de la entidad.
Con esta tendencia, aún cuando CONAPO calculó discrepando de INEGI una población de 10,557 habitantes en 2005, para 2008 proyectó una población de 9,818 personas, y para 2012, una reducción a 8,982 habitantes de los que 4,115 serían hombres y 4,867 mujeres, lo que implica una reducción del índice de masculinidad a 84.5 hombres por cada 100 mujeres.
Aún con ello, frente a la nueva crisis económica y con base en las estimaciones del probable retorno de migrantes de los Estados Unidos de Norteamérica, el dato debe tomarse con cautela en este momento.
En esta ocasión, quiso hacerse énfasis en el tema agrícola, porque Tarandacuao presenta una característica socio-demográfica peculiar. Del total de sus habitantes en 2007, 5,739 vivían en su cabecera municipal; y el resto, en localidades de menos de 500 habitantes.
De hecho es el único municipio de la entidad que no tiene una sola localidad entre los 500 y los 5 mil habitantes. En esa lógica, se está frente aún municipio predominantemente rural en donde los niveles de pobreza no sólo revelan el fracaso de la política social, sino sobre todo, el fracaso de la política agropecuaria y ambiental.
Así, en Tarandacuao INEGI contabilizó en 2005 la existencia de 2,516 hogares, de los cuales, 1,892 son jefaturados por hombres (75%) y 892 (25%) por mujeres. Aunque el promedio de integrantes por hogar es de 4.19 personas, hay 913 hogares que cuentan con 5 o más miembros, con un promedio de integrantes de 6.14 miembros.
En ese mismo año, estos hogares vivían en un total de 2,423 viviendas (72%), de las cuales, 1,760 tenía 4 o menos cuartos, mientras que sólo el 28% tenía 4 cuartos o más, lo que habla del enorme nivel de hacinamiento que hay en el municipio.
La pobreza
La pobreza de este municipio, al igual que en los demás predominantemente rurales, está asociada a la catástrofe que está viviendo el campo no sólo en Guanajuato, sino en el país.
Esto se relaciona con la ausencia de una visión agropecuaria integral y con soluciones efectivas para los productores más pobres; esta situación hace evidente igualmente la nula coordinación de las dependencias estatales, a fin de generar acciones convenidas y simultáneas para llegar a donde más se requiere.
Así, de acuerdo con el CONEVAL, en 2005 el 19.35 de la población municipal se encontraba en situación de pobreza alimentaria, es decir, 2,038 personas en situación de hambre.
Asimismo, una cuarta parte de la población en situación de pobreza de capacidades y un 45.3% de personas en pobreza de patrimonio.
Debe destacarse que estos niveles de pobreza se explican sobre todo gracias a las remesas que se obtienen en el municipio del exterior. En efecto, de acuerdo con CONAPO, desde el año 2000 era uno de los 10 municipios con mayor porcentaje de hogares receptores de remesas en la entidad, y fue catalogado con un índice de intensidad migratoria alto.
Existe además un agotamiento del campo en este municipio pues de acuerdo con el documento "Superficie Agrícola estimada mediante análisis de satélite para el estado de Guanajuato", editado por el Instituto Internacional para el Manejo del Agua, en el año 2000 Tarandacuao ocupó el último lugar estatal en cuanto a la superficie productora agrícola de todo el estado con sólo 381 hectáreas de alfalfa; 1 hectárea de hortalizas y 6 de maíz o sorgo.
Con estos niveles producción agrícola, y con la carencia de empleos a través de los sectores secundario y terciario, es evidente que ni las políticas de desarrollo social, ni las de fomento económico ni las agrícolas están funcionando en este municipio.
Esto contrasta con la disponibilidad de agua pues se detectó que es uno de los 15 municipios con más cuerpos de agua presentes en su territorio.
La Marginación
Tarandacuao es el segundo municipio con menos localidades en la entidad, sólo 19; de ellas 3 eran de Alta Marginación, 7 de marginación media, 8 de marginación baja y 1 de muy bajo grado de marginación.
Es importante señalar que en este municipio aun cuando los indicadores de marginación son relativamente aceptables, destaca el hecho de que el 67.02% de la población ocupada percibía menos de dos salarios mínimos al mes; este porcentaje sitúa a Tarandacuao en el cuarto porcentaje más alto de la entidad en cuanto a personas con bajos ingresos, lo que ratifica la tesis de que los niveles de pobreza ligeramente por arriba de la media estatal se deben a los ingresos por remesas, y que la disponibilidad de servicios puede deberse básicamente a la presencia de programas como el 3x1.
El desarrollo humano
Los indicadores de desarrollo humano de Tarandacuao, a pesar de situarse por debajo de Silao en el año 2005, no son presumibles. En el ámbito educativo, en 2005, un 8.14% de las niñas y niños de 6 a 11 años (33 en total) no asistía a la escuela; asimismo, otros 35 niñas y niños de 8 a 14 años no sabían leer ni escribir.
En materia de educación, un 11.88% de los mayores de 15 años
eran analfabetas, esto es 840 personas que no sabían leer ni escribir en 2005, y de los cuales, 366 eran hombres y 474 mujeres de acuerdo con el CONAPO. Asimismo, este organismo calculó que poco más del 36% de los mayores de 15 años no habían concluido la educación primaria y el CONEVAL estimó un 64.29% de la población en ese grupo de edad que no había concluido los estudios de educación secundaria.
Por otro lado, debe señalarse que en materia de salud, aún cuando la tasa de mortalidad infantil se redujo entre 2000 y 2005 de 25.6 muertes por cada mil nacidos vivos a 20.14, esta tasa sigue siendo similar a la de países pobres, como Armenia o Ecuador.
Debe destacarse además que la desigualdad entre los ingresos de hombres y mujeres en el municipio es muy alta, pues de acuerdo con el Índice de Desarrollo Humano Municipal 2000-2005, en Tarandacuao los hombres percibían un ingreso promedio anual de 11,012 dólares en 2005, mientras que las mujeres de sólo 3,182, una diferencia de 3.46 veces más ingresos para los hombres.
Con todos estos datos, el Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo estimó que entre el año 2000 y el 2005, Tarandacuao retrocedió 141 lugares en su posición relativa a nivel nacional, pues pasó del lugar 703 al 844.
Así, comparado a nivel internacional, el IDH de Tarandacuao sería semejante al de un país como Tailandia y apenas similar a la media estatal.
Conclusiones
De acuerdo con los datos oficiales disponibles, es evidente que en Tarandacuao las opciones productivas son nulas; que la política agropecuaria es prácticamente inexistente y que la política de desarrollo social es un fracaso.
Frente a la dimensión de la crisis que ya comenzamos a enfrentar, es lamentable decirlo, pero lo esperable es que estas condiciones se agraven.
El problema que se encuentra en municipios como este es que al haber desmantelado la política agropecuaria y la social, no se cuenta ni con lo mínimo indispensable para reactivar al mercado local y generar empleos para paliar la probable disminución del envío de remesas y el probable retorno de migrantes.
Tarandacuao es una muestra de la ausencia de vinculación entre las políticas agrícolas, las de manejo del medio ambiente y la política social. Esto es resultado de una visión de gobierno limitada a la construcción de calles y carreteras, y a la administración de los intereses de unos cuantos.
Reactivar la economía local es vital en esta nueva crisis, y para hacerlo se requieren acciones coordinadas al menos en los ámbitos señalados. La incapacidad de quienes manejan esas áreas en el gobierno será el obstáculo a vencer en los próximos meses.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Exorcizar lo macabro. Periódico La Crónica

Por: Saúl Arellano Opinión
Domingo 2 de Noviembre de 2008 Hora de publicación: 00:03
Hoy se celebra en nuestro país el día de los muertos. Merece la pena en ese contexto pensar en el significado de la muerte, su dimensión simbólica y su dimensión real, es decir, su presencia como realidad cotidiana y como evidencia irrefutable de nuestra fragilidad y finitud.La muerte es parte consustancial de la vida; antes que su negación radical es su antítesis, dicho de otro modo, su “contra-argumento”. En esta perspectiva, la muerte no pone fin a la vida, la completa: cierra el círculo vertiginoso o calmo, en cualquier caso, de la existencia.De ahí el significado festivo que damos al Día de los Muertos. No sólo tratamos de burlar a la muerte burlándonos de ella sino que, en el carácter profundo de nuestra mexicanidad, tratamos de violentarla, de suspenderla en el tiempo propio de lo festivo, y en esta suspensión, convidamos a nuestros muertos a que regresen para participar de nuestra fiesta, de nuestro regocijo.No es casual que el día de los muertos se celebre después del día de Todos los Santos. El mexicano, como bien advertía el gran Octavio Paz, católico, protestante o ateo, tiene y de algún modo celebra a su santo. Si la fiesta de todos los santos es fiesta celebrada por todos, ¿por qué no convidar a nuestros muertos?Pese a todos los esfuerzos por describir y comprender la muerte, este extraño y a la vez cotidiano suceso está marcado por el misterio. La muerte pone fin al signo que es en sí mismo cada vida. Signo pletórico de significados, o signo carente de sentido; de cualquier modo, signo, es decir huella y presencia de actos, fe, redención, anhelos, actos justicieros, crímenes dilectos: todo junto y todo encerrado en un misterio menor que en la pequeñez que cada uno somos en cada caso, cobra una dimensión mayor para quienes nos rodean, en el misterio del silencio absoluto; de la ausencia total de ser en la que nos sumimos en el momento de morir.Nacer y morir son los actos fundantes de lo que cada quien es y llega a ser. Por eso importa tanto en la vida de las personas su biografía; no sólo como sucesión de hechos, trabajos y días, sino en la narración culminante que describe tanto el alumbramiento como el respiro final.Hoy que en México se vive y respira de manera extraordinaria a la muerte en todo el territorio nacional, como producto de la ola de violencia que ha desatado el crimen organizado, vale la pena repensar qué significa morir, como espejo de la vida que llevamos; y en esa lógica, cómo el morir y la forma en que morimos habla de quiénes somos y de quiénes fuimos en lo individual, pero también en referencia a nuestra pertenencia a una colectividad.Los mexicanos le hemos dado cultural y tradicionalmente a la muerte un sentido ritual; a veces hasta sacrificial. Pero en la última década se han suscitado cambios radicales en la manera en cómo vivimos y también en cómo morimos. ¿Cómo procesar en nuestro contexto los asesinatos colectivos del narco? ¿Cómo darle sentido y comprender la muerte de víctimas, en todos los casos inocentes, de la conflagración entre grupos de criminales, o de la fuerza pública con los delincuentes?Pensar la muerte con referencia a los actos violentos puede ayudarnos un poco. René Girard nos dice en La violencia y lo sagrado: “es más difícil satisfacer el deseo de violencia que suscitarlo, especialmente en las condiciones normales de la vida social”. Hoy el crimen organizado ratifica —involuntariamente y sin saberlo, por supuesto— la seriedad de la tesis de Girard. Nada parece satisfacer su ansia desquiciada de matar ni su sádica propensión a hacerlo de manera cada vez más grotesca y sin duda alguna, macabra.Octavio Paz sostiene en el texto citado: “Muerte de cristiano o muerte de perro son maneras de vivir que reflejan maneras de morir (…) hay que morir como se vive (…) Si no morimos como vivimos es porque realmente no fue nuestra vida la que vivimos: no nos pertenecía como no nos pertenece la mala muerte que nos mata”.Sentencia dura la que nos propone Paz; pero sin duda una que nos revela también un criterio moral de sanción y de evaluación de nuestro paso existenciario por el mundo. Que conste, la afirmación de Paz debe leerse con cuidado: morir de “mala muerte” no significa que alguien “se lo merezca”, aunque como el propio poeta advierte, quizá “se lo haya buscado”.Así, vale la pena preguntarnos como sociedad ¿merece realmente alguien morir decapitado, aún cuando haya sido toda su vida un criminal? Sin duda alguna, esta pregunta la hago desde una posición moral, porque asumo con Walter Benjamin que toda pregunta sobre la violencia y sus consecuencias, para que tenga sentido, debe hacerse desde una posición ética. Más allá de intentar ofrecer respuestas, la intención es invitar a una reflexión colectiva sobre la muerte en nuestros días. ¿Podemos permitir que una “muerte de perro” recorra cotidianamente nuestras calles y se convierta en parte del decorado y peor aún, en signo de nuestra vida social? ¿Podemos permitir que lo macabro, lo más feo de la muerte y la repugnancia que genera, se inserte e incube en nuestras relaciones de diario?García Lorca nos regala un verso sublime en su poema La cogida y la muerte: “la muerte puso huevos en la herida a las cinco de la tarde”. Hoy, Día de Muertos, en nuestro México sorprendentemente festivo en medio de tanta tristeza, tanta pobreza y tanta desigualdad, valdría decir que lo macabro ya puso huevos en las heridas abiertas de un México asolado y desolado por la nefasta presencia del crimen organizado.Hace justo una semana me encontraba desayunando con un grupo de amigos en Salvatierra, Guanajuato, cuando el rumor cobró fuerza y nos reveló lo siguiente: a sólo 50 metros de donde estábamos, en el kiosco del jardín principal de la ciudad, se encontraba la cabeza de un hombre junto a una cubeta de pintura con un “narcomensaje”.Pensar en una persona decapitada no puede menos que generar un intenso escalofrío; empero tener esa cabeza a una distancia 50 metros no puede menos sino hacer pensar y repudiar lo macabro en lo que se ha convertido esta pútrida lucha entre los barones de la droga.Hoy es un buen día para repensarnos en nuestra vida diaria, vista en el espejo de la mueca espantosa de la muerte que tenemos enfrente. Necesitamos resignificar nuestra existencia, para que nuestras muertes, cuando lleguen, tengan un sentido distinto al sinsabor y a la nada a la que nos estamos arrojando colectivamente al no ser capaces de construir otra sociedad, con otros valores que le digan sí a la vida, para que nuestros finales sean dignos de ser narrados; hay que regresar a la muerte al terreno de lo “misterioso insondable”, y sacarla del mundo de lo indecible en que se encuentra.Retomo para terminar una vez más al poeta Paz: “Sahagún cita una frase que el sacerdote dirigía al príncipe al momento de ascender al trono: recuerda, señor, que los reyes comen pan de dolor. Moral heroica a un tiempo insensata y sublime. Su pesimismo no doblega ni disuelve a la voluntad: la afila y la templa. Nos enseña a ver de frente al destino”.Comamos pues hoy nuestro pan de muertos, y comencemos mañana a reconstruir a nuestro México; a resignificar a la muerte. Esta es sin duda la mayor tarea que tenemos los mexicanos: exorcizar lo macabro de una vez y para siempre.